Es sabido que la nostalgia es un componente de primer orden a la hora de vender discos o conciertos de rock y de pop. Pero no basta con ella. Si El Último de la Fila puede cumplir el sueño de actuar dos veces en el Estadi Olímpic durante su próxima gira no es solo por los mecanismos del recuerdo que activan sus canciones, sino porque tanto Manolo García como Quimi Portet han seguido desarrollando unas sólidas carreras en solitario que acreditan que siguen siendo músicos (muy) en activo.
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