A falta de unos días para que finalice el año, el CCCB hace un balance “feliz” este 2024 en el que ha celebrado su treinta aniversario y ha visto crecer su público en un 23%, con una estimación de aquí al 30 de diciembre de 470.000 visitantes a sus exposiciones y su programa de debates, por el que han pasado 350 ponentes (el 30% del ámbito internacional). Pero si algo le llena de orgullo a su directora, Judit Carrera, es eso que le han repetido muchas veces a lo largo de los últimos meses: “Es difícil entender Barcelona sin el CCCB”. “No hacemos nunca nada solos, todos nuestros proyectos son compartidos”, señala Carrera, que hace suya la máxima de Hannah Arendt de que es imprescindible pensar en compañía, y asegura que esta vinculación con el ecosistema cultural local (de las universidades y centros de investigación científica al mundo editorial, el de la creación artística, el cine o el activismo) no es incompatible con una ambición internacional que tiene su reflejo en el periplo de exposiciones propias, como la de Francesc Tosquelles, que se ha presentado en Nueva York; Constelación gráfica, sobre las jóvenes autoras del cómic que viajará al festival de Angulema, Suburbia, que se verá en Viena o Amazonias, actualmente en cartel, que tendrá una segunda vida en Brasil.

Una imagen del vídeo 'Diez minutos más viejo' (1978) de Herz Frank, en la muestra 'En el aire conmovido....'
En cuanto al programa del 2025, el CCCB cuenta con un ambicioso presupuesto de 16,6 millones de euros (un 6,9 % más que el anterior) y se articulará en torno a tres nombres propios: Chris Ware, uno de los autores de cómic más relevantes del presente; el pensador Georges Didi-Hubermann y Mercè Rodorera, la primera mujer escritora a la que el CCCB dedica una exposición, que retoma así una línea de éxito que en el pasado se adentró en el universo literario de Borges, Joyce, Kadka, Calders o Espriu.
El centro contará con un presupuesto de 16,6 millones de euros, un 6,9 % más que el año anterior
“Desde hace tiempo teníamos muchísimas ganas de dedicar una gran exposición a una de las escritoras fundamentales de la literatura catalana y probablemente una de sus autoras universales, cuya vida estuvo marcada por la Guerra Civil, el exilio, la II Guerra Mundial y el París ocupado por los nazis”, reconoce Carrera, que no obstante precisa que la exposición no está concebida como un proyecto biográfico sino como un recorrido por sus grandes temas, “analizando también de maneera constante su dualidad inseparable entre la luz y la oscuridad, la ternura y la crueldad, el lodo y el cielo. Mercè Rodoreda ha sido interpretada o bien como una autora luminosa, burguesa y cursi o bien como una autora vinculada al mundo del horror de la guerra. Y lo que demuestra está exposición, comisariada por Neus Penalba y Martí Sales, es que esta ambivalencia está presente desde su primera obra”.

'Rambla', de Jordi Baron Rubí, en la exposición dedicada a Mercè Rodoreda
Mercè Rodorera. Un bosque, que así se titula la exposición que se abrirá el 4 de diciembre, incorporará obras de artistas contemporáneos en los que ha dejado su impronta, desde Èlia Llach y Mar Arza hasta Oriol Vilapuig y Cabosanroque. Pero la temporada comenzará mucho antes, en abril, con Chris Ware. Dibujar es pensar, una muestra en la que participará activamente el autor que ha marcado un antes y un después en el lenguaje del cómic, mostrando lo sutiles, complejas y serias que podían ser las narraciones gráficas.

Viñeta del cómic 'Building Stories', de Chris Ware
Por último, de mayo a septiembre, se presentará En el aire conmovido...., , en la que Georges Didi-Hubermann parte del Romance de la luna, luna de Federico García Lorca y su concepto de duende. Una muestra sobre el poder de emoción de las imágenes que contiene más de 300 obras que van de Goya y Miró a Pasolini, Brecht, Goethe, Picasso o Man Ray, y actualmente puede verse en el Reina Sofía de Madrid. Completando el programa, los meses de noviembre y diciembre, desembarcará una nueva edición del World Press Photo.
En cuanto al programa de debates que dirige Elisabet Goula, Tomar la palabra, las actividades girarán en torno a tres grandes ejes: Ciencia radical, en la que en colaboración con los centros punteros de investigación científica de Catalunya poetas, artistas y pensadores analizarán aquellas cuestiones en las que están trabajando los laboratorios y que transformarán nuestras vidas; La ciudad y el turismo, y una nueva edición del festival Kosmopolis, con el foco en Corea del Sur.
Una propuesta pionera
Creando cantera
Una de las joyas menos visibles pero de mayor impacto del CCCB es su programa educativo, que no se limita a organizar visitas escolares (12.000 estudiantes en 2024) sino que a través de proyectos pioneros como Escuela en Residencia, acoge dos mañanas por semana a una treintena de jóvenes de 16 y 17 años del instituto Miquel Taradell del Raval para trabajar con los equipos del centro y una extensa red de creadores. “Pasan más de 140 horas aquí”, señala Susana Arias, la responsable del servicio de Mediación. Con esta misma voluntad de proyectarse en el futuro y transmitir el amor por el arte la cultura, muchos de los grandes pensadores que pasan por el centro dedican charlas para estudiantes de secundaria y cada año dan carta blanca a diez jóvenes de entre 18 y 25 para que en colaboración con sus profesionales del centro diseñen el programa de festival y de pensamiento y creación joven BIVAC que se celebra en octubre.