Bibliotecas humanas: leer personas en vez de novelas

El reportaje

Este proyecto originado en Dinamarca y formado por libros de carne y hueso se extiende en España, con l’Hospitalet como puntal

Participants de la biblioteca humana de l'Hospitalet. 8-11-25. Tomàs González Carbó / Shooting

Un grupo de ‘lectores’ atiende a su ‘libro’ en la biblioteca dela Bòbila,enl’Hospitalet de Llobregat, donde tuvo lugar esta semana una jornada de Biblioteca Humana 

Tomàs González Carbó / Shooti

“La sociedad te dice que lo peor que te puede pasar es que se muera un hijo. Pero a mí, en cambio, siempre se me ha invitado a olvidar lo que ocurrió”, lamenta Sonia Maldonado. Seis personas forman un círculo a su alrededor y escuchan atentamente la pesadilla que esta madre vivió hace catorce años. “Mi bebé nació a las 26 semanas, fue un prematuro extremo. A las tres de vida, murió por culpa de una infección. Primero vino la tristeza; luego la rabia; y, más tarde, la desautorización. Sentí que a mucha gente le costaba comprender mi dolor. Parecía que molestaba si sacaba el tema. ¡Aunque estuviera poco tiempo en este mundo, era y es mi hijo!”

El grupo está en la biblioteca de la Bòbila, en l’Hospitalet de Llobregat. Allí se prestan libros, la mayoría de papel, aunque también los hay de carne y hueso, como Maldonado. Toda ella es una historia y la cuenta a los “lectores” que desean conocer más y que participan en esta jornada de Biblioteca Humana, un proyecto que creó el periodista Ronni Abergel en Copenhague (Dinamarca) en el año 2000 y que busca “promover el diálogo; reducir prejuicios, ideas equivocadas y estigmas; y concienciar a la comunidad”, según explica Verónica Cano, de Escola de Vida, una de las entidades encargadas de instaurar este concepto en l’Hospitalet.

Parte del equipo de la Biblioteca Humana de l'Hospitalet

Parte del equipo de la Biblioteca Humana de l'Hospitalet 

Tomàs González Carbó / Shooting

La educadora social Amaya Cazorla, que también forma parte del grupo motor, pues es técnica del equipo de Planes Integrales del Ayuntamiento de l’Hospitalet, recuerda que hace tiempo que querían sacar adelante algo así y que se acabaron de decidir tras ver en acción una de estas bibliotecas en Zaragoza. Y es que estas particulares reuniones literarias cada vez se extienden a más municipios de España, con especial énfasis tras la pandemia, por eso de regresar al contacto humano.

 Sin ir más lejos, este mismo fin de semana ha tenido lugar otra sesión en la biblioteca del Nord, en Sabadell. No obstante, cabe decir que l’Hospitalet es una de las ciudades puntal en lo que a promoción y continuidad se refiere, pues desde que se tomó la decisión en 2022 de llevar a cabo esta biblioteca viviente, el catálogo de nuevas lecturas no ha dejado de crecer. En esta última edición, la tercera, un total de 23 libros han contado su historia a las más de 200 personas que se han inscrito como lectores, lo que ha obligado a generar dos turnos para garantizar que los grupos no se masifiquen. 

Si en el primero Maldonado era libro, en el segundo se ha convertido en lectora. “He podido conocer la historia de una mujer trans y su relato me ha ayudado a romper prejuicios y a acercarme más a ella”. Estos libros –recuerda– “no se pueden elegir. Sabes cuál te ha tocado al principio de la actividad porque te entregan un punto de libro que contiene una pequeña sinopsis”.

Libros que hablan en la Biblioteca de la Bòbila, en l'Hospitalet de Llobregat

Libros que hablan en la Biblioteca de la Bòbila, en l'Hospitalet de Llobregat 

Tomàs González Carbó / Shooting

Otros han escuchado a Irving Julián, que no tarda en superar los nervios iniciales para centrarse en su narración: “Nací en una región muy católica del centro de México y, desde pequeño, he tenido muchos obstáculos para encontrarme a mí mismo. Tanto en la adolescencia como más tarde en la juventud sentí el impulso de migrar, no tanto por una situación económica o un contexto violento, como otros compatriotas, sino por una sensación de falta de libertad personal. Necesitaba escapar para no sentirme enjaulado”.

Mientras Julián y Maldonado acaban de contar sus vivencias, algunos miembros de otro corro aplauden. Unos pocos, se abrazan, “por la dureza de lo contado”, y un pequeño sector apaga sus teléfonos móviles, por respeto a su interlocutora, Neus Miró, que padece de electrosensibilidad, un trastorno generado por los campos electromagnéticos. “Las ondas causan daños en mi cuerpo. Algo tan básico como contestar al teléfono puede provocar que se me duerma parte de la cara”, confiesa. El titulo de su libro no es difícil de adivinar: Invisible . “Es como me siento en un mundo en el que todo está basado en la tecnología”.

Conclusiones de los participantes de la biblioteca humana de l'Hospitalet

Conclusiones de los participantes de la biblioteca humana de l'Hospitalet 

Tomàs González Carbó / Shooting

Otro corro atiende a Mònica Morlans. “Desde los cinco años sabía que quería ser psicóloga. Me atendió una muy buena, Maria Dolors Petitbó, y yo le dije a mi madre que algún día sería como ella. Maria Dolors trataba con niños que habían sufrido abuso sexual infantil, como yo”. Morlans habla de su pasado con entereza. Lo ha hecho en antes en algunos talleres que ha liderado, pues opina que “es importante exteriorizar esa parte más personal cuando tratas con personas que han pasado por lo mismo”. En este caso, los lectores no habían pasado por algo así, pero sí aprovecharon la sesión para compartir inquietudes y pedir consejo que les permitiera detectar si en un futuro se encontraban con un caso similar.

Ilumi Ramos, directora de la biblioteca La Bòbila, mira atentamente todo lo que acontece en su centro, donde por un día se rompe su silencio habitual. El año pasado, este proyecto, que es itinerante dentro del propio municipio, se llevó a cabo en Tecla Sala, y, hace dos, debutó en la biblioteca de La Florida. Hoy es ella la anfitriona, aunque la acompañan más bibliotecarios, todos ellos voluntarios, que vigilan que todo funcione según lo previsto “y, también, que los libros regresen a sus estantes en las mismas condiciones en las que se pidieron prestados. O, incluso, en mejores”.

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