“Goya vuelve a su pueblo para quedarse”. Con estas palabras, casi dos siglos después de su muerte, los maestros Antonio López y Andrés Ibáñez han desvelado al público la escultura a tamaño natural del pintor Francisco de Goya en su localidad natal, Fuendetodos, en la provincia de Zaragoza. Un trabajo artesanal hecho en bronce que a partir de hoy permanecerá a la vista de vecinos y turistas. “Es un sueño que las obras estén la calle”, manifestó el maestro manchego.
La expectación en el municipio zaragozano, que hoy celebra sus fiestas goyescas, era máxima para honrar a su hijo más ilustre, y han recibido con alborozo una pieza que ocupa un espacio simbólico entre la Casa Natal de Goya y la Sala Zuloaga, epicentro del pueblo.

El pintor y escultor Antonio López (d) y el escultor Andrés Ibañez (i) durante la presentación de una estatua de su creación a tamaño natural de Francisco de Goya
La obra es un bronce que ronda los 1,80 metros, supera los 300 kilogramos de peso y ha supuesto una inversión de 200.000 euros. Es una creación conjunta entre los dos artistas y amigos, una labor que recuerda a los talleres renacentistas y en la que han conjugado métodos tradicionales con técnicas modernas para darle vida.
“Empezamos moldeando una cabeza a partir de los autorretratos de Goya. Pero no de su vejez, sino cuando estaba en la cúspide de su carrera y era primer pintor de cámara”, relató Ibáñez. “Un Goya maduro, al que todavía le quedaba energía creativa”, añade junto a la efigie, que vestido de cortesano, con coleta y mirada al frente, recibe sobre un pedestal mínimo a los curiosos.
Escultura
La obra, de 1,80 metros, refleja a un Goya en la cúspide de su carrera
Luego conocieron a Augusto González, cantante y actor aragonés que posó para ellos como modelo vestido de época en su taller de Arganda del Rey (Madrid) y les inspiró a la hora de dar forma al cuerpo.
“Ha sido un gran reto y una gran responsabilidad ponerse en su piel”, aseguraba el modelo, también integrante del grupo B Vocal, para quien Goya fue un “artista total” que brilló en la pintura, amó la música y se codeó con los intelectuales de la época.

El pintor y escultor Antonio López (d) durante la presentación de una estatua de su creación a tamaño natural de Francisco de Goya
Tras esos posados, digitalizaron el boceto original, que sirvió para hacer un prototipo de poliuretano, y tras, vario procesos más, empezó el proceso de fundición. “El bronce es un proceso más lento, es como hacer dos o tres veces la misma escultura, pero merece la pena porque es el material más duradero para estar en la calle”, añadió Ibáñez.
Por su parte, Antonio López, menudo y de sonrisa fácil a escasos meses de cumplir los 90 años, aseguró que este encargo “no ha sido difícil”, gracias en parte a los “fenomenales” autorretratos que dejó Goya, uno de sus artistas favoritos.
Escultura
Antonio López asegura que el encargo “no ha sido difícil”, gracias a los “fenomenales” autorretratos que dejó Goya
El Ayuntamiento de Fuendetodos, decidió hace un par de años encargar la estatua al afamado artista manchego, conocido por sus pinturas hiperrealistas, con la intención culminarlas para la Fiesta Goyesca de este año, en las que López ha participado con entusiasmo. Se trata de la obra más importante que va dejar el manchego en Aragón, después de que no llegara a buen puerto su ofrecimiento para decorar una de las cúpulas del Pilar.
Ahora, los planes del municipio pasan porque a la escultura hoy inaugurada se le una otra, también de manos de López e Ibáñez, de Ignacio Zuloaga, el gran pintor vasco que, en su fascinación por Goya, se organizó con otros intelectuales y mecenas del siglo XIX y XX para comprar su casa natal en Fuendetodos y contribuir al recuerdo del maestro aragonés.