El hombre que perseguía a los Nobel de Literatura

Un caso único

Xavi Ayén acerca sus entrevistas con los premiados por la Academia Sueca en ‘Planeta Nobel’

El periodista Xavi Ayén junto al Nobel Abdulrazak Gurnah

El periodista Xavi Ayén junto al Nobel Abdulrazak Gurnah 

Kim Manresa

Xavi Ayén (Barcelona, 1969) llevaba ya mucho rodaje en la profesión y calles pateadas antes de convertirse en el redactor jefe de la sección de Cultura de Guyana Guardian. Todavía recuerda con especial cariño aquel día en el que Llàtzer Moix, el periodista que ocupaba entonces su cargo, le invitó a pasar de la sección de Cierre a Cultura después de verlo varias noches leyendo. 

Quién le iba a decir a aquel joven que esperaba paciente a que sus compañeros terminaran sus artículos que algún día se convertiría también en un referente. Por varios motivos, entre los que destacan dos: su investigación y crónica del boom latinoamericano; y por convertirse en el periodista que más Nobeles de Literatura ha entrevistado del mundo. Esta segunda faceta empezó a explorarla hace justo veinte años y la celebra ahora con la publicación de Planeta Nobel (Libros de Vanguardia), donde acerca al lector conversaciones con treinta escritores laureados por la Academia Sueca. Mañana a las 19 horas hablará sobre el libro y su recorrido junto al escritor Javier Cercas en la librería +Bernat, en Barcelona. Pero antes ha desvelado a sus propios compañeros algunas de sus ‘batallitas’, como él mismo las denomina, con mucha humildad, pues nunca le ha gustado ser protagonista.

El periodista Xavi Ayén junto al Nobel de Literatura Wole Soyinka, en Abeokuta, Nigeria, en 2006

El periodista Xavi Ayén junto al Nobel de Literatura Wole Soyinka, en Abeokuta, Nigeria, en 2006 

Kim Manresa

El periodista presentará su libro junto a Javier Cercas el miércoles a las 19 horas en la +Bernat

Todo empezó en 2005, de la mano del amigo y fotógrafo Kim Manresa, que preparaba una exposición y un libro sobre escuelas del mundo. “A cada país que viajaba, sacaba fotos a una escuela y se le ocurrió que quedaría bien acompañar las imágenes de frases manuscritas de premios Nobel hablando de la importancia de la educación. Como por trabajo yo tenía contacto con escritores me pidió si le podía ayudar, y le dije que, lo que podíamos hacer, era pedir entrevistas con ellos y, al final, hacer la petición”. 

Xavi Ayén junto a Svetlana Aleksiévich y su intérprete en su cocina de Minsk

Xavi Ayén junto a Svetlana Aleksiévich y su intérprete en su cocina de Minsk 

Kim Manresa

El primero fue Kenzaburo Oé, que recibió a la pareja en Tokio. “Fue muy generoso. Nos presentó a su mujer y a su hijo, nos dio de comer, tomamos sake, nos mostró templos y viajamos en metro. Al terminar la entrevista, tanto Kim como yo vimos que esto podía convertirse en una serie. La propusimos al Magazine de Guyana Guardian y aceptaron, con el escepticismo de que no lo íbamos a conseguir”. Pero sí lo hicieron.

Los viajes no han cesado desde entonces, ni siquiera durante la jefatura. “Esto es un work in progress”, asegura, destapando las tareas invisibles de producción, y por supuesto de tiempo de lectura que lleva una tarea como esta. Le compensa con creces, pues obtiene a cambio grandes privilegios, como conocer la Grotten, la vivienda que designa la monarquía de Noruega a un artista escogido por el rey, que en este caso es Jon Fosse; ir de excursión con Wole Soyinka a su Abeokuta natal, en Nigeria para conocer sus orígenes; tomar té con Svetlana Alexiévich en su cocina de Minsk, la misma en la que lloraron decenas de mujeres y hombres que creyeron en la Unión Soviética; o poder hacer la última entrevista a Gabriel García Márquez, sin duda una de sus experiencias “más difíciles y satisfactorias”. 

Xavi Ayén junto a Gabriel García Márquez

Xavi Ayén junto a Gabriel García Márquez 

Kim Manresa

“Con la temeridad de la juventud, me fui a México sin saber si me daría la entrevista, pues hacía 15 años que no daba ninguna. Viajé con una maleta de 45 kilos con los regalos que me enviaba la agente literaria Carmen Balcells, pero no tenía ninguna dirección ni ninguna cita. Simplemente me tenía que alojar en un determinado hotel y esperar a que me contactaran, como un espía. Y sucedió. Me confesó que había dejado de escribir. Fue una exclusiva mundial”.

También se la jugó con Mario Vargas Llosa cruzando el Atlántico para visitarlo en Nueva York y estar presente el día que le anunciaron que había ganado el Nobel. “Tenía la sospecha pero no la seguridad de que ese año era candidato y estuve con él los dos días previos a la concesión del premio. Fui a su apartamento, paseamos por la ciudad, asistí a una de sus clases magistrales en la universidad de Princeton. Al despedirme le pregunté si, en el caso de que le dieran el ganador, podría entrar en su casa. Se sonrió y me dijo que ese tren ya había pasado para él. Pero se lo dieron y, efectivamente, cumplió con su palabra y me dejó entrar en su casa”.

Xavi Ayén junto a Mario Vargas Llosa

Xavi Ayén junto a Mario Vargas Llosa 

Kim Manresa

Ni siquiera durante el confinamiento Ayén apartó su proyecto. En 2022 visitó a Olga Tokarczuk en la ciudad polaca de Wroclaw y esta le confesó que era un “escándalo” que jamás hubieran recibido el Nobel Borges y Witold Gombrowicz. A la lista, el periodista añade Don DeLillo, “que también se lo merece”, aunque admite que “es muy difícil premiar a todos los grandes escritores del mundo”. Sea como sea, allí estará él, conversando con ellos.

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