El azul, el blues, el color de la tristeza en la música, se transforma en recuerdos de infancia cuando se trata de Aitana, que ha llamado Cuarto azul a su tercer álbum -a la venta este viernes-, el más introspectivo y también el más esperado de la artista, que afronta este verano el reto de llenar el Estadi Olímpic de Barcelona y el Metropolitano de Madrid. Cuenta para ello con 25 millones de oyentes mensuales y una confianza de hierro que se oculta detrás de la imagen impecable que luce el martes por la mañana en Madrid mientras desgrana los entresijos de un álbum que transita entre la introspección y el pop electrónico que resonó en su anterior trabajo, Alpha.
A tres días de publicar el disco, Aitana aguarda en una de las vastas salas subterráneas del Movistar Arena, donde esa misma noche presentará el disco con una fiesta para sus fans. Impecable, con traje de rayas y zapatos de tacón, la artista de Sant Climent de Llobregat aguarda al entrevistador iluminada por un potente foco en el centro de la sala, cómoda en su papel de estrella, aunque sin perder detalle de lo que sucede a su alrededor, pidiendo cuando conviene silencio a los asistentes o cuidado al abrir las puertas para que el ruido no moleste la conversación.

Aitana, en una imagen promocional (Universal Music)
¿Existe el cuarto azul del título?
Crecí en un cuarto azul en Viladecans, donde viví hasta los ocho o nueve años, cuando me fui a Sant Climent de Llobregat. Mis padres pensaban que yo iba a ser un niño hasta los seis meses, cuando vieron que era una niña, pero ya habían pintado toda la habitación azul y la dejaron. Es algo que siempre me ha gustado porque rompe con el patriarcado, eso de las niñas rosa y los niños azul.
Es un recuerdo de sus primeros años
El año 2024 fue una etapa dura a nivel mental, me sentía perdida, triste, y durante todo ese proceso compuse el disco. En cambio el cuarto azul era volver al lugar donde yo crecí, al lugar donde me siento segura para volverme a encontrar. El color azul significa para mí tranquilidad, paz, estar en el lugar donde tengo que estar.
Vivir sin compañía
“Desde enero disfruto de esa soledad en casa, de encontrar tiempo para mí, y he aprendido a ser más creativa”
En las letras de las canciones se desprende un deseo de huida
El disco empieza con la parte más oscura de mi vida. Aunque vuelvas a tu lugar seguro porque te sientes perdido, no supone estar bien en cuanto llegas. Estás fatal, reencontrándote, pasas por un montón de procesos y el disco empieza por rabia, por frustración, por ansiedad y desesperación, por depresión. Luego ya empieza a venir la luz y a curarte, empiezas a entenderte, te reencuentras con tus amigas. Es a partir de Luz de la mañana, el interludio, un mensaje de audio de mis amigas donde les digo “chicas, gracias por estar ahí, ya me siento mucho mejor”. A partir de ahí empieza En el centro de la cama con referencia a ellas y a que ya estoy mejor. Eso es Cuarto azul, el proceso de sanación.
En el centro de la cama habla de aprender a vivir en soledad
Siempre he estado muy acompañada en mi día a día, pero a partir de agosto he estado sola completamente. Estar en casa sola siempre me había dado mucha ansiedad, por eso traía a mis padres o a mis amigas, sobre todo cuando me diagnosticaron la depresión, porque me quedaba literalmente sin oxígeno, no podía estar sola. Ha sido un proceso muy bonito de sanación, porque gracias a eso ahora me encanta estar sola en mi casa. Desde enero disfruto de esa soledad en casa, de encontrar tiempo para mí, y he aprendido a ser más creativa en mis momentos de soledad; ahora los aprovecho para pintar.
¿Recomendaría a otras personas este aprendizaje de la soledad?
Cada una pasa sus procesos, hay gente a la que le gusta compartir la vida y no está mal tampoco. A mí me gusta mucho compartir todo lo que tengo con mi familia, que mis padres vengan a casa, y me gusta también tener mis semanas de estar sola en casa, pero no lo veo mejor. Para mí lo mejor es compartir, he crecido en una familia muy grande, nunca me he ido de viaje sola de pequeña, el mejor viaje de mi vida fue a Islandia con mis primos, a los 15 años, y yo eso sola no lo hubiese disfrutado como con ellos ni de broma. Ellos son mi vida, mi gasolina ¿Tengo que saber encontrar la gasolina yo sola?, claro, eso es un proceso, pero no está mal también aprender a vivir la vida compartiendo, eso es muy bonito también.
'Música en el cielo'
“Quería hacer una canción sobre mi miedo a morir, la hipocondría que sufro, pero me parecía raro hablar del tema”
Esta relación con la familia se refleja en Música en el cielo, donde habla de su difunto abuelo
En realidad le hablo a la muerte. La relación más directa que tengo con la muerte es mi abuelo, crecí con la figura de tres abuelos porque había uno que no existía, y mi madre me decía que estaba en el cielo. Al mismo tiempo ese abuelo era la figura más relacionada con la música que yo tenía, porque había sido cantaor. Por eso le hablé a la muerte hablándole a mi abuelo; hay una frase que dice “tengo ganas de verte, pero qué miedo a hacerlo, porque espero que me esperes y que sea dentro de mucho tiempo tiempo”. Sé que hay música ahí arriba, que eso nos conecta, pero quiero vivir, dame ese espacio.
Cuarto azul combina canciones lentas y medios tiempos, sobre todo en la primera parte, con temas más animados, como Ex Ex Ex o Un beso, dos besos que huelen a hit veraniego...
Quería traer un poco de Alpha, que es lo que a la gente le ha gustado, y lo veía desde la luz. De este disco me encantan Conexión psíquica y Superestrella, me parecen dos hermanitas ideales para el directo, puedo imaginarme al cien por cien del público cantando esas canciones en el directo, y la gente viniéndose muy arriba. Quería hacer canciones de luz, que no fuera un disco solamente de oscuridad, y para mí la luz me llevaba a eso, a los sintes, al sonido Abba, todo muy irónico y divertido, a lo Chappell Roan.
Cuenta con siete colaboraciones en el disco. ¿Cómo trabaja con los otros artistas?
Les mando yo la letra, luego ellos quitan una parte y escriben la suya. A Ela [Taubert] la admiro muchísimo, es una artista colombiana brutal. Con Danny Ocean hace tiempo que nos mandábamos canciones, Hoy es tu cumpleaños no es lo que la gente se esperaría, pero me parece muy bonito hacer una cosa distinta. A nivel nacional está Barry B, un artista emergente que acaba de sacar disco y me encanta todo lo que hace, estoy obsesionada con un montón de sus canciones. Y luego, pues, Alaska, es una locura tenerla aquí.
¿Cómo se le ocurrió contactar con ella?
La chica perfecta fue la última canción del disco. Sentía que debía cerrarlo con algo muy distinto al comienzo, una cosa mucho más reivindicativa, pero no desde la rabia y la ansiedad, sino al estilo de “a quién le importa lo que yo haga” de Alaska. Así fue como se me ocurrió La chica perfecta, me vino muy rápido, la grabé tarareando y dije “esto lo tiene que hacer Alaska”. La llamé, y es toda una profesional, qué pedazo de mujer, el coco que tiene, la inteligencia, la forma que tiene de llevarlo todo, fue brutal compartir con ella.
Tocar en Montjuïc
“He pasado ochocientas veces por ahí en bus, me parecía fuerte ir a ver un concierto y ahora voy a hacer uno, es muy loco para mí”
¿Le dio algún consejo?
Que hiciese lo que me diera la gana. “Haz lo que estás haciendo, que lo estás haciendo muy bien”, me dijo. “Siempre va a haber algo que les moleste, pero ahí vas a estar tú haciendo lo que te hace feliz, que eso es lo más importante”.
Cuarto azul tiene 19 cortes, es un disco largo.
Hice 70 maquetas y fuimos haciendo cortes hasta quedar en 19. Iban a ser 20 pero porque daba un poco de TOC que fuese un número impar, pero a la vez me encanta los números impares, soy la típica persona que se pone la alarma a las 10.11 h o a las 10.16 h, así que lo dejé en 19.
¿Cómo plantea la actuación en el Estadi Olímpic, sobre todo después de lo sucedido con el Bernabéu?
Todo pasa por algo, y es brutal que mi primer estadio vaya a ser al final en casa. Si te paras a pensar lo prefiero, te lo juro. Lo prefiero pero a la vez me da miedo porque es mi casa, es Barcelona, la gente va a estar muy expectante. Muchas veces me preguntan por qué no hago cosas en Barcelona, como el listening party, y es porque tengo muchas cosas en Madrid. Entre los ensayos y todo es muy complicado, pero vamos a hacer algo allí antes del concierto.
¿Qué recuerdos tiene del Olímpic?
Allí he visto a Coldplay, a Estopa, artistas a los que admiro mucho. Poder estar ahí es una locura, sé que no es fácil, pensé “no lo vamos a llenar”, y sin embargo tenemos un montón de entradas vendidas. Estamos preparando un show brutal, puedo adelantar que va a haber una actuación muy icónica, una canción que he cantado siempre y es muy para Barcelona. Cuando me dieron el sí hace una semana no me lo podía creer.
Estopa estaban asustados el día antes de sacar las entradas a la venta
Estopa es una barbaridad, no sé por qué estaban así porque literalmente arrasan, son los número uno, donde pongan un concierto lo van a vender todo. El primer concierto al que fui fueron los Estopa, me inspiran mucho. Es brutal lo que han conseguido porque tampoco están todo el día haciendo promoción, van a su rollo, trabajan un montón pero hacen lo que quieren y les funciona porque tienen talento. Hacen unas canciones brutales que ya forman parte de nuestras vidas.
Va a ser la segunda artista española que llene el Estadi Olímpic
Lo que más ilusión me hace es que es Barcelona, donde he crecido y está toda mi familia, mis raíces. He pasado ochocientas veces por ahí en bus, lo veía y me parecía fuerte ir a ver un concierto en el Estadi Olímpic, pensaba que mis padres no me iban a dejar porque era muy grande. Y ahora voy a hacer uno, es muy loco para mí.
La primera vez que le propusieron hacer un gran estadio, que fue el Bernabeu, ¿cómo se sintió?
Dije que no, que ni de broma, que no lo íbamos a llenar, imposible, pero me dijeron que quien no arriesga, no gana. Estaba en un buen momento de mi carrera -siento que también lo estoy ahora- justo veníamos de hacer una gira de Alpha muy grande, y dije venga, si me equivoco me equivoco, no se me tienen que caer los anillos.
Y se vendió todo en una hora
Fue muy loco, y todo el mundo diciéndome que se había quedado sin entrada. Sacamos una segunda fecha en mayo del 2024 y también se vendió todo. Ahora también estoy contenta porque la gente sigue confiando después de tres cambios de fecha, que es bastante decir.
¿Estos grandes conciertos también han sido un aprendizaje en lo económico?
He tenido que aprenderlo todo, no es que me pasen el presupuesto, sino que soy yo quien paga. Tanto yo como la compañía pagamos los estadios, no vamos a tener ningún tipo de beneficio, de hecho tenemos que invertir dinero. Al final es una inversión por mi carrera, apostar por una misma y por los fans, para que puedan vivirlo.