¡Franco, Franco, Franco!

BIOGRAFÍAS

La proximidad de los cincuenta años de la muerte del dictador está dando lugar a una importante producción de libros sobre su figura; examinamos dos de ellos

Spanish military leader Francisco Franco, wearing a grey three-piece suit, sits with a pen in his right hand, behind a desk which is covered in piles of documents, a tapestry hanging on the wall in the background, Spain, 1958. General Franco overthrew the Second Spanish Republic, leading the Nationalist forces in the Spanish Civil War, assuming the title of 'Caudillo' as ruler of Spain between '39 and '75. (Photo by James McAnally/Graphic House/Archive Photos/Getty Images)

Francisco Franco en una imagen de 1958

Graphic House / Getty

¿Más libros sobre Franco? Sí, un buen puñado más. Franco para jóvenes de José A. Martínez Soler y Erik Martínez Westley (Catarata), Moros contra Franco de Marc Almodóvar y Andreu Rosés (Verso Libros), Franco confidencial de Pilar Eyre (Destino), Breve historia de la dictadura de Franco de Encarna Nicolás (Catarata), Don Juan contra Franco de Juan Fernández-Miranda y Jesús García Calero (Plaza y Janés), La guerra civil que vino de África de Joaquín Rivera (La Esfera de los Libros), La familia Franco S.A de Mariana Sánchez (Roca Editorial)..., la proximidad del aniversario del medio siglo del fallecimiento del dictador, el próximo 20 de noviembre, ha puesto las editoriales en ebullición con nuevas investigaciones, enfoques o reediciones de materiales ya publicados.

En las culturas con un panorama de ensayo histórico más vigoroso, eso no es novedad. En Francia aparecen de forma continuada trabajos sobre Charles de Gaulle, en Inglaterra sobre Winston Churchill y en Estados Unidos sobre Abraham Lincoln o cualquiera de sus presidentes, y no pasa nada. Es lo habitual. Aquí, el mercado editorial y los historiadores y ensayistas a menudo se mueven a trompicones y tienen que utilizar el impulso de las efemérides para intentar atraer al lector hacia un personaje o episodio. Eso hace que en unos meses concretos haya un empacho de títulos -por lo que incluso resulta difícil distinguir o recomendar-, y después pasan largas temporadas sin novedades.

⁄ El ‘Franco’ de Casanova tiene voluntad pedagógica para las nuevas generaciones; 
el de Tremlett de comprensión del personaje y contexto

Francisco Franco, en todo caso, siempre está de moda. Aunque sea porque es el dictador español por antonomasia, el más longevo y el que modeló durante casi cuarenta años la España del siglo XX y que, para muchos, todavía influye en la contemporánea desde la ultratumba. Es por ello que aproximarse a la figura central e incómoda del gallego es tan necesario. De entre la avalancha ensayístico destacan en clave biográfica dos títulos, Franco ( Crítica) de Julián Casanova, y Franco. El dictador que moldeó un país ( Debate) de Giles Tremlett. Son dos trabajos ambiciosos y de una envergadura media -cuatrocientas páginas el primero, y quinientas el segundo, si les descontamos la bibliografía-.

El aragonés Julián Casanova (Valldalgorfa, 1956) es uno de los historiadores más reconocidos en el estudio de la Guerra Civil y el franquismo. Catedrático de Historia Contemporánea en la Universidad de Zaragoza, es conocido por obras como Una violencia indómita. El siglo XX europeo (2020), un estudio sobre la brutalidad política en Europa, y obras como La Iglesia de Franco (2001) o España partida en dos (2013), que ha reeditado y actualizado en los últimos años. Su Franco parte de una voluntad explícita: ofrecer una biografía crítica que sirva como herramienta pedagógica para las nuevas generaciones. Casanova querría que su libro se leyera en las aulas como antídoto contra la desinformación y la banalización del franquismo.

Giles Tremlett ( Lynmouth, 1962), por su parte, es un periodista e historiador inglés establecido en Madrid, desde donde escribe para medios británicos como The Guardian o The Economist. Hace años también que destaca como divulgador de la historia de España. Su obra Ghosts of Spain. Travels through Spain and its silent past (2006) tuvo un éxito notable combinando crónica personal y análisis histórico sobre las heridas mal cerradas del pasado español. También ha publicado Las Brigadas Internacionales (2020) o España. Una historia abrevidada (2024). Su Franco parte de otra inquietud: entender cómo el régimen consiguió modelar profundamente la sociedad española y por qué parte de su legado todavía perdura.

El lector común leerá bien ambas biografías. Paul Preston, con quien han contrastado opiniones ambos autores, ha dicho de la de Casanova que es “una interpretación atractiva” y de la segunda que “no es fácil hacer amena una lectura de la vida de Franco” y que Tremlett “lo consigue de manera triunfal”. Para conseguirlo, el enfoque respectivo se traduce en estilos y estructuras diferenciados.

Casanova opta por treinta capítulos repartidos en un prólogo y cinco bloques. Empieza con la muerte del dictador, enlaza con los orígenes militares del protagonista y a partir de aquí hila la narración. El historiador utiliza un tono directo, sobrio, y mantiene una distancia analítica para plantear que el franquismo fue un proyecto autoritario sostenido en la violencia, la censura y el miedo. La biografía destaca por su capacidad de síntesis y la vocación pedagógica. Casanova dibuja un Franco como una máquina de poder, sin entrar a hacer un retrato humano detallado del personaje ni a explorar su perfil psicológico. Un aspecto que algunos lectores quizá echarán de menos, sobre todo si tienen lecturas anteriores al respecto.

En su trayectoria personal, Casanova ha pasado de estudiar el anarquismo en Aragón a hacer estancias internacionales, que le gusta poner de relieve, y a abrir el foco para tratar la violencia a gran escala, la Europa de entreguerras y hasta la situación de las clases dominadas en el preludio de la revolución soviética. Eso hace que su Franco —y este es el punto fuerte— esté puesto en todo momento en el contexto europeo e internacional y lo compare con otros dictadores, para comprenderlo a partir de las diferencias. “ No requirió -dice-, como Hitler, dominar el ejército para que aceptase su jefatura. No necesitó, como Mussolini, convencer a la gente de orden de la legitimidad de la violencia. A Franco lo aclamaron como Caudillo quienes habían forjado sus lazos en una batalla sangrienta contra la República y la revolución”.

Franco y el rey Faisal de Arabia Saudí en el aeropuerto de Barajas, al inicio de  una visita del monarca saudita

Franco y el rey Faisal de Arabia Saudí en el aeropuerto de Barajas, al inicio de una visita del monarca saudita 

Efe

La narración de Tremlett, en cambio, pasa por cuarenta y seis capítulos breves de forma cronológica, que empiezan a partir de un prólogo que sitúa la figura en su contexto más general. El periodista sobre todo busca entender al personaje en su ambiente. Su ensayo está lleno de anécdotas, escenas sugerentes y referencias culturales, que lo hacen muy vivo. La suya es una mirada más hacia dentro de la propia España que no el anterior. También eso es fruto de la propia vivencia del autor. El inglés quiere comprender el país en lo que vive. “ Su falta de carisma      -dice-, de brillo intelectual, de convicción ideológica, o del tipo de rasgos personales que los españoles consideraron ‘simpáticos’ reforzaron este proceso” de minusvalorar su figura. Tremlett tiene, además, como objetivo adentrarse en los debates actuales sobre la memoria histórica o la persistencia de elementos franquistas dentro de la democracia española. Eso hace que a veces el elemento interpretativo le haga hablar más de Jordi Pujol y de las cuentas de su padre en Suiza que de Lluís Companys.

Una paradoja de ambos volúmenes, quizá inducida por la necesidad de uno de reforzarse y del otro de no sentir la necesidad de hacerlo, es que el historiador ha escogido no poner notas, ni decir de dónde sale la información que usa y hacer veinte páginas al final como compendio bibliográfico genérico organizado por capítulo. En cambio, el periodista tiene un aparato crítico de más de un centenar de páginas que resultan muy útiles, pero que también dan una apariencia más voluminosa al ensayo y eso puede echar atrás a algún lector despistado.

Al fin y al cabo, son dos buenos estudios que se complementan. El de Casanova ofrece las herramientas para entender el franquismo como fenómeno histórico y lo pone en contexto internacional. El de Tremlett ayuda a ver cómo este fenómeno ha dejado huella en la cultura política y emocional de España . Con sinceridad, se pueden leer ambos sin que resulte repetitiva la lectura. Y así de paso quedar precavidos ante los discursos políticos sesgados que escucharemos este otoño.

Giles Tremlett. Franco, el dictador que moldeó un país.  Traducción: Pablo Hermida y María Serrano. Debate. 624 páginas, 24,90 euros

Julián Casanova. Franco. Crítica. 528 páginas, 22,90 euros

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