Lady Gaga renovó los lazos que la unen a Barcelona con tres actuaciones en las que demostró que es la diva del momento, capaz de combinar calidad musical y espectacularidad sobre el escenario, la misma fórmula con que Giacomo Meyerbeer dio vida al concepto de grand opera cuando presentó Roberto el diablo en 1831. No hubo diablo, pero sí zombis y calaveras en el show de dos horas y media, una ópera neogótica en la que Lady Gaga se acompañó por dos docenas de bailarines sobre un escenario convertido en teatro lírico que llevó al límite la capacidad escenográfica con un despliegue de calaveras gigantes, escaleras móviles, pirotecnia y multitud de cámaras para retransmitir el concierto a los asistentes desde otra perspectiva, añadiendo nuevos planos como la interpretación de How bad do U want me desde el fondo de los vestuarios hasta la pasarela recubierta a su vez de una pantalla de alta definición.
Todo esto se desplegó en un escenario como el Sant Jordi, que además ofreció una acústica de calidad, característica menos habitual de lo deseable en esta instalación construida para albergar pruebas deportivas en los Juegos Olímpicos de 1992.
Kendrick Lamar & SZA, Billie Eilish, Post Malone o Robbie Williams eligieron la ciudad para sus giras
En total, los tres shows que la artista neoyorquina ha ofrecido en el Palau Sant Jordi han reunido a 56.000 personas, muchas de ellas llegadas de fuera de la ciudad. Así lo dejó patente el incremento en un 31% de los viajes en tren a Barcelona coincidiendo con las actuaciones, las únicas que la creadora de Bad romance dio en territorio español dentro de la gira The Mayhem ball , organizada por la mastodóntica promotora Live Nation, responsable también de conciertos como el de Post Malone o Kendrick Lamar & SZA, celebrados en el Estadi Olímpic Lluís Companys.
Si algo tienen en común estas tres actuaciones, además de compartir promotora, es haberse realizado en instalaciones de BSM y ser las únicas actuaciones que los respectivos artistas han celebrado en España. Una exclusividad que comparten con conciertos como la doble actuación de Billie Eilish, que el pasado junio presentó en el Sant Jordi su tercer disco, Hit me hard and soft , las próximas actuaciones de Jamiroquai y Mumford & Sons o el éxito del quinteto de kpop Blackpink, que llenó el Olímpic el pasado mes de agosto, donde también actuaron los Guns N’Roses.
La presencia de estos artistas en Barcelona prueba la solvencia de la ciudad para atraer grandes artistas, ahora que Madrid se postula como rival directa en lo que a tema de conciertos se refiere, con residencias como las de Bad Bunny, Joaquín Sabina o Dani Martín.
Por su parte, Barcelona acogió el único concierto de Robbie Williams, en este caso en el RCDE Stadium de Cornellà, sin olvidar la presencia en el pasado Primavera Sound del trío ya conocido como las Supernenas: Charli XCX, Sabrina Carpenter y Chappell Roan. El trío de voces femeninas ofreció sendos conciertos en una reunión única que suponía además el único concierto de Chappell Roan en España, así como uno de las dos únicas actuaciones europeas de Sabrina Carpenter, autora del conocido Espresso .
De cara a la próxima temporada, Barcelona acogerá conciertos destacados como la triple velada en el Sant Jordi de Bad Gyal, los cuatro recitales que celebrará Aitana, el regreso de Eric Clapton veinte años después o el inicio en el Estadi Olímpic de la gira del esperado reencuentro de El Último de la Fila.

