Bañarse en una playa dejó de ser lo mismo a partir del 20 de junio de 1975. Ese día se estrenaba Tiburón , la película que narra el ataque de un sanguinario escualo sobre las costas de un pueblo de Nueva Inglaterra, haciendo estragos entre los bañistas y arruinando el verano de la turística villa. Un joven director llamado Steven Spielberg (27 años tenía entonces) convirtió al animal, mediante la fabricación de diversas réplicas mecánicas, en un monstruo de dimensiones sobrehumanas que atacaba por sorpresa.
Un joven Steven Spielberg, posa divertiddo en la boca del tiburón mecánico de la película.
Basada en una novela de Peter Benchley publicada en 1973, con pulso narrativo, la cinta lograba crear un inquietante terror a lo desconocido, que paralizó al público en sus asientos.
Se ha dicho que el enorme impacto de la cinta aceleró la pesca de la especie, temida como enemiga implacable de los seres humanos, un temor hoy refutado por la biología.
