Figueres está hoy de celebración por un motivo doble. Coincidiendo con su fiesta mayor, ha reabierto al público el Museu de l’Empordà, un equipamiento que desde hace casi 80 años se encarga de difundir el vasto patrimonio artístico y cultural de la comarca. La reforma ha supuesto una inversión de 1'5 millones de euros que han sido aportados por varias administraciones públicas.
Depositario, entre otras, de obras de artistas de renombre como Salvador Dalí, Antoni Tàpies, Joan Ponç o Àngeles Santos Torroella así como de otros autores locales como el pintor y grabador Evarist Vallès, que adoptó el paisaje ampurdanés como uno de los ejes centrales de su pintura o Josep Blanquet, a quien Salvador Dalí definió como el “primer pintor hiperrealista de la historia del arte” por sus retratos de personajes y escenas de Figueres a partir de fotografías, el equipamiento requería hace tiempo un profundo lavado de cara.
Cambios
El nuevo discurso abandona la cronología tradicional y cada ámbito muestra obras de distintos momentos históricos
El museo reformado, que reabre ahora con una nueva mirada expositiva y un edificio completamente renovado, completa un proceso de reforma que arrancó en el año 2021 con los primeros trabajos de accesibilidad y para cumplir con la normativa antiincendios.
El nuevo discurso abandona la cronología tradicional y aglutina las obras en distintas temáticas, de modo que cada ámbito muestra obras de distintos momentos históricos. El recorrido incluye pintura, escultura, dibujo, instalaciones, fotografía, obra gráfica, arqueología e indumentaria desde la antigüedad hasta el año 2024.
La obra más antigua es un bol de cerámica del año 2.200 antes de Cristo y entre las más modernas hay una escultura del artista de Navata de Eudald de Juan. Hasta ahora, la cronología del museo finalizaba en el año 1980 y con esta intervención integral, se alarga hasta 2024.

Salvador Dalí donó un Sant Narcís (imagen de la izquierda)al museo cuando estrenó su actual emplazamiento en 1971. Al lado, San Atilano, un óleo de 1690 de Vicente Berdusan, del Museo del Prado.
Esa nueva mirada al museo quiere poner en relieve también el embrión de un equipamiento público que empezó a dar sus primeros pasos en 1876, cuando el escritor y político republicano Joan Tutau donó varios cuadros para el futuro Museu de Pintura del Col·legi d'Humanitats, el actual Institut Ramon Muntaner.
A aquella primera donación se le fueron sumando la de otros prohombres de la ciudad y depósitos como los del Museo Nacional del Prado en 1885 con obras de pintura barroca de José de Ribera o Vicente Berdusan, entre otros.
El museo se creó de forma oficial en 1947 pero no fue hasta 1971 cuando se ubicó en el emplazamiento actual, al inicio de la Rambla
No fue hasta 1947 cuando se creó de forma oficial el museo, tras cuatro intentos frustrados, tal como recordaba esta mañana la edil de Cultura del Ayuntamiento de Figueres e Historiadora del Arte, Mariona Seguranyes. “Hoy es un día muy importante para Figueres y el Empordà”, subrayaba hoy en la reapertura del equipamiento.
El nuevo recorrido expositivo cuenta con 226 obras, de las cuales un 20% tienen firma femenina. Algunas de las piezas exhibidas han sido prestadas en depósito este mismo año como un óleo sobre tela de 1974 de Joan Ponç, uno de los máximos exponentes de la pintura de paisajes oníricos y miembro del grupo vanguardista Dau al Set.
Entre las obras expuestas, destacan también dos piezas de Antoni Tàpies, un autorretrato de 1950 y el óleo Dona en blau, de 1953, ambos legados por Alfons Moncanut Geli al museo en 1962. O Terra (1929), un óleo sobre tela de la pintora y grabadora nacida en Portbou Ángeles Santos Torroella, donado al museo por la propia artista.
El artista figuerense más ilustre de todos los tiempos, Salvador Dalí, también está presente en este nuevo recorrido expositivo con Sant Narcís, una obra de técnica mixta sobre cartón de 1962, que fue dada por el propio Dalí en el año 1971 coincidiendo con la inauguración del museo en el edificio que ocupa actualmente.
Entre las obras expuestas hay dos Tàpies, un óleo de Joan Ponç de 1974 y un bol de cerámica del año 2.200 antes de Cristo
Una de las particularidades de la reforma es que el visitante podrá ver las salas donde se conservan las piezas del vasto patrimonio que alberga el museo, formado por más de 3.000 obras.
El director del Museu de l'Empordà, Eduard Bech-Vila, ha destacado el proceso participativo en el que han colaborado expertos en arte y del mundo de la cultura, pero también ciudadanos anónimos, que han permitido dibujar el nuevo museo y nuevas temáticas como el medio ambiente, la diversidad o los cuerpos no normativos.