Priscilla Morris: “El mundo se desintegra y la cultura es la mejor manera de no volverse loco”

El arte sanador

La escritora ambienta su novela debut en el asedio de la ciudad bosnia

14 - 02 - 2025 / Barcelona / Entrevista a Priscilla Morris por 'Las mariposas de Sarajevo) / Foto: Llibert Teixidó. Priscilla Morris es una autora y conferenciante británica cuya primera novela, Black Butterflies, fue preseleccionada para varios premios, incluido el Premio Femenino de Ficción.

La escritora Priscilla Morris, en el CCCB, durante su visita a Barcelona para presentar su novela 

Llibert Teixidó

Priscilla Morris (Reino Unido, 1973) tenía diecinueve años cuando su casa de Londres empezó a llenarse de familiares de Sarajevo. Huían de la guerra de Bosnia y se sobresaltaban cada vez que alguien daba un portazo. Cada noche, veían juntos la BBC . “Las imágenes resultaban más destructivas en cada telediario y el ambiente se tensaba en el salón”, recuerda la escritora en su viaje a Barcelona para presentar Las mariposas de Sarajevo (Duomo / Periscopi), ambientada en la primavera de 1992, cuando el conflicto comenzó.

La protagonista es Zora, una pintora de 55 años que, en cuanto empieza a oír tambores de guerra, envía a su marido, a su madre y su hija a Reino Unido. “Se convence de que serán solo unas semanas y de que se reunirán pronto. Ella prefiere quedarse. Teme que los ladrones aprovechen el alboroto para hacer de las suyas y, de paso, aprovecha para tener tiempo libro para ella. Quiere pintar tranquila, y el día a día no se lo permite. Obviamente, no es consciente de que una guerra como tal se está iniciando. Uno siempre piensa que la violencia cesará”. Pero cuando se da cuenta, es demasiado tarde y queda atrapada en la ciudad.

Nadie es consciente de que una guerra como tal se está iniciando. Uno siempre piensa que la violencia cesará”

Morris se inspira en Dobrivoje Beljkašić, Dobri, su tío abuelo, para crear el personaje de Zora. “Con mi familia veíamos las noticias, pero nunca hablábamos de la guerra como tal. Veías los rostros desencajados y no había oportunidad. Con los años, se optó por esquivar el tema. Sin embargo, en el entierro de mi abuelo, Dobri se abrió y me habló de aquella Sarajevo oscura que nada tenía que ver con la que yo había visitado años antes en las vacaciones de verano”.

Dobri era un pintor paisajista, famoso por pintar los puentes otomanos de Bosnia. Tenía un estudio en el antiguo Ayuntamiento de la ciudad, sede de la Biblioteca Nacional y Universitaria de Bosnia. En agosto del 92, los nacionalistas serbobosnios lanzaron proyectiles incendiarios. “Se quemaron más de dos millones de libros y Dobri perdió los cerca de 300 cuadros que allí guardaba. La obra de toda una vida. Tenía entonces 68 años y se convenció de que era tarde para volver a empezar de cero, así que anunció a todo el mundo que dejaría de pintar”. 

La escritora Priscilla Morris, en el CCCB, durante su visita a Barcelona para presentar su novela

La escritora Priscilla Morris, en el CCCB, durante su visita a Barcelona para presentar su novela 

Llibert Teixido

El artista logró escapar junto a su esposa en el último convoy de la Cruz Roja y marchó a Inglaterra. “Tras un periodo de recuperación y de reconexión con la naturaleza, volvió a pintar, y así durante veinte años más. El arte le ayudó a sanar heridas y a integrarse en la sociedad británica”.

Morris remarca que, pese a la dureza de los hechos que narra, sus páginas tienen momentos de luz, que llegan todos a través del arte, pues “nos ayuda a dar sentido a nuestras vidas y nos permite dejar de ser animales que se limitan a sobrevivir. En un asedio y en una guerra se busca limitar a las personas a su mera existencia. Tienes cada vez menos provisiones de alimentos, no tienes agua ni electricidad y te pueden matar en la calle. El mundo se desintegra, pero hay que pensar en más cosas para no volverse loco y la cultura es la mejor manera”.

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