Metroid Prime 4: Beyond
★★★★✩
Plataforma: Nintendo Switch y Nintendo Switch 2
Desarrolladora: Retro Studios
Editora: Nintendo
A lo largo de sus casi cuatro décadas de existencia, la serie Metroid ha atravesado dos periodos de dificultad significativos. El primero ocurrió a mediados de la década de 1990, cuando tras el aclamado Super Metroid (1994), Nintendo enfrentó desafíos para trasladar la saga al nuevo entorno tridimensional, lo que la llevó a buscar la colaboración de la empresa estadounidense Retro Studios. El producto de esta alianza fue Metroid Prime (2002), un juego que revitalizó completamente las peripecias de la cazarrecompensas espacial Samus Aran y que, por su excepcional calidad, provocó una segunda crisis: la dificultad para superarlo. Después de dos secuelas destacadas, aunque notablemente inferiores, la faceta tridimensional de esta emblemática franquicia de videojuegos entró en una fase de inactividad que se ha extendido por casi veinte años.
Al igual que la teniente Ripley al salir de la criosueño tras un periplo espacial, la heroína de Metroid Prime 4: Beyond regresa ahora con una nueva odisea en primera persona, marcando el regreso de esta célebre serie de ciencia ficción. Este capítulo retoma muchos de los enfoques de títulos previos, como la importancia de la exploración de los entornos, pero también introduce, con una efectividad variable, innovaciones a su mecánica. La adición más notable —y controvertida— es la motocicleta futurista que Samus emplea para desplazarse entre los diversos puntos del mundo extraterrestre donde se desarrolla la trama. La dificultad no reside en la máquina, sino en el paisaje desértico que une las distintas áreas; unos hábitats que poseen un atractivo visual tan considerable que acentúan aún más el contraste con esta vasta llanura, tan desprovista de contenido que evoca a un juego de hace dos décadas, desperdiciando así la oportunidad de un universo verdaderamente interconectado.
Aunque no alcanza la maestría del primer Metroid Prime,, este cuarto capítulo sobresale nuevamente por su atmósfera meticulosamente elaborada, al igual que sucede con ciertos acertijos ingeniosamente concebidos y numerosos combates contra imponentes bestias. Todo esto sin descuidar la presentación visual, no solo en su faceta artística, al transportar al jugador a entornos de una belleza sublime, sino también en su aspecto técnico, al proporcionar una calidad de imagen y una fluidez raramente vistas en las consolas de Nintendo.

