En mente, un cocinero, uno profesional, que pone a disposición de todo el mundo una receta. Marca los ingredientes, las proporciones y la manera de cocinar. A pesar de toda precisión que incluya, la receta en manos de cada persona a la práctica será siempre diferente por su tiempo de cocción, la calidad de los productos, la pizca de sal. Incluso la manera de remover con la cuchara altera el resultado. Muy difícilmente habrá un plato que se parezca a otro, ni en presentación, ni en sabor. Y probablemente una misma persona tampoco conseguirá en futuras ocasiones mimetizar el plato elaborado en esta ocasión, para bien o para mal.
Las obras de arte generativo que se exponen en la tercera edición del festival Responsive dreams -este fin de semana en Roca Umbert, Fàbrica de les Arts, en Granollers- cumplen con esta metáfora, solo que el cocinero hay que sustituirlo por un artista digital, y las personas que ponen en práctica la receta, por medios informáticos. Como el cocinero, el artista introduce en un software instrucciones y un conjunto de reglas detalladas (algoritmos) en la computadora, y es esta la que ejecuta sin que el creador e ideólogo sepa con exactitud qué se plasmará. En cierta manera hay un azar, pero administrado por el artista, y el resultado son piezas animadas, infinitas –en tanto que la computadora no se detiene nunca- y únicas, porque lo que se visiona como consecuencia de los algoritmos en un momento dado no se volverá a repetir jamás.
“Se puede ver como una fusión de la creatividad humana y el poder computacional de las máquinas”, aseguran los organizadores. Son artefactos tecnológicos que se ensamblan, se crean y se idean por el artista con la colaboración de las máquinas, que lo ejecuta.
Participan artistas como Aleksandra Jovanić, Amy Goodchild, Bustavo, Frederik Vanhoutte, Hal09999, Julian Hespenheide, Manuel Lariño, Paolo Curtoni
La amalgama final de colores, líneas, formas o figuras geométricas que se ofrece al público se presenta digitalmente, en alguna de las más de treinta pantallas que hay en el recinto..
Participan artistas con cierto renombre en el momento del arte generativo: Aleksandra Jovanić, Amy Goodchild, Bustavo, Frederik Vanhoutte, Hal09999, Julian Hespenheide, Manuel Lariño, Paolo Curtoni. Sin embargo, y además, también se pueden contemplar algunas en formato estrictamente físico, instalaciones propiamente dichas, sin pantalla de por medio. Estas son creadas por Mónica Rikić con Psychoflage, Niklas Roy y su artefacto Generative Art 1€, Rotor Studio con Artificial y Santiago con Self().
'Vivoteca', de Bustavo.
La programación del Responsive es casi un non-stop diario. Doce horas ininterrumpidas y gratuitas de oferta, entre charlas, sesiones de dj y demás, destacando también los live coding: programación y ejecución en directo de un código introducido a través de un software con el resultado artístico plasmado in situ. En el caso de esta exposición, estos códigos estarán introducidos por unos desarrolladores que cristalizarán en piezas musicales y visuales, mientras el público podrá ver en directo a través de unas pantallas las instrucciones que introducen los desarrolladores o live coders.
Es la tercera edición del Responsive dreams. En el 2023 se estableció en la Nave Bostik, en Barcelona. El año pasado aterrizó en Granollers en un espacio más reducido al actual. La exposición está a cargo de la asociación sin ánimo de lucro Museu d'Art Generatiu y tiene la habilidad de dar pinceladas del proceso de creación de arte generativo –para quien quiera profundizar, en la web responsivedreams.com las explicaciones son extensísimas-, pero también permite al visitante alejarse voluntariamente de este interés para limitarse a experimentar placer estético –visual y a veces sonoro- con las obras que se presentan.
