Al regresar a su amada Ítaca tras la Guerra de Troya, Odiseo (Ulises, en latín) se topó con una situación inesperada. Los veinte años que se mantuvo alejado de su isla y de su familia hicieron que su palacio se llenara de un numeroso grupo de pretendientes que trataban de casarse con su esposa y querían hacerse con su trono.
Las vivencias de este héroe legendario de la mitología griega aparecen narrados por Homero tanto en la Ilíada como en la Odisea, de la que es el personaje principal. Siempre se le presenta como un individuo astuto, versátil e inteligente, capacidades que le permiten salir airoso de sus múltiples aventuras.
Trabajando en el sitio desde 1994
Con semejantes atributos personales, es normal que se construyeran templos en su nombre, se le quisiera rendir tributo y se buscara obtener su favor. Precisamente, arqueólogos de la Universidad de Ioánnina acaban de descubrir el santuario de Odiseo en el yacimiento de Agios Athanasios, en la zona norte de la isla de Ítaca.
Los trabajos, que han estado en desarrollo desde 1994, han permitido excavar el sitio conocido como la Escuela de Homero, descubierto a principios del siglo XIX y que tiene como núcleo una gran formación rocosa en la ladera oriental de Exogi, en una zona con manantiales.

Vista desde el sur del ala superior de una de las escaleras que conectan las dos terrazas
Las antigüedades descubiertas se ubican en dos terrazas conectadas por dos escaleras talladas. El Andiro Superior está dominado por los restos de una torre helenística del siglo III antes de Cristo, mientras que la mayor parte del Andiro Inferior está ocupada por un gran edificio rectangular.
Los investigadores aseguran que el complejo monumental helenístico puede identificarse con certeza con un santuario al héroe que se menciona, junto con los juegos relacionados (la Odisea), en una resolución del ayuntamiento de Ítaca de aproximadamente el año 207 antes de Cristo.
La infraestructura jugó un papel fundamental en la vida religiosa, social y posiblemente política de los itacenses de la época helenística y romana temprana, pero también tuvo un carácter de peregrinación más amplio, según indican los especialistas en un comunicado del ministerio de Cultura de Grecia.
Hace más de un siglo se encontró la inscripción votiva incisa ΕΥΧΗΝ ΟΔΥCCΕΙ (“gracias Odiseo”) en un fragmento de máscara de arcilla en la cueva del Puerto de Polis. Ahora, dos nuevos testimonios de la misma época (con las inscripciones ΟΔΥCCΕOC -Odiseo, en genitivo- y ΟΔΥCCEI -su nombre, en dativo-) revelan nuevos detalles sobre el culto posterior al héroe.

Fragmento de un azulejo estampado de época helenística, con parte del nombre de Odiseo
Se ha hallado, además, un busto de bronce en miniatura con las características de Odiseo, según la representación de su figura en el arte grecorromano y en monedas de bronce de Ítaca de los siglos IV–III antes de Cristo. El florecimiento del complejo se sitúa entre el periodo helenístico y el romano temprano-medio (hasta los siglos I/II d.C.).
El conjunto se caracteriza por tener estructuras robustas en las terrazas, incorpora impresionantes elementos arquitectónicos tallados, así como nichos para ofrendas o inscripciones, que testifican el uso intensivo del espacio inferior con fines cultuales.

Fragmentos cerámicos del Neolítico Final
Además de una gran cantidad de pequeños objetos, los hallazgos incluyen un conjunto de 34 fragmentos de ofrendas de arcilla, varias decenas de pesas de telar, un pequeño tesoro de joyas de oro y otros objetos, principalmente de bronce. Más de 100 monedas procedentes de diversas ciudades revelan un flujo continuo de visitantes.
Los testimonios más antiguos de actividad humana en el yacimiento datan del Neolítico Final (V y IV milenio a.C.) e incluyen varias decenas de artefactos de sílex, así como varios cientos de fragmentos cerámicos. En cuanto a los testimonios de la Edad del Bronce, se han identificado hasta el momento fragmentos procedentes de unos 30 recipientes diferentes de finales del siglo XIV y del siglo XIII antes de Cristo.

Busto en miniatura de bronce de época romana, con las características de Odiseo
Un asentamiento micénico en la Escuela de Homero probablemente servía para la supervisión de puertos y tierras, así como para gestionar los ricos recursos hídricos de la zona. Formaría parte de una red de yacimientos repartidos por el fértil y bien comunicado noroeste de Ítaca.
El mayor volumen de material cerámico encontrado se remonta al periodo helenístico y romano temprano. Entre el conjunto de fragmentos se han identificado hasta ahora los restos de ocho recipientes rituales usados en santuarios griegos para las abluciones o purificaciones con agua.
También se encontraron miles de fragmentos de tejas, 14 de ellas selladas con inscripciones en griego y latín. Una lleva un sello con parte de una inscripción y la letra Δ, otra está sellada con las letras ΔΗ, mientras que otras dos conservan parte del nombre de Apolo Aguieo, lo que indica un culto local.