En su estreno en el festival de Venecia, La voz de Hind, dirigida por la tunecina Kaouther Ben Hania, sacudió a todos los presentes, recibiendo una ovación de pie histórica de 23 minutos. Y no era para menos. La película, que llega este viernes a los cines, se basa en el audio real de Hind Rajab, una niña palestina de seis años que el 29 de enero de 2024 llamó al mediodía a la Media Luna Roja -organización humanitaria palestina- pidiendo ser rescatada. Estaba camuflada en el asiento trasero de un coche y, tapada por los cadáveres de seis miembros de su familia, contaba con voz temblorosa a Omar cómo se había acercado un tanque israelí a su escondite y suplicaba que vinieran a buscarla. La pequeña acabó muriendo horas después bajo fuego israelí. El auto recibió 335 impactos de bala.
El estremecedor relato, que se alzó en el certamen veneciano con el Gran premio del Jurado, narra el tiempo que Hind estuvo hablando por teléfono tanto con Omar como Rana, su supervisora que, con una sensación enorme de impotencia y trabajando con su equipo a un ritmo frenético, hicieron lo imposible para enviarle una ambulancia que llegó demasiado tarde. Rana pidió permiso al ejército israelí, pero “la coordinación con el estado hebreo lleva su tiempo” y la luz verde no llegó hasta las 17:40 horas.
Fotograma de la película, que impactó tanto en Venecia como en San Sebastián
La voz de Hind se ha convertido en todo un símbolo para denunciar el genocidio en Gaza. En su periplo internacional para promocionar el filme, sus protagonistas Motaz Malhees y Saja Kilani acudieron al festival de San Sebastián, donde logró la nota más alta de la historia en el premio del público, y no pudieron evitar las lágrimas durante la multitudinaria manifestación pro Palestina del pasado 24 de septiembre. “En cuanto salimos del teatro Victoria Eugenia, al bajar las escaleras, estaba en shock y se me puso la piel de gallina. Esperaba ver a unas 30 o 40 personas, pero ver a miles fue alucinante y es algo que me da mucha esperanza”, reconocía el actor a Guyana Guardian, al que le es imposible no emocionarse cada vez que habla de esta historia con la prensa.
Ovación histórica
En su estreno en el festival de Venecia, 'La voz de Hind' estremeció a todos los presentes, recibiendo 23 minutos de aplausos
“Nunca había experimentado nada así en mi vida. Es un momento que sé que nunca olvidaré. San Sebastián se ha convertido en un lugar muy especial”, dice Kilani, jordana de origen palestino, que solo había hecho antes otro largometraje y Kaouther Ben Hania no tenía claro si era la actriz que buscaba. “Me dijo que le gustó mi audición pero necesitaba más material. La película que había hecho todavía estaba en postproducción, así que le pedí al director que me pasara algunos clips. Se los envié y al cabo de unas horas Kauther me llamó para decirme que contaba conmigo. Sentí una inmensa responsabilidad tanto por la oportunidad que me había dado como la importancia de la historia que iba a contar. Fue un gran honor para mí poder usar mi voz en una película así”.
Kaouther Ben Hania con el León de Plata en Venecia
El palestino Malhees siempre había soñado con trabajar con la directora de Las cuatro hijas y El hombre que vendió su piel, ambas nominadas al Oscar. Cuando hizo la audición no sabía que era sobre Hind. “Me asusté muchísimo”, recuerda. “En el rodaje todos estábamos unidos para hacer justicia a esta historia y enseñársela al mundo”. Para preparar sus personajes pasaron mucho tiempo con los protagonistas reales, los voluntarios Omar y Rana, “personas valientes que intentan salvar vidas cada día desde la centralita”. Para la actriz, “Rana es una de las personas más heroicas que he conocido, pero lo que realmente nos influyó para saber cómo reaccionar fue escuchar la voz de una niña pequeña que suplicaba por su vida. Creo que ahí es donde la realidad y la actuación se superponen”. Y añade: “Siempre he querido usar mi voz para contar una historia que considero importante en nuestro tiempo. Y esta es una de ellas”.
Parece que se necesita documentar cómo matan a tus hijos para que la gente entienda lo que está pasando. Lo que ocurre en Palestina no es normal. Es una película de terror.
Malhees trabó amistad con Omar y quiso investigar la historia más profundamente. “El rodaje literalmente nos destruyó emocional, física y mentalmente. Pero al mismo tiempo, recordaba que estaba en un lugar seguro, mientras millones de personas en Palestina no lo están. Lo que importa es detener este genocidio”, explica el intérprete de 33 años, antes de que se anunciara un alto el fuego en la franja de Gaza, el pasado 10 de octubre, que Israel sigue violando. “La gente, al ver esta película, comprenderá que cientos de miles de niños han pasado por lo mismo que Hind, pero esta historia está documentada, lo cual también es triste para mí como palestino porque parece que se necesita documentar cómo matan a tus hijos para que la gente entienda lo que está ocurriendo”, subraya rotundo. “Todavía hay muchas historias como la de Hind que siguen vigentes hasta el día de hoy. Gente con sentimientos, con sueños. Lo que ocurre en Palestina no es normal. Es una película de terror”, recalca con los ojos enrojecidos el intérprete, que sabe lo que es vivir en su propia piel los bombardeos y temer por su vida desde que era un niño.
Motaz Malhees y Saja Kilani en la concentración pro Palestina del pasado festival de San Sebastián
Faltaba poco para las seis de la tarde cuando la ambulancia llegó a la calle donde se encontraba Hind. De pronto, los voluntarios escucharon disparos. Rana perdió el contacto con la niña y sus colegas con los socorristas que iban en la ambulancia. Pasaron doce días antes de que la Media Luna Roja consiguiera autorización para enviar otro equipo al lugar. Descubrieron, acribillados a balazos, los cuerpos en descomposición de Hind y sus familiares. Y a pocos metros de distancia estaba la ambulancia completamente destruida y, dentro, los restos de dos socorristas. “¿En qué momento una ambulancia tiene que pedir permiso para ir a salvar a una niña? No tiene sentido. ¿Cuál es el papel de una ambulancia? ¿Cuál es el papel de los médicos? Ayudar a la gente. ¿no?”, se lamenta el actor. “Es algo que te deja pensando -prosigue-. Intentaron todas las tácticas posibles. Dieron vueltas, suplicaron, llamaron, se quedaron horas y luego les dieron luz verde y entonces, bueno, casi llegan. Casi lo logran. Te deja sin palabras. Incluso leyendo el guion, es una situación absurda que te deja sin palabras”.
Ambos actores agradecen el apoyo al pueblo palestino por parte del Gobierno español. “Ojalá que lo que está haciendo España inspire al resto de Europa y de países a actuar, porque si los grandes países europeos actuaran, podrían detener el genocidio ahora mismo”. A todos aquellos en la industria del cine que aún tienen miedo de hablar abiertamente y condenar el genocidio en Palestina les invitan a ver la película. “Todo el mundo sabe lo que está pasando y si te quedas callado no tienes una historia que contar en el futuro que es para tí, para tus hijos, para tus nietos. Cualquiera que se quede callado ante un genocidio es alguien que es cómplice de ello así que... ¡despierta!”, concluye esperanzada la actriz.
