Este 2025 se quedará huérfano, literariamente hablando. Los históricos premios Octubre, convocados anualmente por la editorial valenciana Tres i Quatre y encargados de descubrir nuevas voces de literatura catalana, no se celebrarán. Así lo ha confirmado la organización en su página web en un escueto comunicado, alegando la decisión como “consecuencia de una conjunción de factores adversos y por elementos de orden interno”. Poco después, el semanario cultural y de política El Temps, que pertenece al mismo grupo, ha aportado más detalles, como la “situación económica complicada” por la que pasa el galardón y que La Vanguardia ha podido confirmar.
Las subvenciones han menguado desde 2023, coincidiendo con la llegada de PP y Vox a las instituciones valencianas, y la inundaciones por la dana del pasado octubre, tal y como ya afirmó en su momento el sector del libro, también han supuesto un duro golpe, pues se echaron a perder miles de libros y las ayudas tardaron en llegar.
Se trata de la primera vez desde 1972 en la que no habrá convocatoria. La organización insiste en que se está trabajando para hallar una vía de estabilidad económica que permita que los premios se sigan celebrando.
En la pasada edición, el certamen, si bien entregó sus premios de forma telemática, no organizó ningún tipo de gala, lo que ya indicaba el desgaste y los crecientes problemas económicos. Era la sexta vez que eso ocurría, aunque por motivos muy diversos, como la pandemia, en 2020; la pantanada de Tous, en 1982; la crisis financiera en 2011; o la sentencia del procés, en 2019, entre otras.
Los premios Octubre fueron creados en 1972 para promover la lengua y la cultura catalana en plena dictadura y, a lo largo de los años se convirtieron en una gran fiesta reivindicativa y cultural que reunía a intelectuales de todo tipo y que dejó nombres como Carmelina Sánchez-Cutillas, Joan F. Mira, Isa Tròlec o Josep Piera.
En la edición de 2023 acudieron a la gala políticos como Pere Aragonés o Joan Baldoví. En la edición de 2024, en cambio, todo pasó a la virtualidad. Eusebi Ayensa (Figueres, 1967) ganó en la categoría Joan Fuster de Ensayo por El bell viatge. Kavafis a la cultura catalana, que tomaba como hilo conductor Ítaca, el más conocido de los poemas del artista griego. El jurado valoró “su capacidad de conectar temas universales con la catalanidad”. En la categoría de poesía destacó Isabel Garcia Canet; y en la de teatro, Carla Rovira y Eva Saumell. El premio Andròmina de narrativa, en cambio, quedó desierto, pues ninguno de los 92 originales tenía “el nivel esperable”.