Alejandro G. Calvo: “Muchos críticos destrozan las películas, yo hablo con respeto y una sonrisa”

Entrevista

El periodista y crítico de cine publica su segundo libro, '¿Por qué tengo que ver esta película?', donde reflexiona sobre la magia del séptimo arte con un relato muy personal 

El crítico de cine Alejandro G. Calvo durante la entrevista con 'Guayana Guardian'

El crítico de cine Alejandro G. Calvo durante la entrevista con 'Guayana Guardian'

Ana Jiménez

Alejandro G. Calvo (Barcelona, 1978) lleva años dedicándose a su gran pasión: el cine. Y se ha convertido en una de las voces más populares y autorizadas sobre el séptimo arte. Su sección de vídeos Cine A Quemarropa acumula más de 73 millones de visualizaciones y 500.000 seguidores en YouTube. “Ha sucedido de forma inesperada, nunca ha habido un plan. Llevo improvisando toda mi vida como crítico y resulta que los vídeos en YouTube atraen a muchísimos jóvenes, sigue llegando nueva audiencia con 15, 16 y 17 años. Y dices, ¡Dios mío ¿qué está pasando aquí?! Yo siempre he sido el mismo, siempre he sido crítico de cine. Lo que sí ha cambiado es que soy consciente de que mi mensaje llega a mucha gente, lo que implica que tengo una cierta responsabilidad, sobre todo a un nivel empático y emocional”, explica en conversación con este diario Calvo, que ve de media unas 500 películas al año y acaba de publicar su segundo libro ¿Por qué tengo que ver esta película?, editado por Temas de Hoy. El primero, Una película para cada año de tu vida (2023), donde recomendaba qué películas ver según el momento vital en el que nos encontramos, obtuvo un gran éxito.

¿Cuál es la fórmula para hacer llegar el cine a tanta gente?

Creo que vivimos ahora mismo en una sociedad muy condicionada por las redes sociales, principalmente con mucho odio, con mucha hostilidad y mucha crispación. Yo no quiero contribuir a nada de eso, yo sigo siendo crítico de cine y sigo hablando de películas, pero siempre trato de ofrecer una sonrisa y un abrazo. Para mí es muy importante. Y luego además te hago un análisis muy profundo de lo que sea que esté hablando y me lo voy a currar para que mole. No sé, creo que es esa mezcla lo que curiosamente hace que llegue a mucha gente cuando de forma natural los críticos que lo han petado son los que destrozan las películas, pero yo no, a mí no me van a encontrar ahí.

Vivimos en una sociedad muy condicionada por las redes sociales, principalmente con mucho odio,  hostilidad y crispación

Cita Femme fatale, de Brian de Palma, como una de sus películas favoritas. Una película que dividió a la crítica en su estreno en 2002 y que Boyero tildó de “imbécil”.

A ver, Boyero ha hecho siempre lo que le ha dado la gana y hay mucha gente a la que le hace gracia, que disfruta leyendo esos ataques. Yo no estoy en esa liga, no estoy en ese mundo. Y además Femme fatale es una las mejores películas de la historia del cine. A mí hay muchas películas que me cabrean, que me indignan, pero simplemente trato de tener un respeto muy profundo hacia el lector. Cuando yo empezaba, con 17 años, conocía al crítico Hilario J. Rodríguez. Fui a visitarlo a su casa en un pueblo de Guadalajara. Y hablando, hablamos del respeto y de cómo se escribía. Yo le admiraba profundamente, le sigo admirando. Y él me dijo una frase que se me quedó a fuego. Me dijo 'mira, yo creo que no hay que hablar de nadie como no te gustaría que hablaras de uno mismo'. Y dije: ¡hostia, qué buena es esta frase!. Pues hago eso. Yo jamás insultaré al director, jamás insultaré a la película, o jamás insultaré a la gente que le gusta esa película, que es algo que hacen muchos críticos. Si no me gusta una película lo voy a explicar, pero con educación. No cuesta tanto.

Antonio Banderas y Rebecca Romijn en un fotograma de 'Femme fatale', de Brian De Palma

Antonio Banderas y Rebecca Romijn en un fotograma de 'Femme fatale', de Brian De Palma

¿Y de dónde nace esa pasión que tiene por el cine?

Yo soy hijo único. Mi padre trabajaba en Salamanca, estaba muy poco en casa y pasaba horas y horas solo. Entonces me crie en videoclubs, leyendo en bibliotecas y escuchando música. Vi muchísimo, muchísimo cine de pequeño y leía mucho y un día descubro la crítica de cine y me vuelve loco, me apasiona. Me compraba todas las revistas de cine, recortaba las críticas, me las archivaba y empecé a escribir porque me faltaban críticas. Tenía mi videoteca de VHS. Y si Terciopelo azul no tiene crítica, pues la voy a escribir yo y lo hice a los 12 años. Empecé a escribir críticas para que aparecieran en las cintas VHS. Y hay un momento en verano que me mandan a Estados Unidos con una familia de intercambio. Y estoy en Los Ángeles y lo que hago es irme a un videoclub en Sunset Boulevard. Luego descubrí que lo conocía Tarantino. Era un videoclub de tres plantas, como un palacio. Y ahí me cojo Taxi Driver y me la veo. Tenía 14 años. Y a mí esa peli en concreto me descubre la figura del director, que es algo que no me había planteado nunca. Y entonces empiezo a enamorarme del lenguaje del cine, del concepto autoría y hasta ahora... ¡no he parado!

En aquel verano también se coló en la casa de Stephen King...

Sabía que vivía en Bangor (Maine) porque lo vi en sus libros y le pedí al padre de la casa donde estaba, que era un conductor de grúa, si me podía llevar. Él no sabía quién era Stephen King pero me dijo que sí y nos fuimos la familia americana en el sur. Yo recuerdo ese verano loquísimo y fuimos a Bangor y flipas. Era una finca enorme con una valla de metal acabada en lanzas y unas gárgolas terroríficas adornando y ¡sí, sí, me colé en la casa!. Llamé al interfono y como no me abrían salté la valla y me fui hacia la casa tranquilamente andando por el sendero. Digo, 'ahora voy a llamar a la puerta, voy a decir que soy un gran fan y me van a dar un abrazo y me va a firmar el libro'. Y no, salió una señora con bata azul con rulos gritando en inglés. Me fui corriendo yo, el padre y la madre todos... Parecía una comedia de los hermanos Marx. (Risas). 

El crítico de cine Alejandro G. Calvo

 Alejandro G. Calvo ve de media unas 500 películas al año

Ana Jiménez

Y con tantos libros sobre películas que existen, ¿por qué cree que el suyo es tan especial?

Yo llevo 15 años de crítico de cine. Un día, por dinámicas de nuestro trabajo, hay que hacer vídeos. Y digo, bueno, voy a hacer vídeos. No tengo ni idea de hacer vídeos. Y tengo que aprender a hablar de nuevo porque no puedes hablar como escribes, no puedes hacer crítica en vídeo como es crítica escrita, ¿vale? Y es algo que descubres haciéndolo. Y entonces de repente, encuentro que la forma en la que soy, funciona. No tienes que alterar nada. No tienes que cambiar tu forma de ser, tienes que simplemente ser tú mismo. Y ser capaz de todas esas reflexiones que haces en papel, toda esa lírica que buscas, transformarla en vídeo pero no añadiéndole cosas sino despojándola. Quita todas las tonterías y quédate con el concepto y que la emoción de alguna forma surja por cómo estés tú hablando de emocionado. Pero esto que estoy teorizando es algo que ni pienso cuando hago vídeos. Ha sido después cuando la gente me escribe que le he emocionado, que se parten de risa. Y no le pasa a ningún crítico que se partan de risa, esa no es la función del crítico. Y de repente descubro un lenguaje con el que me siento muy cómodo y a la gente le llega. Entonces, tras ocho años de vídeos llega Planeta y me ofrecen escribir y tengo que volver. Y he vuelto a escribir y ya no escribo como escribía antes. Lo he hecho de una forma más natural, más literaria, más como hablo yo. Y creo que eso es lo único que puedo aportar ahora mismo a un libro de cine, porque yo no soy ni el mejor crítico, ni el más listo, ni el que más sabe. Pero sí que te voy a contar las cosas a mi manera. Y soy muy, muy personal. He descubierto que la forma con la que escribo me encuentro bien, hablando de mí mismo, riéndome de mí mismo, sufriendo. Yo como sufro mucho, lo verbalizo. Y luego si le gusta a alguien bien y si no, no escribiré más libros y ya está. Yo creo que sí que hablo de cine y hablo de pelis, hago crítica, pero lo que aporto no es un gran ensayo, una gran reflexión. No es mi caso. Pero hay algo ahí de tremendamente personal con lo que me gusta mucho compartirlo con la gente.

Taxi Driver es la película que me descubre el cine, pero 'El hombre que mató a Liberty Valance' es la primera  que me destroza emocionalmente

Dice que no hay nada que le haga más feliz que ver una película. ¿Cuál fue la película que más le ha marcado? 

Taxi Driver es la película que me descubre el cine, pero para mí, El hombre que mató a Liberty Valance es la primera película que me tumba, que me destroza emocionalmente. Y cada vez que la veo me pasa y como me voy haciendo más mayor, cada vez soy más Liberty Valance. Es una película de una maestría... Es lo que tenía John Ford, que no te ponía un plano de sobra. No tenía que enredarte las cosas para llegar a un modelo de poesía crepuscular, tristísima, con muchísima comedia, porque te ríes un montón viéndola. Por eso me gusta tanto el cine clásico, porque iban a la historia. Entonces, soy un gran apasionado de eso. 

Y reivindica a John Ford como el mejor de la historia.

Sí. El problema es...fíjate, se ha muerto David Lynch. Llevaba sin dirigir desde 2006 una película y desde 2017 Twin Peaks 3. Si tu coges a alguien con 20 años, no ha visto Twin Peaks 3 y no ha  visto Inland Empire. Como mucho puede haber visto Mulholland Drive, que es de 2001. Pero con 20 años significa que nació después de Mulholland Drive. Lo que te digo es que hay gente que no sabe quién es David Lynch. Es súper importante que hablemos de cine clásico. Te lo digo porque estamos hablando de John Ford. Si no conocen a Lynch, ¿cómo van a conocer a Ford? Es súper importante a los jóvenes cinéfilos que siguen existiendo sin parar, generación tras generación, que nosotros, que tenemos la enorme suerte de tener trabajo, que nos paguen por escribir sobre el cine, les hagamos llegar eso porque si no es que sólo van a ver series, vídeos de youtube de peña que te vende criptomonedas. Y los jóvenes son inteligentes, tienen sensibilidad y quieren saber más. Tenemos que dársela.

Alejandro G. Calvo publica su segundo libro '¿Por qué tengo que ver esta película?

Alejandro G. Calvo publica su segundo libro '¿Por qué tengo que ver esta película?

Ana Jiménez

Y justamente estamos en una época en la que se acumulan los estrenos pero las películas no suelen durar mucho en la cartelera.

Nunca en la historia del cine se había estrenado tanto contenido como ahora. Cada semana hay un input brutal de una serie o una película de una plataforma. Es una burrada. La gente, pese a esa enorme oferta, sin embargo, está cada vez yendo más al pensamiento único, porque siguen básicamente las recomendaciones del algoritmo, o las recomendaciones que te impone el mundo social, el entorno social en el que te muevas. Y, de repente, lo que hay que ver es Adolescence.  Entonces estamos perdiendo la capacidad de elegir, la capacidad de decidir qué es lo que quiero ver, teniendo paradójicamente plataformas donde hay muchas cosas que ver... Que luego no hay tantas cosas que ver. Pero la realidad es que la utilidad que puede tener este libro o cualquier cosa que hagamos nosotros como periodistas y críticos de cine es realmente que funcionemos como prescriptores señalando cosas que son interesantes y que se alejen de esas tendencias. Porque parece que hay mucho, pero la gente solo ve lo mismo. No hay que descuidar nunca la educación cinematográfica que la industria, que la propia tecnología está borrando por acumulación.

Dentro del bloque de trece películas para abrazar el cine español destaca Segundo premio, una película que le ha tocado la fibra. ¿Esperaba que tuviera mucho más reconocimiento del que ha tenido?

Sí, la verdad es que sí. La vi tarde y no le hice vídeo en SensaCine porque no fui a Málaga y me perdí el pase de prensa. Me quedé alucinado de cómo Isaki Lacuesta había sido capaz de rodar desde el hospital y desde su casa esa película. También me pasó con Anora y La sustancia. Creí que el libro es testimonio del año en el que está escrito. Yo no soy un crítico nostálgico, no soy un crítico que diga 'la última película buena fue Casablanca'. Se siguen haciendo maravillas y películas increíbles. El texto de Segundo premio fue uno de los que definió el tono del libro. De repente me dije 'esta cosa que estoy haciendo me gusta mucho. Espero que también le guste a la gente'. Segundo premio me encanta. Y La estrella azul también. 

Pese a la enorme oferta de contenido, la gente tiende cada vez más al pensamiento único

Dice en el libro que le preguntó a Juan Cabestany y a Aki Kaurismäki sobre el sentido de la vida. ¿Cuál es el sentido de la vida para usted?

Sonará raro y conservador pero para mí yo entiendo lo que es la vida el día que nacen mis hijos. En mi caso, además, mi relación con las películas creo que ha definido mi propia vida y si lo ha hecho conmigo y me ha hecho tan feliz, lo puede hacer con cualquiera porque yo soy bastante normal. Y cuanto más mayor me hago, más claro lo tengo y más lo vivo así. Parece que la vida ofrezca muchas cosas, pero tu vida es al final básicamente que trabajas y cumples con la familia. Entonces lo que no decepciona nunca es el cine. Yo no he tenido una vida de grandes aventuras, mi vida ha sido muy normal, pero lo que ha sido espectacular ha sido todas las películas que he visto y eso ha hecho mejor mi vida y me ha hecho mejor persona. En este mundo tan crispado y hostil, no voy a estar en el lado de los que buscan crispar. Yo prefiero dar abrazos.

¿Le paran mucho por la calle?

Sí. La gente me para por la calle para agradecerme lo que hago. Siempre digo que recibo mucho más amor del que yo me doy a mi mismo. La verdad es que lo paso hasta mal en los festivales de cine. En Cannes me saludan mucho los latinoamericanos, pero en Sitges el año pasado cuando llegaba al hall del hotel era impresionante. Ese cariño brutal de la gente no sabes como devolvérselo. Yo solo soy un crítico de cine pero sí que le ha llegado a la gente lo que he hecho. Es brutal y, además, les llegaron los vídeos y el libro anterior también. Mi mujer siempre me dice que disfrute el momento pero...¡yo sufro mucho!

El crítico habla maravillas de 'Segundo premio'

El crítico habla maravillas de 'Segundo premio'

¿Entonces de momento no se va a poner a escribir un tercer libro?

No, de momento quiero descansar, que pase un tiempo. Tengo proyectos bonitos para hacer este año, pero poco a poco. Necesito dormir, necesito dormir, quiero dormir. Estoy pensando en casarme solo para tener vacaciones (risas).

¿Qué película actual de la cartelera recomendaría?

Aún no he visto Tardes de soledad...Mira hay dos pelis de animación que requerían más público. Una es Policán, que es brillantísima y divertidísima y la otra es la de los Looney Tunes, que se ha estrenado de tapadillo y es buenísima. 

¿Y una película que no pueda con ella?

Hay muchas. Yo siempre digo que el cine es polimórfico, no hay un patrón para hacer una buena película, ¿no?. El cine puede ser cualquier cosa, incluso puede ser contrario a sí mismo y ser increíble. Los ejemplos de malas las tengo súper claras. A mí no me gusta la pornografía emocional. No me gusta que me manipulen como espectador para extraerme emociones chungas, que me hagan sufrir con trampas. Por eso, por ejemplo, no me gustan Precious, de Lee Daniels; Biutiful, de Iñárritu o Mar adentro, de Amenábar. Son pelis con las que no puedo. El viento que agita la cebada, de Ken Loach.... El melodrama, para que funcione, ha de estar contenido. 

Alejandro G. Calvo dice que no le gusta 'Mar adentro'

Alejandro G. Calvo dice que no le gusta 'Mar adentro'

SOGECINE

Menciona a Isabel Coixet, que no le gusta especialmente...

Sí, pero ha sido muy chulo enfrentarme a Mi vida sin mí, que me gustara, que no me gustara y explicarlo todo eso porque forma parte del proceso crítico. No es todo tan blanco o negro. Igual vuelvo a ver Mar adentro dentro de unos años y me gusta, puede pasar. Aunque la música no me va a gustar nunca (risas).

También tiene sus detractores...

Cuando rompo las olas de opinión recibo mogollón. Me pasó el año pasado con la serie El pingüino, que gustó mucho a la gente y me pareció espantosa. Le hice una crítica diciendo lo que pensaba y estuve meses recibiendo insultos. Con el tema superhéroes si lo tocas sabes que te van a insultar. Pero bueno, aquí no estamos para callarnos. Y además a mí los insultos no me funcionan. Por mucho que me insulten no voy a cambiar de opinión.

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