Así nos está cambiando la IA

Una inteligencia cada vez más sofisticada

El auge de la tecnología introduce cambios en la cultura a velocidad de vértigo. Sus efectos marcan ya las nuevas producciones

Ariadna Arnés

Imagen creada mediante inteligencia artificial por Ariadna Arnés, fotógrafa que ha adoptado esta herramienta que, dice, es como “trabajar sin cámaras pero con creatividad” 

Ariadna Arnés

Artistas, ilustradores, cineastas, fotógrafos y escritores explican cómo la irrupción de la inteligencia artificial está modificando su trabajo y las implicaciones que la nueva tecnología está teniendo en los diferentes ámbitos. Mientras que para algunos se trata básicamente de una herramienta que abarata costes y por tanto facilita la producción, aunque el precio que habrá que pagar por ello será traumático (millones de puestos de trabajo), para otros las posibilidades son infinitas, más allá de los límites morales que se imponga cada creador. Cada uno de los consultados pone ejemplos de obras realizadas con ella. En algún caso, además, es la propia IA la protagonista de proyectos que, sin ser apocalípticos, nos alertan de que las máquinas no son neutrales y solo devuelven la estructura de poder que las entrenan.

CINE

Reducir costes

El mallorquín Miki Durán estudió Dirección Cinematográfica y Montaje en Barcelona y Madrid y se ha especializado como realizador de publicidad. Es un enamorado de la inteligencia artificial y la ha utilizado en spots. También ha rodado varios cortometrajes. El último, que lleva por título La inocencia, se estrenará el año que viene y ha echado mano de esta tecnología “para crear todo el material de cara a la preproducción, los storyboards, pruebas de planos, de iluminación...”.

Y luego, tras acabar el corto y ya en postproducción, también ha recurrido a la IA, en este caso al modelo de Google Veo 3.1 –una versión que mejora la capacidad de edición, incorpora audio en más funciones y da mayor control narrativo y visual al usuario–, para un plano en particular de dos segundos que les ha abaratado en más de 15.000 euros el presupuesto de la pieza. “Se trata de un accidente de coche con sus vueltas de campana en una carretera”, dice, y así ha evitado perjudicar el medio ambiente, contratar a un especialista y estrellar un vehículo en pleno bosque o la posibilidad de usar un simulador en el circuito de Jarama. El resultado, asegura, “es totalmente real. Tú lo ves y crees que el coche se está accidentando de verdad”.

Captura de pantalla del plano hecho con IA del cortometraje 'La inocencia'

Captura de pantalla del plano hecho con IA del cortometraje 'La inocencia' 

Miki Durán

Durán apunta a que hay un auténtico boom en el audiovisual de esta tecnología porque “las productoras cada vez buscan más artistas que usen la IA, ya que al final, debido a la velocidad de un mercado que genera mucho contenido rápidamente, se dan cuenta de que es una manera muy económica de generar un trabajo muy profesional en poco tiempo”. “No es un capricho –remarca–, es una necesidad, porque mejora la calidad del producto”. Sostiene que aún es pronto para que una película se pueda rodar enteramente con IA: “Los modelos no están tan desarrollados como para decir que es real. Aún se percibe como una película de animación”, pero los avances van a pasos de gigante. Entre las lagunas de esta herramienta opina que “aún hay una pequeña barrera en cuanto a la legalidad del copyright, de quién tiene los derechos de la imagen generada”. Y como factor negativo es consciente de que “va a quitar trabajo”, por ejemplo, a dobladores de publicidad y locutores.

LITERATURA

Ayudar, pero no crear

“He utilizado recientemente la IA para trasladar una idea”, explica el editor Juan Casamayor . “Dibujo mal y ocurre a veces que quieres hacer un esbozo de lo que te imaginas en una portada para que el ilustrador pueda comprenderte. Hasta ahora, eso se hacía con un largo correo en el que aportabas todo tipo de detalles y una llamada de teléfono. Eso no lo he sustituido, solo he añadido un complemento. Luego, el ilustrador, por supuesto, aportará su creación y sus propias ideas y el esbozo inicial no solo evolucionará, sino que mejorará. Es más, puede no tener nada que ver con lo que yo envío, pero a mí me sirve como idea de la que partir”. En el lado más técnico –añade el editor–, “nos ha ayudado a arreglar códigos Java cuando preparamos un libro electrónico. Tenemos personal que sabe hacerlo, pero, incluso así, cuando los modelos tecnológicos avanzan rápido, el conocimiento se queda precario”. Y en cuanto a su uso en los concursos literarios, entiende que la lectura a fondo de los manuscritos es la que puede ayudar a detectar si alguien en un futuro envía un texto escrito con IA. “Pero, por ahora, cualquier texto literario que pueda hacer sería fácil de detectar, porque es malo”.

“Por ahora, cualquier texto literario que pueda hacer sería fácil de detectar, porque es malo”, señala el editor Juan Casamayor

La escritora Gemma Lienas cuenta otro caso de uso: la documentación. “Es como tener un asistente personal que no descansa ni se queja, aunque tengo que contrastar los resultados. He utilizado la IA para saber cómo funciona un molino hidráulico del siglo XVII para una novela en la que trabajo. Antes tenías que buscar tú las referencias y tardabas más. A veces me pregunta si quiero que prepare el texto para un artículo, una clase o un capítulo de novela, pero no me sirve, porque la literatura está hecha de metáforas y de emociones, que son mías. Al mismo tiempo, en algunas cuestiones patina ideológicamente, como en el feminismo, pues tiene información sesgada. Y estoy convencida de que lo han alimentado fraudulentamente con mis libros y muchos otros y aquí hay un problema de derechos de autor. En EE.UU. se ha llegado a un acuerdo para remunerar los textos que se han utilizado, pero en Europa se busca que estas compensaciones también reconozcan el rendimiento futuro que se pueda obtener de nuestras obras”.

FOTOGRAFÍA

Mucho más que Photoshop

En el mundo de la fotografía es donde quizá es más evidente que la IA acabará implantándose con fuerza. Y probablemente, con mayor polémica. Algunos fotógrafos ya la usan como algo más que un mero sustituto de las clásicas funciones de reajustes de luz, claridad, color o contraste del Photoshop.

Es el caso de Ariadna Arnés. Esta fotógrafa se sirve de la IA desde hace cuatro años. Primero, desde un punto de vista únicamente artístico, para proyectos personales y experimentar. Pero con el tiempo le llegó el primer encargo profesional: la portada del libro de Marta Vives, Tens la força de les coses.

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Obra creada mediante inteligencia artificial por la fotógrafa Ariadna Arnés 

Ariadna Arnés

Luego llegó alguna que otra salida profesional más, sobre todo en el mundo de la moda y sus catálogos. “Visto con ropas reales a personas inexistentes, es decir, creadas por IA”, afirma. Arnés admite que, por el momento, las marcas de moda “son reacias” a este uso de la tecnología. Sin embargo, cree que es cuestión de tiempo que se levante el autoveto: “Es una oportunidad muy buena para marcas pequeñas, puesto que la IA les permite tener acceso a una imagen potente sin gastarse un dineral”.

“Los fotógrafos continuaremos trabajando, pero sin cámaras y tirando de creatividad”, opina Ariadna Arnés

Pero Arnés también ve puntos oscuros en el uso de la IA generativa.Los puestos de trabajo peligran. Por ejemplo, en el mundo de la moda, ya que se “verán afectados no solo fotógrafos, sino también estilistas, modelos, maquilladores”. “Nos tendremos que readaptar todos a esta nueva realidad”, añade, “porque la IA ha venido para quedarse y las marcas buscan siempre el menor de los gastos”. “Creo que los fotógrafos continuaremos trabajando, pero sin cámaras y tirando de creatividad, y en lugar de apretar el botón de la cámara, apretaremos el botón del teclado”, concluye.

¿Le supone algún conflicto ético usar la IA?. Arnés admite que sí, “muchos”. Pero cada vez menos: “Así como yo he entrenado mi mirada observando a otros fotógrafos que tengo como referentes y pienso que me gustaría fotografiar como este o como el otro, la inteligencia artificial, en el fondo, está haciendo lo mismo, está aprendiendo de otros fotógrafos”.

ARTE

La lucha de la máquina consigo misma

“Goya no podría haber hecho Los desastres de la guerra con inteligencia artificial porque el sistema lo echaría fuera”, señala el artista y activista Daniel G. Andújar (Almoradí, Alicante, 1966), que hace ya unos años elaboró un diccionario de las palabras censuradas que los artistas no pueden utilizar en sus descripciones, los prompts, para generar imágenes. Contabilizó más de cinco mil. “Fluidos”, “sangre”, “desnudo”, “violencia”, “tortura”... Elementos sin los que no es posible narrar la esencia de la guerra con la precisión y crudeza con la que lo hizo Goya. “¿Esto qué significa? Pues que gran parte de la producción que se ha hecho históricamente no se podría afrontar ahora mismo”. Pionero del net art, o arte de internet en los noventa, Andújar es también un adelantado de la IA, con la que trabaja desde primera hora todos los días de la semana. Hay en las nuevas tecnologías un mundo de posibilidades, pero también pueden ser férreas formas de control, porque, advierte el creador, “la máquina no es neutral: solo devuelve, amplificada, la estructura de poder que la entrena”. La neutralidad tecnológica no existe.

‘Woke Manipulator’, dispositivo creado por Daniel G Andújar que interactuaba con los visitantes de la exposición 'Fabular paisajes' al tiempo que los controlaba

‘Woke Manipulator’, dispositivo creado por Daniel G. Andújar que interactuaba con los visitantes de la exposición 'Fabular paisajes' al tiempo que los controlaba 

Daniel G. Andújar

De eso va uno de sus últimos proyectos, Woke Manipulator, un dispositivo aparentemente amigable y empático que interactuaba con los visitantes de la exposición Fabular paisajes, en el pabellón Victoria Eugenia de la Fira Barcelona. Andújar lo alimentó de textos e imágenes de la propia exposición (un cuestionamiento de la mirada colonial o racista que pervive en muchos museos) y la educó para responder a cada interlocutor en su propio idioma. “Pero la máquina, en una lucha consigo misma, volvía una y otra vez a sus orígenes, a aquello para lo que fue entrenada”. Se volvía fascista, en palabras de Manuel Borja-Villel, comisario de la muestra. Y en un relato sobre el saqueo colonial cambiaba el concepto “invasores europeos” por el de “pacificadores europeos”. En otras palabras: “La IA vive del mismo sistema extractivista que criticaba la exposición”.

“Goya no podría haber hecho 'Los desastres de la guerra' con inteligencia artificial porque el sistema lo echaría fuera”, asegura Daniel G. Andújar

“Los modelos de IA que utilizamos están entrenados de una manera que desconocemos y para mí esa es una metáfora de cómo funciona el mundo”, reflexiona Andújar, para quien los artistas únicamente podrán aprovechar todo el potencial de la herramienta cuando sean capaces de crear sus propios sistemas, libres de los sesgos que los constriñen. Él está trabajando en su propio modelo, al que inculca su forma de pensar.

ILUSTRACIÓN

Instrucciones infinitas

Un prompt es una instrucción que le das a una inteligencia artificial para que realice una tarea concreta y “depende de lo que uno ordene, la máquina hará algo más o menos detallado”, recuerda Davis Lisboa. Consciente de ello, los prompts que prepara este artista hispanobrasileño afincado en Barcelona son kilométricos. Tanto, que escribir la orden completa llenaría todo este artículo. Pero se parece mucho a lo siguiente: “Actúa como un especialista en restauración, con experiencia en colorización de alta fidelidad. La expresividad y los gestos faciales originales deben preservarse sin añadidos artificiales...” y un largo etcétera, en el que se incluyen hasta emoticonos. “Todo es bienvenido si sirve para afinar. Eso sí, el mejor idioma para hacerlo es el inglés”, confiesa.

‘Marcel Broodthaers 10 (Dall-E)’.Imagen creada mediante IA por el ilustrador hispanobrasileño afincado en Barcelona Davis Lisboa

‘Marcel Broodthaers 10 (Dall-E)’.Imagen creada mediante IA por el ilustrador hispanobrasileño afincado en Barcelona Davis Lisboa 

Davis Lisboa

Resulta algo paradójico que un artista que cuenta incluso con su propio museo en Barcelona haya decidido experimentar con la IA en un momento en el que muchos creadores la miran de forma recelosa. Él mismo admite que ha notado que el trabajo que no realiza con IA, es decir, las obras y story-boards que hace décadas que realiza tanto a mano como en tableta, han disminuido. Pese a ello, es partidario de adaptarse a los tiempos; desde hace dos años, empezó a trastear con la herramienta y ha llegado a perfeccionar el método. 

Davis Lisboa: “Las agencias de publicidad emplean las inteligencias artificiales sin contratar a nadie que tenga conocimientos de bellas artes. Y es un error”

“Subí imágenes a mi página web porque pensé que podía interesar a las agencias de publicidad. Lo que ocurre ahora, con lo rápido que todo avanza, es que ellas mismas emplean las inteligencias artificiales sin contratar a nadie que tenga conocimientos de bellas artes. Y es un error, porque es importante saber aplicar planos, posiciones, puntos de vista, ángulos, iluminación o composición sin depender de lo que el generador de imágenes proponga”.

MÚSICA

IA en toda la escala de valor

El Music Technology Group (MTG) de la Universitat Pompeu Fabra se dio a conocer internacionalmente cuando la islandesa Björk apostó por el Reactable en el 2007. Aquel instrumento, una pantalla en forma de mesa que permitía crear música desplazando objetos sobre su superficie, abrió nuevos campos de la composición musical, como ahora lo hace la IA. “En nuestro sector, la mayoría de empresas están enfatizando cómo incorporar esta tecnología en la mayoría de productos”, afirma Xavier Serra, director del MTG. Aunque este grupo de investigación radicado en Barcelona no explota directamente las tecnologías que desarrolla, sí gestiona herramientas abiertas al público, como Freesound, plataforma que alberga más de 700.000 sonidos a disposición de artistas y creadores, muchos de los cuales cuelgan sus trabajos en la página web del proyecto, que este año ha celebrado su 20.º aniversario con una exposición en el CCCB y un concurso de música creada con sonidos del archivo Freesound.

“Intentamos desde el sector público ofrecer herramientas éticas para ayudar a los músicos y proponer soluciones que construyen y no destruyen”

El MTG también ha colaborado con Yamaha para crear software dedicado a la educación, “para saber cuándo alguien está tocando bien o mal”, así como con el Ayuntamiento de Barcelona, en este caso para identificar los sonidos molestos por su volumen o la tipología del sonido. “Utilizamos la IA para saber en cada contexto qué tipos de sonidos pueden ser más o menos molestos”. Parte del software elaborado por el grupo universitario se ofrece en las plataformas MT-G Toolbox y Essentia, herramientas para crear ritmos, melodías y texturas, usadas por artistas de géneros como el tecno para su obra. “Intentamos desde el sector público ofrecer herramientas éticas para ayudar a los músicos y proponer soluciones que construyen y no destruyen”.

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