“Un buen escritor puede llegar a escribir mucho mejor un libro con la IA”

Entrevista

Publica 'El maestro de los tambores'

Horizontal

José Eduardo Agualusa en el CCCB de Barcelona, donde participó en la pasada edición de Kosmopolis

Mané Espinosa

Qué es real y qué es ficción. José Eduardo Agualusa se mueve como pez en el agua por un mar imprevisible, donde la memoria se transforma y la identidad muda de piel. El escritor angoleño en lengua portuguesa, uno de los máximos exponentes de ese realismo africano tan cercano al realismo mágico (“creo que el latinoamericano vino de África”, apunta) ha decidido cambiar la historia de su país en su última novela, El maestro de los tambores (Edhasa). La publicación de esta ficción histórica en España coincide con la recuperación en catalán de uno de sus grandes éxitos literarios, El vendedor de pasados (ya en Edhasa y ahora en Edicions del Periscopi), escrito hace veinte años. El libro, cuyo protagonista se dedica a crear pasados a medida, no deja de ser una sátira sobre cómo la identidad colectiva puede construirse a partir de relatos inventados, un tema de plena actualidad con la entrada en juego de la inteligencia artificial.

Parece un libro premonitorio.

Por razones diferentes, pero sí. En su momento fue bien recibido en Angola y en otros países que habían salido de regímenes totalitarios y veían cómo algunas personas se enriquecían. Se entiende que esos individuos buscasen otro pasado personal para justificar su presente. En este libro hablo de la identidad, de la memoria, unos aspectos que me interpelan mucho y que después he seguido tratando en mis novelas.

¿Le asusta que la IA, que nodiscierne entre verdadero yfalso, interfiera en la creación de la realidad?

La creación de falsas realidades no es algo nuevo pero ahora está alcanzando otros niveles. Buscando información hace poco, la IA me dio una cita falsa. Le pregunté por qué mentía tanto y me dijo que ella solo trabajaba con el lenguaje. Para ella, la realidad pasa a ser aquello más citado. Es muy peligroso porque no tiene ni idea y miente con gran convicción, mezclando pedazos de realidades.

¿Teniendo en cuenta que sus novelas juegan con la ficción y la realidad, se ha planteado utilizar la IA como fuente de inspiración?

Hablando con Mia Couto a raíz del último libro que he finalizado, Tudo sobre Deus (Todo sobre Dios), que presento ahora en Portugal, me preguntó cuántas novelas había escrito. Le dije que no me acordaba bien y me sugirió que se lo preguntara a ChatGPT. Esta novela surgió cuando me encontraba dentro de una máquina de resonancia magnética. Estaba muy asustado y empecé a imaginar el libro, en el que el narrador sería el autor, José Eduardo Agualusa, que se aislaba en el desierto de Angola para morir. Cuando le pregunté a la IA sobre mis novelas, me respondió que había escrito dieciséis y me dio una lista. Uno de esos libros se llamaba Diário das fisuras (Diario de las fisuras), no es un gran título, y le dije que no recordaba haberlo escrito.

¿Qué le respondió?

Que tenía razón. Que no me acordaba porque todavía no lo había escrito. Entonces le pregunté de qué iba y ella me explicó que narraba la historia de un geólogo poeta que se retiraba al desierto de Angola para morir. Yo ya había empezado mi novela y decidí convertir el narrador en un geólogo poeta. De alguna manera acertó. (Risas).

¡Esto es genial! ¿Entonces?

En realidad, creo que los escritores todavía no sabemos utilizar bien este instrumento. Justo estamos empezando y utilizamos la IA de una manera muy infantil. Es como si nos compráramos un helicóptero y lo instalásemos en el patio de casa para jugar con él. En el caso de la literatura, creo que puede llegar a ser interesante para que dé ideas. No obstante, un mal escritor nunca conseguirá escribir un buen libro utilizando la IA. Imagina a Donald Trump. Ni que se encerrara un año entero con la IA sería capaz de escribir un buen poema, todavía menos una novela. Pero creo que un buen escritor con este instrumento puede llegar a escribir mucho mejor un libro.

¿Y está en ello?

Mi inteligencia artificial está aprendiendo, se está adaptando a mí, se va transformando en mí. Ella va replicando mi estilo, va entendiendo cuáles son mis grandes obsesiones como escritor. Por tanto, cuando hablamos, es casi como hablar ante un espejo.

¿Vivimos cada día más en una gran novela de ficción?

Sí, y cada vez es más difícil verificar y distinguir entre la realidad y la ficción. En este sentido, El vendedor de pasados está de más actualidad que nunca.

¿Y El maestro de los tambores? Crea una nueva historia para el reino Bailundo que, en la novela, vence al colonialismo portugués.

Nunca había escrito una falsa novela histórica y me divertí mucho haciéndolo. Existe la idea de que los portugueses estuvieron en Angola 500 años y no es así. El poder colonial dominó el litoral. Ciudades como Luanda estuvieron bajo la dominación cinco siglos pero los pueblos del interior fueron independientes hasta el siglo XX. Solo estuvieron unos 60 o 70 años bajo dominio portugués. En el libro planteo qué hubiera ocurrido si no hubieran tenido esta presencia colonial. Para mí, es una novela sobre saberes antiguos, ancestrales, que pueden ser extremadamente contemporáneos. Muchas veces es en este conocimiento donde se encuentran las soluciones a los problemas de hoy.

En la novela mueren centenares de soldados por el sonido de los tambores. ¿Considera que la música, como la africana, de la que es experto, es más poderosa que las armas?

La música, la cultura, el pensamiento… Creo realmente que la violencia es siempre una renuncia a la razón. Infelizmente vivimos en una época en la que está regresando esta violencia y una cierta irracionalidad. Espero que consigamos volver a la razón.

Tanto en El vendedor de pasados como en El maestro de los tambores está muy presente la maldad y la crueldad. ¿Por qué?

Porque me interesa comprenderlas. La narradora de El maestro de los tambores deja de creer en la humanidad e incluso considera que hace falta reiniciar el mundo. Me interesa saber por qué los hombres son malos.

¿Y ha llegado a alguna conclusión?

No, por eso sigo escribiendo.

Etiquetas
Mostrar comentarios
Cargando siguiente contenido...