“Trump no va a invadir, está usando el canal para hacer bullying”

Ante la amenaza estadounidense a Panamá

La realidad supera a la ficción en las novelas de Juan David Morgan, desde la Conquista hasta Trump

Entrevista al novelista panameño Juan David Morgan

El escritor panameño, que acaba de publicar La rebelión infinita, en Ciudad de Panamá

ANDY ROBINSON

El novelista panameño Juan David Morgan eligió la metáfora perfecta para definir los pies de barro de la prepotencia militar estadounidense en su novela de ensayo narrativo Cicatrices inútiles (Planeta, 2019). Una historia no oficial sobre la invasión estadounidense de Panamá de 1989, que tal vez sirva de advertencia para Donald Trump tras sus repetidas amenazas de “recuperar el control” del canal.

En la madrugada del 19 de diciembre, el sargento Albert Calhoun, de los rangers paracaidistas –un personaje ficticio aunque la novela, al igual que casi toda la obra de Morgan, está basada en hechos verídicos–, salta sobre una playa de Ciudad de Panamá.

Será el primer asalto al cuartel de Panamá Viejo, baluarte de las tropas de élite del entonces presidente Manuel Noriega al que Washington quiere derrocar pese a que sea un agente de la CIA.

Descendiendo silenciosamente en la oscuridad, Albert se prepara para amortiguar el golpe del aterrizaje. Pero no hace falta. Se hunde hasta la cintura en un barrizal. Lo mismo les pasa a los otros 60 rangers estadounidenses.

“Un olor desagradable, mezcla de desechos de marisco y materia fecal, le inundó el olfato”, cuenta Morgan en la novela.

El batallón de élite estadounidense ha caído en la lama del manglar de la playa en marea baja. Sin poder moverse, Calhoun recuerda que las mareas del Pacífico ascienden cinco metros y medio. “Nos vamos a ahogar todos cuando suba la marea” grita en el barro uno de los soldados.

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Un carguero atraviesa el canal de Panamá, objeto de deseo de Donald Trump 

Enea Lebrun / Reuters

“Ocurrió tal cual lo cuento en la novela”, dice Morgan en una entrevista mantenida en el último piso de la torre Morgan, sede del bufete de abogados y el banco fundados por su familia. “La invasión fue totalmente caótica”.

Los rangers “solo salieron vivos porque los muchachos y las señoras del pueblo, de gente marginal, salieron con sogas a sacarlos de la lama”, explica. Cuando los estadounidenses finalmente entraron en combate, tres de cada cuatro de sus muertos cayeron bajo fuego amigo. “Fue una operación de locos”.

Para Morgan, que ha escrito una decena de novelas históricas, casi todas ambientadas en Panamá, la realidad supera a la ficción. El estrecho istmo de 50 kilómetros que conecta el Atlántico y el Pacífico ha sido el escenario de dramas inverosímiles, desde la conquista española hasta las invasiones estadounidenses.

Ahora, con Donald Trump en la Casa Blanca, el género vuelve a ser de cuento de terror. Aunque para Morgan, Trump entiende el poder de la ficción: “Hay gente aquí que tiene miedo, pero yo creo que Trump no va a invadir; está usando el canal para hacer bullying , quiere poner bases militares aquí. Hace años que quieren una base en el Tapon de Darien”. Si de verdad quiere tomar el control del canal por la fuerza, “sólo haría falta volar una represa”, añade.

Desde la amenaza de Trump, “vienen muchos más turistas, estadounidenses también”

Curiosamente, la retórica de Trump parece estar aumentando el atractivo de Panamá en EE.UU. “Ahora vienen muchos más turistas de todas partes, estadounidenses también”.

Esto se comprueba en el mirador de la esclusa de Miraflores, abarrotado de turistas haciéndose selfis . Hay cola también en el museo del canal, cuyo excelente repaso por la historia de Panamá en el siglo XX fue ideado por Morgan. Desmiente la ficción de Trump sobre los sacrificios estadounidenses en la construcción de la mega obra; supuestamente, antillanos importados para construir la mega obra y estudiantes panameños que se atrevieron a protestar contra la ocupación estadounidense en 1968, con un saldo de 22 muertos.

Otro efecto colateral de la retórica de Trump es un movimiento nacional en defensa de la soberanía. “Trump nos ha unido. Durante los años del control gringo del canal, nosotros estuvimos unidos alrededor de la misma religión: la de recuperar el canal. Cuando lo recuperamos, perdimos la religión. Nos dividimos. Trump nos ha hecho un favor”, dice Morgan, nacido hace 83 años en Chiriquí, en la frontera con Costa Rica.

Durante los años del control gringo del canal, nosotros estuvimos unidos alrededor de la misma religión: la de recuperar el canal”

Juan David MorganNovelista

“Para ir de Ciudad Panamá a Chiriquí teníamos que atravesar el canal. Y los gringos exigían que tuviéramos carné de conductor de los EE.UU. para pasar por la zona ; fueron cien años de colonialismo”, recuerda.

Desde que fue una ruta de mulas usada por los españoles para transportar oro desde el Pacífico al Atlántico, el istmo ha generado historias y aventuras. “Todo lo que ocurre aquí parece de novela; por eso escribo novelas históricas”, dice. Solo se ha alejado de Panamá para su novela catalana El silencio de Gaudí . El resto son historias de Panamá y los buscavidas, corsarios , filibusteros y militares que han intentado controlar el istmo.

En La cabeza de Balboa, Vasco Núñez de Balboa, el primer conquistador en ver el Pacifico, suelta su perro para matar a indígenas y apremia al can con lingotes de oro. No acaba bien. “ Balboa era yerno de Pedrarias, y Pedrarias lo decapitó. Una historia de novela”, dice Morgan.

Entre el honor y la espada, es la historia del pirata espadachín galés y capitán Henry Morgan, saqueador de Panamá pero venerado en la corte de Carlos II de Inglaterra.

En Ardientes fulgores de gloria, cuenta la dramática separación de Panamá y Colombia a principios del siglo XX.

El caballo de oro remonta a la construcción del ferrocarril desde el Pacífico al Atlántico en el siglo XIX. “Miles murieron de la fiebre amarilla, la mayoría chinos”, dice, resaltando la ironía histórica, ya que ahora Trump pretende expulsar a China de Panamá porque se aprovecha de una obra estadounidense.

Su última novela, La rebelión infinita, que acaba de salir a la venta en Panamá, cuenta la historia de otro delirante hombre blanco con afán de protagonismo en los asuntos panameños : el explorador, Richard Marsh, etnólogo e ingeniero formado en la Universidad del Instituto de Massachusetts de Tecnología (MIT).

“Creo que Trump no va a invadir; está usando el canal para hacer ‘bullying’, quiere poner bases militares aquí”

En los años veinte del siglo XX, Marsh “se encontró con unos indios blancos y planteó que venían de los países nórdicos de Europa. En realidad, eran los albinos gunas”. Convencido, al igual que Trump con los sudafricanos, que había encontrado al hombre blanco víctima del racismo, Marsh organizó la revolución de los albinos en 1925. “Incluso redactó la declaración de independencia de los gunas. Los quería convertir en un protectorado americano. Era un hombre brillante y loco a la vez”.

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