Una pareja se saca una selfie con unos tentáculos de fondo. Visto desde la distancia, parece que un pulpo gigante los vaya a atrapar. Si hay una selfie repetida en este salón Manga Barcelona es esa. ¿Qué hace ahí ese monstruo y de dónde sale? De Lovecraft. O, mejor dicho, de Gou Tanabe (Tokio, 1975). En la actualidad es este ilustrador japonés el que se atreve a adaptar al manga las obras del genio estadounidense. Nunca antes nadie lo había hecho, no se sabe si por respeto o por dejadez. Sin embargo, cuando el artista se topó con el horror cósmico supo que tenía que plasmarlo. No solo eso, sino que ha dedicado gran parte de su carrera a ello y continúa con esta dedicación. El salón, que tiene sus puertas abiertas hasta el lunes en Fira Gran Via, en l’Hospitalet de Llobregat, lo ha traído como estrella invitada para que conozca a sus lectores, que no son pocos. ¿La muestra? Las largas colas de aficionados que esperan pacientes una firma suya.
Inspiración cinéfila
Las películas de Ridley Scott y John Carpenter son un referente para mí”
Todos estos jóvenes han encontrado en usted inspiración para sus proyectos. ¿En quién se fijó Gou Tanabe a su edad?
En Katsuhiro Ōtomo, el creador de Akira . Me fascina la espectacularidad de su estilo. Pero, también, a lo largo de los años me he fijado mucho en el cine. De directores me quedo con Ridley Scott y John Carpenter. Sin duda, sus filmes ayudaron a detallar mi estilo.
¿En qué momento entró Lovecraft en su vida?
Al principio yo solo sabía dibujar. No tenía idea de cómo crear historias. Entonces, el editor de mi época me recomendó leer clásicos de literatura y acabaron cayendo en mis manos las obras de Lovecraft. Las devoré una a una.
Lovecraft visto por Gou Tanabe
¿Cuál fue la primera?
Un relato corto que se titula El extraño y que lo protagoniza un ser que habla desde las profundidades de un lejano castillo y que regresa al mundo real, donde su aparición aterra a los vivos.
¿Ya le gustaba el horror antes o empezó a aficionarse a partir de ese momento?
Desde niño he visto muchas películas de terror y he consumido mucho manga de terror. La fascinación por este mundo surgió a una edad muy temprana. Desconozco cuál es la causa que me llevó a ello, pero estaba realmente enganchado. Lo sigo estando.
Nunca ha negado que los personajes que más le interesan son aquellos que pierden el apetito por la vida.
Eso es porque otros personajes que a lo mejor son mucho más heroicos no me permiten sentirme identificado. Tal vez con su historia sí, pero no con ellos. En cambio, con este tipo de protagonistas que pierden la esperanza tengo más puntos en común y por eso disfruto más creándolos. Además, me resultan más fáciles. Pienso en alguien que empieza su historia con una tragedia, como Peter Parker, Spider-Man, que pierde a la familia y no tiene padres; o algo más leve, pero igualmente fatal, como las personas que no hay forma de que encuentren trabajo pese a ser buenos estudiantes.
Viñeta de Gou Tanabe
¿Y qué es lo que le ha marcado a usted?
Siempre me siento por debajo de los demás. Padezco de un gran complejo de inferioridad. Esto me afectó especialmente en mis años en la escuela. Con todas las problemáticas relacionadas con el bullying me puedo sentir identificado. Pero imagino que no soy el único dibujante. Muchos personajes salidos de Dragon Ball y One Piece también emergen de este tipo de dificultades. No creo que sea una casualidad.
¿El manga siempre tiene un mensaje detrás?
Bien, tiene el poder de denunciar aquello que no está bien. Incluso los mangas que parece que no digan nada están diciendo algo. El no decir nada, de hecho, ya es una reivindicación. Si no fuera así, sería muy difícil que el lector se sintiera identificado con los personajes. Estos tienen que contar historias que reflejen la realidad de la sociedad en la que vivimos.
¿Y qué denuncia usted?
Cuando leí por primera vez las novelas de Lovecraft, yo no tenía trabajo y estaba en un momento vulnerable de mi vida. Son esas vulnerabilidades las que denuncio. Más que una denuncia, es un recordatorio de que, tarde o temprano, todos terminamos pasando por ellas. Por eso, me gustaría que el lector, si pasa por algo así, pueda refugiarse en mis obras, igual que yo lo hice en su día mientras las dibujaba.
En un momento u otro de la vida, todos padecemos vulnerabilidades”
¿Cómo se percibe la obra de Lovecraft desde Japón y qué cree que un autor japonés puede aportar a este universo?
Lo que aporta Japón es el estilo manga. En cuanto a contenido, no aporto demasiado, pues me rijo al máximo en la historia que narra el autor. Mi país yo creo que recibe este trabajo con las mismas ganas que cualquier país europeo porque las historias se ambientan en un Estados Unidos que ya no existe y que es ajeno a todos, incluso a ellos mismos. Así que lo que prima es la curiosidad por verlo. Debo decir que yo me he documentado muchísimo para tratar de ser lo más fiel posible.
¿Alguna de las obras que ha adaptado le ha marcado especialmente?
En las montañas de la locura y La sombra sobre Innsmouth . Ambas me han costado muchísimo pero, a la vez, son las que han causado una mayor impresión.
Solo le queda hablar con Lovecraft. ¿Qué le diría?
Le pediría que leyera los manga para conocer su opinión. O, mejor no. Puede que eso supusiera demasiada presión. Mejor dejemos las cosas como están. Que siga descansando y, de paso, yo también
