Fragmentos, dirigida por Horacio Alcalá y protagonizada por Emma Suárez, Manu Vega, Asia Ortega y José Luis García Pérez, llega este viernes a los cines. Se trata, en palabras de su director, de un “drama intimista” que se desarrolla en torno a dos parejas que se encuentran en momentos muy distintos de su relación pero cuyos miembros comparten la sensación de ir a la deriva.
Los cuatro coinciden en Lanzarote, un escenario sin escapatoria en el que la pareja de jóvenes actúa de espejo de la más madura y a la inversa. “Vayan a donde vayan los personajes se van a terminar encontrando. No hay donde protegerse, ni un árbol. Están a merced del viento y de la naturaleza”, reflexiona Alcalá, para quien “lo más importante es que la piel, la carne, está caminando sobre lava, y lava es lo que tienen en sus almas en ese momento” los cuatro protagonistas de Fragmentos.
Asia Ortega y Manu Vega viven una relación que está en una noria
El papel de Emma Suárez
Emma Suárez interpreta a una mujer emprendedora y valiente que se ha instalado en la isla y gestiona su propio negocio con independencia, pero por alguna razón necesita o quiere tener a un hombre a su lado y está a punto de casarse a pesar de que no hay pasión verdadera, si alguna vez la hubo, entre ellos.
¿Cómo es darse cuenta, como le ocurre a su personaje, una mujer ilusionada y generosa, amable y comprometida con la vida, de que vas a casarte con alguien que no te quiere?
Bueno, esto pasa mucho, ¿no? Sí, ella es un poco así. A mí me gusta mucho ese personaje, me da mucha ternura. Es una mujer que ha creado un espacio en el que ha intentado que todo esté bien. Se ha inventado una forma de vivir, una relación con la tierra, con la naturaleza, muy trabajadora también, ¿no?, porque trabajar la tierra no es fácil, es duro. Y, bueno, es alguien que tiene alma de cuidadora. Esta cosa que a veces nos sale a las mujeres de atender, de cuidar, de un cierto espíritu maternal, ¿no?, también en las relaciones. Y se ha encontrado con alguien que pasaba por allí y se ha convertido en su pareja. Entonces, ha entrado a formar parte de esa fantasía, de ese imaginario que ella desea, y un buen día se da cuenta de que, gracias al espejo de esta nueva pareja que aparece, quizá lo que ella se ha inventado realmente no es real. Pero yo creo que eso pasa mucho en las relaciones, ¿no? Que a veces quieres estar con alguien y aparece una persona y te inventas hasta los sentimientos. Te inventas a esa persona y un día, un buen día te despiertas dándote cuenta de que esa persona no es la que tú te has imaginado y que la relación que estás viviendo no es buena. De todos modos, yo personalmente me pregunto también si a veces está demasiado sobrevalorado el hecho de estar en pareja.
¿Por qué una mujer tan fuerte, tan capaz de vivir por sí misma y con la edad que ya tiene, después de una trayectoria en la que se le suponen ciertos desengaños amorosos, tiene esa necesidad de casarse, incluso de casarse de blanco? ¿A qué cree que responde? ¿Puede ser algo generacional? ¿Cómo trabajó eso como actriz?
No sabría decirlo, la verdad. No creo que tenga que ver con las mujeres de esa generación. Son casos individuales. Estamos representando a una mujer de cierta edad también porque la película quiere hablar del amor en diferentes generaciones para finalmente contarte que caemos en las trampas a pesar de los años que tengamos, ¿no? A pesar de la vida que hayas vivido, el amor te sorprende siempre. Y puedes cometer los mismos errores a los 50, a los 60 que a los 20 o a los 30. Da igual, ¿no? En realidad, de lo que está hablando la película es de esta mujer, que es una mujer capaz, fuerte, que ha creado un entorno y, sin embargo, está tratando de, en vez de estar sola, hacerlo en compañía. Pero también pienso que es porque se ha encontrado a alguien desvalido en el camino a quien ella trata de atender. O sea, esta necesidad de atender y de cuidar de la que hablaba antes, por encima de cuidarse y de atenderse a uno mismo.
De hecho, el hombre, claro, la pareja de tu personaje en la película, es uno de esos simpáticos canallitas, ¿no? Le gusta la música, tuvo su propio grupo pero no le llegó la fama...
Bueno, es alguien que también pasaba por ahí y se deja querer. No tenía nada mejor que hacer. Yo creo que los dos se sorprenden también, ¿no? El enamoramiento y las ilusiones a veces nos juegan estas pasadas. Vives una pasión repentina, pero el amor luego es mucho más complejo, necesita más dedicación, ¿no? Pero no tengo la llave de la sabiduría de nada.
Esta película es para su director como una tragedia, porque al final los dos personajes jóvenes están en una noria que simboliza su relación dando vueltas y vueltas...
Claro, ayer estaba leyendo un libro de Pavese, El oficio de vivir, y había una frase que me llamó mucho la atención, que decía que mientras sigamos sintiendo pasiones, tendremos algo que descubrir en el mundo. Y me gustó mucho, porque es verdad, ¿no? Porque las pasiones y el amor finalmente de alguna manera es lo que te hace también seguir estando vivo. El deseo de vivir, de descubrir, de aprender a través de las pasiones y del amor.
Fotograma de 'Fragmentos' con Emma Suárez y Manu Vega
El director quiso llevar la historia a Lanzarote, pese a que el guion originalmente la situaba en la Sierra de Madrid, ¿cómo fue el rodaje en la isla?
Pues me pareció una idea genial el hecho de que nos llevaran a Lanzarote, porque la isla es un personaje más y es muy protagonista y tiene muchísimo sentido ese paisaje volcánico, oscuro, árido y, sin embargo, con una luz tremenda, una luz a veces imposible. Y el viento, que también le da muchísimo dramatismo. De hecho, el viento era un elemento con el que en principio no contábamos y, sin embargo, en una de las secuencias más importantes de la película se convierte en un protagonista que alimenta también el drama. Y la relación que tiene mi personaje con la isla quizá es un poco diferente, porque esta es una mujer que trabaja la tierra. Una tierra en la que hay que meterse en los hoyos para que dé frutos. Y ahí vemos al personaje de Manu Vega y el mío metidos en ese hoyo, hablando del amor, y tratando de sobrevivir y de salir a flote en relaciones que son tóxicas y que no les están beneficiando, pero ellos siguen como intentando plantar, crear raíces. Todo es muy metafórico con respecto a la isla y mi personaje, pues es una mujer que está intentando constantemente salvar esa relación hasta que esta pareja que llega le hace darse cuenta de que tú estás pendiente de la pareja que tienes enfrente, pero lo que les está pasando a ellos a lo mejor te hace mirarte a ti un poco, ¿no? Lo que te pasa a ti en tu casa, como el refrán sobre la paja en el ojo ajeno y la viga en el propio. Pues un poco le pasa eso.
