Proyecto Comedia: las claves del edificio que cambiará el perfil del paseo de Gràcia

La nueva Barcelona

Hablan los arquitectos catalanes y alemanes que perfilan el nuevo museo Thyssen, que alcanzará hasta nueve plantas

FOTO ALEX GARCIA EL MUSEO THYSSEN SE INSTALARA EN EL ANTUGIO CINE COMEDIA DE LA GRAN VIA DE BARCELONA 2024/11/29. Stoneweg compra el Comedia para el Museo Carmen Thyssen. El fondo invierte más de 100 millones de euros en la adquisición y rehabilitación del edificio del paseo de Gràcia.

Con el proyecto quedarían solventadas las medianeras a vista de los edificios adyacentes 

Àlex Garcia

Cualquier anuncio de intervención arquitectónica contemporánea sobre un edificio de valor histórico es motivo de desasosiego. Y más si se trata del Palau Marcet, la icónica esquina del cine Comedia, en paseo de Gràcia con Gran Via, del que en origen queda poco, a parte de la fachada protegida, pues cuando se convirtió en teatro, los interiores desaparecieron por completo. Y hubo otros cambios, incluido su último uso como cine.

Sea como fuere, el temor de que las obras para instalar ahí la colección de arte catalán de la baronesa Thyssen desvirtúen el paseo de Gràcia es grande, máxime cuando ya circula un render –una recreación gráfica– que muestra unos volúmenes monolíticos de hasta seis plantas más asomando por la fachada neoclásica. Pero, ¿qué indicaba en realidad esa recreación? ¿Y quiénes son y cómo piensan los arquitectos que tienen entre manos la reconversión del cine Comedia en el nuevo museo Thyssen en la capital catalana?

Futuro museo Carmen Thyssen en el antiguo cine Comedia

El render dado a conocer hasta ahora no es la futura maqueta del museo, sino los volúmenes máximos a ocupar. Con el proyecto quedarían solventadas las actuales medianeras laterales a vista 

REDACCIÓN / Terceros

La Vanguardia ha conversado en exclusiva con los dos estudios que colaboran en el proyecto, Casper Mueller Kneer, con sedes en Berlín, Londres y Seúl, y el catalán OUA, ambos encantados con el trabajo en equipo y orgullosos de contribuir a devolver la esencia palaciega al Marcet, pero con afán de desmentir que esos renders publicados tengan nada que ver con el diseño de la obra.

“Estábamos todavía en una fase previa, trabajando en el volumen máximo de la ampliación. Eso no significa que estemos comprometidos con ese volumen específico. Seguimos trabajando en él y en las propuestas de nueva fachada en relación con el edificio existente”, indica Àlex Gómez, de OUA Group. El proyecto sigue, aseguran, en la fase preliminar de la escala urbana, pensando en los detalles de la conexión con los edificios vecinos. Esas medianeras a vista que son un problema estético que ahora puede resolverse. El objetivo es fusionarse con las alturas de los edificios adyacentes para salvar el “vacío” que deja la menor altura del Palau Marcet.

“Claro que va a cambiar la vista del paseo de Gràcia, pero, por supuesto, queremos mejorarla”

“Es una condición especial, la del palacio. La rotonda tiene tres edificios altos, y luego está el palacio, con diferencia el más bajo –añade Olaf Kneer-, crea un vacío extraño. Pero de momento solo se han establecido las alturas que no debemos sobrepasar. Estamos trabajando en qué hacer con ese volumen”.

Huelga decir que el Ayuntamiento está al tanto del proceso a través de patrimonio, planificación y diseño urbano. Para Vicente Hernández, director de diseño en Casper Mueller Kneer Architects, “se trata de mantener la esencia. Cada prueba que hemos producido, la hemos probado y cuestionado desde cada ángulo posible. Incluso hemos llevado al Ayuntamiento una maqueta enorme, como la mitad de Barcelona, para testar el skyline y ver cómo le afecta cada centímetro que elevamos. Claro que va a cambiar la vista del paseo de Gracia, pero queremos mejorarla”.

La colección de arte catalán ocupará dos plantas, avanzan, y se contará con el piso intermedio y el superior para instalaciones y exposiciones de arte contemporáneo. Otra planta la ocupará el auditorio, de 400 personas. Y la entrada será un gran atrio, como extensión del espacio público, en el que podrán exponer artistas. Todo poniendo mucho énfasis en los materiales. “Será un edificio para el arte con exposiciones temporales, eventos, tienda, restaurante: todo lo que uno esperaría de un museo contemporáneo”.

“No es necesario replicar espacios del pasado –argumenta Hernández–, pero la colección de arte catalán podría integrarse en esos escenarios de grandes salones con conexiones espaciales”. Aunque es pronto para hablar de estilos arquitectónicos, está claro que habrá dos lenguajes diferentes, porque la forma de exponer arte contemporáneo tiene requisitos distintos al entorno que precisa la exposición permanente, que podría ser más clásico, relacionado con el palacio. Las partes dedicadas al arte actual serán más flexibles, quizá más técnicas. Y junto al carácter que aporta la fachada histórica, abocará en algo ecléctico, advierte el estudio con sedes en Berlín, Londres y Seúl.

“Hemos llevado al Ayuntamiento una maqueta enorme, casi la mitad de Barcelona, para testar el nuevo ‘skyline’”

Ellos ya tienen experiencia en responder a edificios neoclásicos, haussmannianos, brutalistas... y lo que se plantean es a qué deben conectarse, para dar continuidad cultural, cuando el edificio ha tenido tantas adiciones. Y también si eso se convierte en un museo, en una tienda o en una galería. “La intervención lo es también en el espíritu de este edificio, en lo que representa su historia, que va de hogar a lugar de representación”.

¿Preferirían un proyecto en el que empezar de cero? “Operar sobre obra existente implica un nivel de complejidad que ayuda a encontrar soluciones, una nueva estética y un nuevo tipo de espacio que nunca obtendrías con un edificio nuevo. Y el compromiso con la historia, la ciudad y las condiciones existentes eleva los proyectos, lo disfrutamos mucho”, dicen los de Casper Mueller Kneer. “Nosotros vamos en la dirección opuesta, a sacar cuanta más vida podamos del edificio, a contribuir a su longevidad”. La idea es inaugurar el nuevo Thyssen el segundo semestre del 2028.

Vertical

Concept store de Saint Laurent en los Campos Elíseos obra de Casper Mueller Neer Architects 

Paul Riddle Photographer Limited / Terceros
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