David Carabén (★★★★✩)
Lugar y fecha: Patio de la Biblioteca de Catalunya (8/XI/2025)
El Festival Clàssics, cuya programación gira este año en torno a la idea del deseo, invitó a la fiesta a David Carabén (voz, guitarra acústica), protagonista de un recital inédito creado para la ocasión, que llevaba por título La invenció de l’amor. El músico barcelonés subió al escenario con la mejor compañía posible, es decir, con los músicos que completan la nómina del grupo Mishima: Dani Vega (guitarra eléctrica, banjo, mandolina), Bernat Sánchez (teclado, acordeón), Xavi Caparrós (contrabajo, bajo eléctrico) y Alfons Serra (percusión). En conjunto, la gala del sábado se alargó algo más de una hora, con un público numeroso y, sobre todo, atento con reverencia. Fue una ocasión muy especial para disfrutar de cerca de una propuesta singular, tanto por el marco –el escenario situado en un rincón, bajo esos bellos “arcos ojivales”, como destacó Carabén–, como por la factura musical (reposada y con pasajes acústicos interesantes) y, naturalmente, por la temática que nos convocaba.
David Carabén durante su actuación
Al mismo tiempo, hay que decir que Carabén no presentó un nuevo programa estrictamente basado en adaptaciones de trovadores; combinó un par con otros dos estrenos y el repertorio de Mishima, estableciendo eso sí conexiones con las ideas de amor y deseo que estos autores habían fijado. Un vector que, de hecho, Carabén ya había explorado en el disco de Mishima L’amor feliç, publicado en el 2012. Así, aunque quizá habría molado habérselas con más adaptaciones, la coherencia entre concepto y repertorio resultó óptima.
Después de inaugurar la gala con la siempre indicada Ordre i aventura, llegó la primera adaptación trovadoresca: La cançó del no-res, donde los versos de Guilhem de Peitieu dialogaban con otros de composición propia, bellamente resaltados con banjo y acordeón. Un viaje formidable, como también lo fue, más adelante, Troba n’Eblo, evocando a Bernat de Ventadorn con un toque electrificado. Dos novedades más completaron la propuesta: profundizando en el amor a distancia, tan presente en los trovadores, la muy onanista El Jaume i la Laia, adaptación de Donald and Lydia del malogrado John Prine; y No trobo la sortida, tributo a Up the junction de los británicos Squeeze, antes del celebrado cierre del concierto con Qui més estima.
