Eloy Calvo, formado en dirección en la Escac, ha estado mucho tiempo dibujando story boards para el cine y series de animación. Su objetivo, sin embargo, era siempre dirigir cine y lo ha logrado con La furgo, una película rodada en catalán sobre un hombre de 45 años, divorciado, sin trabajo, desahuciado y con una hija de seis, que se ve obligado a vivir en una furgoneta mientras intenta reconstruir su vida.
La historia parte de la novela gráfica homónima de Martín Tognola y Ramon Pardina (La Cúpula, 2018). “Me la compré espontáneamente en un salón del cómic en el 2018, cuando se publicó, y me gustó mucho. Me puse en contacto con los autores y les dije que creía que había una película. Movimos el proyecto por productoras hasta que llegamos a Teidees, con mucha experiencia en series de animación y conocían el cómic, y también buscábamos un proyecto de película de ficción. Han sido los mejores compañeros de viaje”, confiesa el realizador en charla con este diario.

Ós no quiere perder la custodia de su hija
El relato, además, presenta escenas que incluyen animación tradicional en 2D y el realizador ha contado con Tognola y Pardina en una adaptación que es “muy fiel” al original, sobre todo en la esencia de los personajes. El filme refleja la precariedad laboral y de vivienda que tan de actualidad está estos días. El protagonista aprovecha para ir al servicio o ducharse a escondidas en la casa de un viudo al que repara pequeños electrodomésticos y que siempre ve documentales sobre osos en la televisión. “El de la vivienda es un problema vital. El personaje principal, Ós (Oso), se encuentra en una situación en la que su último refugio es una furgoneta antigua a punto de desmontarse. No quería mostrar una manera de vivir romántica o idílica. Vive allí porque no tiene nada más”.
Ós se encuentra en una situación en la que su último refugio es una furgoneta antigua a punto de desmontarse. Vive allí porque no tiene nada más.
Calvo subraya que cuando leyó el cómic estaba colaborando con Arrels Fundació en campañas audiovisuales. “Hice un documental sobre gente que se había quedado sin casa, había roto vínculos familiares y estaban solas. Conocí sus historias de primera mano y fue muy impactante”, asegura. “Y Barcelona directamente me expulsó a mi y mi pareja”, agrega. “Vivíamos de alquiler y al finalizar el contrato nos doblaron el precio a una cifra inasumible. Así que nos fuimos de la ciudad. Por eso, sin llegar al nivel del protagonista, ves cómo el problema del acceso a la vivienda afecta a tu propia vida y amigos”.
Ós, encarnado por el actor Pol López, recoge a su hija del cole en la furgo y le pide que no diga nada a la madre para no perder la custodia. Su ex está a punto de casarse con su nueva pareja, algo que hunde aún más en la miseria a este hombre que dice a todo el mundo que lo de vivir en esa incómoda autocaravana “es provisional”, pero se está cronificando. Por si fuera poco, se entera de que su padre, con el que no tiene relación, se está muriendo. “Él tiene una voluntad de montarse su vida por su cuenta, sin depender de los demás. Y tiene una faceta muy imaginativa que se ve en los dibujos que hace cuando está solo y que explica a su hija. Es un personaje muy rico a nivel mental”, sostiene el realizador. Un personaje con un nombre de origen misterioso que, a la postre, sirve de metáfora porque “es como un oso encerrado en su cueva hibernando”. Pero no está solo en su odisea. Hay vecinos y amigos como un policía nacional y un heavy nostálgico de los ochenta que se preocupan por él.
Ós tiene unas grandísimas convicciones y de manera íntima intenta vivir a su manera y eso me gusta porque es una forma de luchar contra el monstruo que hay siempre en las ciudades, con los precios y la vivienda inaccesible, la gentrificación...
Pol López entró desde el principio en el proyecto de esta película, que se rodó durante solo 19 jornadas y logró el premio a la mejor banda sonora para Marc Parrot en la pasada edición del BCN Film Fest. El intérprete catalán se quedó prendado del cómic porque era “una historia bonita que hablaba de una manera diferente de Barcelona, las relaciones paternofiliales y de la precariedad”. Le atrajo que su personaje “llevara un estilo de vida bastante independiente, que tuviera la capacidad de inventar y todas las dificultades que planteaba esa manera de vivir”. Pese a lo que le ocurre, “Ós tiene unas grandísimas convicciones y de forma íntima intenta vivir a su manera y eso me gusta porque es una forma de luchar contra el monstruo que hay siempre en las ciudades, con los precios y la vivienda inaccesible, la gentrificación... de una manera naif y cómo un animal fuera de lugar, intenta encontrar su lugar en esta furgo”, defiende.

Eloy Calvo y Pol López presentaron 'La furgo' en el BCN Film Fest
De alguna manera, el personaje ejemplifica que “todo puede irse a pique” en cualquier momento y la película “habla de gente que está al límite, hay mucha más gente de la que pensamos que está muy al límite de perder la casa, de no tener recursos y no acceder a una vivienda digna”, declara López, que reside en la capital catalana. “Yo puedo odiar mi barrio gentrificado, pero al mismo tiempo lo quiero y no me quiero ir. Al contrario, quiero pisar con calma los lugares y tampoco quiero despreciar a los turistas porque uno mismo lo es”, manifiesta el actor, que actualmente está rodando la película La desconocida, de Gabriel Ibáñez, al lado de Candela Peña y Ana Rujas.
Todo puede irse a pique en cualquier momento y la película habla de gente que está al límite
“Creo que pese a la presencia de este monstruo, hay que intentar no huir. No quiero marcharme de mi barrio. Hay que volver a reconquistar lugares que son nuestros”, dice López, que disfrutó conduciendo la furgo por la sensación de tractor que tenía. “Pero era demasiado grande y era difícil aparcar”. También opina que Ós es alguien demasiado orgulloso para pedir ayuda aunque la necesite. “No es solo un padre que se lleva bien con su hija, es orgulloso, a veces inaccesible y me gustaba el hecho de que no fuera un personaje plano”, concluye.