Xita Rubert nació en Barcelona en 1996 y se crió en Galicia. Se licenció en Filosofía y Literatura comparada en la inglesa Universidad de Warwick y se doctoró en Literatura Comparada por la Universidad de Princeton. En el 2022 publicó su primera novela, Mis días con los Kopp , protagonizada por una familia con todos los méritos para ser novelada. Ahora, en Los hechos de Key Biscayne , la familia es fácilmente identificable con la realidad.
El padre de Xita es el prestigioso filósofo Xavier Rubert de Ventós (1939-2023), compañero mío –y pronto amigo– en la Facultad de Filosofía y Letras. Pertenecía a una adinerada familia de la alta burguesía catalana. La madre, la poeta y novelista Luisa Castro, es autora de La segunda mujer (2006), en la que arremete de forma virulenta contra su ya exmarido. La carga de rencor (sin quitar mérito a la calidad de la novela) hacia una persona respetada y querida por su simpatía, su entusiasmo contagioso y su extravagancia, explica la polémica con la que la acogió la crítica. Y ahora se convierte en una autobiografía apenas disimulada, en la que la hija reivindica la figura del padre.
A propósito de Mi vida con los Kopp señalé en estas páginas “las muchas cosas que se quedan en el aire, en una novela que escamotea los detalles, para sumirnos en la extrañeza de lo no dicho”. Y estos vacíos son ahora parte de la tensión narrativa. La narradora se centra ahora en el año 2010, un año convulso en España. La evocación está reconstruida desde el presente, con retrocesos y avances. La narradora tiene doce años cuando su padre, Ricardo -o sea, Rubert de Ventós–, un profesor universitario divorciado, se muda con sus dos hijos de Boston a Miami, ciudad que, a juzgar por la ambientación, la escritora conoce muy bien.
⁄ Novela agitada que nos lleva de sorpresa en sorpresa, con saltos de la normalidad a lo insólito, con viva ambientación
Se instalan en la isla de Key Biscayne, una tierra sin ley, plagada de artistas latinos, donde “los criminales de guante blanco hacen vida normal”, con familias de la estirpe de Bebe Rebozos, amigo de Nixon. Viven en la comunidad de Ocean Lane Drive. Está la casa donde Nixon se había reunido con Kennedy. Allí viven los representantes de los Rolling Stones y en la misma calle vive Shakira.
El personaje del padre es el más completo y bastante fiel a Xavier Rubert de Ventós, algo lógico pues se trata de reivindicarlo. Sí, parece un personaje más que una persona. La fidelidad subraya la falta del rencor que veíamos en La segunda mujer . La madre está obsesionada con la custodia y amenaza con poner el caso en manos de un abogado. Rubert no se limita al círculo familiar, lo que permite que la autobiografía conviva con la ficción, con un espléndido resultado.
La anónima narradora descubre la pistola del padre, pistola que ha de perseguirle a lo largo de la novela, aunque no queda clara su relación con la llegada de la policía. En el colegio le sorprenden los rostros de sus compañeras untados en colores. Se siente marginada hasta que se le acerca Marchelle, una negra de Haití, y más tarde Eleanor Cagoni, que le pregunta si le quiere tocar sus tetas, regalo de su padre. Le menciona la misteriosa palabra “Omegle”.
Tampoco queda clara la mención a las fotografías, ni si fotos, pistola y las amenazas de la madre explican la extraña huida. Atractiva la presencia del cónsul, que nos remite al cónsul de Bajo el volcán o a El cónsul honorario , de Graham Greene. Novela agitada que nos lleva de sorpresa en sorpresa, con saltos de la normalidad a lo insólito, con una viva ambientación de Key Biscayne, un lugar que se presta a las situaciones más rocambolescas.
Xita Rubert Los hechos de Key Biscayne Anagrama Premio Herralde de novela 2024 216 páginas 18, 90 euros