Los personajes, para sus autores, son algo más que estatuas esculpidas en piedra. Nos lo mostró Pirandello en aquel mil veces copiado y citado Seis personajes en busca de autor. Pero no son muchos los dramaturgos que se atrevan a coger un texto suyo temprano para volver a montarlo incorporando el paso del tiempo. En el 2007, Tiago Rodrigues estrenó en Lisboa Coro dos amantes, una primera obra propia donde una pareja joven, padres de una criatura, se enfrenta a la muerte. Ella se está quedando sin aire y él la lleva en coche a toda velocidad al hospital.
Una década y media más tarde, en Francia, Rodrigues recuperó la pieza y añadió, como dice él, una “canción” sobre el paso del tiempo, continuación de la vida de los dos amantes, y este amor que desafió la muerte. “Interrogar a mis personajes sobre lo que han vivido ha sido como interrogarme sobre las vivencias de mi teatro desde que empecé a escribir”, ha explicado Rodrigues. Antes de ponerse, se hacía muchas preguntas: “¿Todavía estarán enamorados? ¿El joven que yo era, el que osó escribir esa obra, tendrá la misma necesidad de hacer teatro? No sé si estoy dispuesto a oír la respuesta, pero no puedo evitar la pregunta”, añadía.
En Cor dels amants, tenemos dos únicos personajes, Él y Ella, que en el Teatre Lliure encarnarán Marta Marco y Joan Carreras. Los dilemas que se planteaba el dramaturgo se transforman en acción durante la función. La primera versión era fruto de su momento. Ella y Él, trabajadores del teatro, se preguntan si vale la pena seguir perdiendo el tiempo haciendo cosas sin importancia, entre estas escribir proyectos y buscar dinero para hacer teatro, toda la vida escribiendo proyectos y tratando de encontrar dinero para hacer teatro. Años más tarde, ya maduros, ya mayores, Ella dice: “Seguimos haciendo teatro / pero pasamos / cada vez más tiempo en el bosque”. No en balde, Cor dels amants no es solo una búsqueda exhaustiva y lírica sobre la vida, sobre los efectos del paso del tiempo sobre dos personajes, sino también sobre el sentido que tiene el teatro para quienes se dejan la piel mientras intentan construir y decir algo.

Marta Marco y Joan Carreras protagonizan 'Cor dels amants' en el Teatre Lliure
Como ha pasado en Francia, el mismo Rodrigues es el encargado de dirigir el montaje. Será la primera vez que se pondrá al frente de una producción levantada aquí, en el Lliure en este caso. Hace años, sin embargo, que nos visita. Lo descubrimos con António e Cleópatra (Temporada Alta, 2016), una pieza que tiene mucho que ver con Cor dels amants: una pareja protagonista, y dos actores cuyas voces se superponen en escena. Dos versiones, paralelas, de una misma historia. Aquella función fue su confirmación a escala europea. Después vendrían el extraordinario By heart (Grec, 2019), Sopro (Temporada Alta, 2019), Catarina e a beleza de matar fascistas (Teatre Lliure, 2022) y Dans la mesure de l’impossible (Temporada Alta, 2024). La última, en francés, prueba de su paso seguro por Francia: hace tres años que dirige el Festival de Aviñón.
“No tengo formas reconocibles, lo que se llama un estilo”, asegura. Dice que cada espectáculo suyo es diferente, pero “sí que hago referencia siempre a alguna cosa tan sencilla como pedir al público que imagine lo que no está,” apunta. Y eso ha sido siempre así en los montajes de pequeño formato de Rodrigues, donde nunca ha necesitado nada más que uno o dos actores en escena. En By heart, era él mismo quien explicaba la historia de su abuela mientras hacía aprender al público un poema de Shakespeare, el soneto 30, aquel que, en traducción de Ramon García González, dice: “Cuando en dulces sesiones, de meditar silente, / convoco en mi recuerdo las cosas ya pasadas, / suspiro al evocar tantas cosas queridas / y culpo con lamentos el tiempo que he perdido”. Unos versos que podrían encabezar perfectamente este Cor dels amants. No tiene estilo, dice, pero sí que hay en su teatro una cierta obsesión por las formas temporales. Y no se olvida nunca de que, a pesar del fuerte vuelo poético de sus creaciones, aquel gusto para masticar bien las palabras, el teatro es un arma política decisiva.
⁄ “Interrogar a mis personajes sobre lo que han vivido ha sido como interrogarme sobre las vivencias de mi teatro”
En el último siglo, hemos podido disfrutar de las segundas vidas de algunos personajes teatrales. Tom Stoppard dio minutos extra a Rosencrantz i Guildenstern, los presuntos amigos de Hamlet que fracasan en el momento de llevarlo al exilio. Y Brian Friel, en Afterplay, se inventa una conversación entre Andréi Pozorov, el hermano indeciso de Las tres hermanas, y Sònia Serebriakova, sobrina del tío Vània. Rodrigues juega en esta liga, pero no se apropia de los personajes de otros, sino que se mira de nuevo los suyos.
⁄ No olvida nunca que, a pesar del fuerte vuelo poético de sus creaciones, el teatro es un arma política decisiva
Cuando trajo By heart al Grec, el dramaturgo portugués me decía que tenía “muchas ganas de pasar mucho tiempo en Catalunya, ya que creo que hay muchos puntos de contacto entre Catalunya y Portugal”. Ahora, gracias a Cor dels amants, recién anunciada la programación de su tercer Festival de Aviñón, ha podido estar en Barcelona para levantar su texto en catalán. Él es la punta de lanza del nuevo teatro lusófono que hace furor en Europa. Al respecto, afirmaba: “Al hecho de no tener en portugués un Shakespeare, un Calderón, un Molière o un Goethe, contrariamente a lo que se podría pensar, nos ha ayudado muchísimo. Seguramente, nos ha limitado, pero nos ha permitido, a los artistas de ahora, escribir nuestro camino”. Incluso volver a escribirlo.
Tiago Rodrigues
Cor dels amants
Teatre Lliure. Gràcia.
Del 25 de abril al 25 de mayo