No es la primera vez que la Setmana reconoce con su premio más importante, el Trajectòria, a un escritor bífido o ambidextro. En el 2014 ya lo ganó Carme Riera, que escribe simultáneamente en catalán y castellano, con un ordenador distinto para cada una de las lenguas. Andreu Martín también ha escrito en ambas lenguas y se autotraduce. En ocasiones, el creador del detective Flanagan ha explicado que escribe indistintamente en una lengua u otra, según el proyecto y se traduce al final del proceso. Así acabó descubriendo que hay cosas que escribe mejor en catalán, por ejemplo todo lo que tiene que ver con el monólogo interior de los personajes y su interioridad, y cosas que escribe mejor en castellano, como la acción o el movimiento. Martín, que ha sido hiperprolífico en muchos géneros incluido el cómic, le da a esta dualidad un sentido casi psicoanalítico: su madre era catalana y su padre de Zamora.

Antonina Canyelles
CEDE EL ASIENTO A LA MUJER BALA O ATENTE A LAS CONSECUENCIAS
Uno de los recitales más esperados de la Setmana llegará el próximo martes día 23 de la mano de una de las poetas vivas más singulares que escriben en lengua catalana. Antonina Canyelles (Palma, 1942) tiene 83 años y se ha cansado de que la califiquen de “poeta punk”, una etiqueta que la ha acompañado en toda su trayectoria. A ella eso de punk le suena antiguo, a los años 70, y como se considera una poeta moderna prefiere que la llaman mujer bala. Así se titula su recital, La dona bala de la poesia. En 1979 ganó el premio Marià Aguiló pero nadie quiso publicar su poemario, así que lo hizo ella misma. Lo tituló Quadern de conseqüències. Después pasó 25 años sin publicar y con el cambio de milenio cogió carrerilla y ha ido lanzando volúmenes con su editorial, Lapislàtzuli, que le publicó una antología en el 2011 titulada Putes i consentits y acaba de editar también su último libro, Xampú Xampany. En un homenaje que le hizo la Institució de les Lletres Catalanes por sus 80 años, Biel Mesquida dijo de ella que tienen en común ser “ambiciosos, complejos, psicópatas e hijos de primos”. En uno de sus últimos poemas escribe: “Jove que no em cedeixes el seient a l’autobús, me cag en els teus màsters”.

Aurora Bertrana
DE LA POLINESIA AL RAVAL CON AURORA BERTRANA
Sería fascinante, aunque largo y muy caro, hacer un auténtico recorrido por todos los escenarios de la vida de Aurora Bertrana. Empezaría en Girona, donde esta autora, cronista y música de jazz nació en 1892, pasaría por Ginebra y seguiría después por la Polinesia francesa, donde vivió tres años con su marido suizo, llegaría hasta Oceanía (de ahí sacó la inspiración para su primer libro de crónica, Paradisos oceànics) pasando por la Martinica, Guadalupe y Panamá. También habría que ir necesariamente a Marruecos, adonde viajó a mediados de los años 30 para investigar a las mujeres musulmanas, unas crónicas que recogió en Marroc sensual i fanàtic (1936). En lugar de todo eso, se puede hacer un itinerario un poco más compacto hoy en Barcelona, dura unas dos horas y sale del Museu d’Història de Barcelona. Lo guía Maria Nunes, filóloga y especialista en rutas literarias de Barcelona –las tiene también dedicadas a Espriu, Montserrat Roig, Sagarra y otros–. Aunque no sea la Polinesia, la Barcelona de Aurora Bertrana también tiene su miga. Llegó a la ciudad como estudiante de música, acogida en casa de su mentora, Carmen Karr, y la conoció a fondo, porque tocaba el violonchelo en locales del Barrio Chino y fue una asidua de la Biblioteca para mujeres que fundó Francesca Bonnemaison.

HABLAR DE LIBROS ES LEER DOS VECES
La frontera entre lo que es podcast y lo que es radio no resulta tan fácil de delimitar, pero la buena noticia es que cada vez hay nuevos y más diversos espacios de audio que festejan la literatura en catalán, y no solo las novedades. Clàudia Rius acaba de estrenar La contracoberta, “el podcast de literatura catalana que no sabías que querías escuchar”, Andrea Genovart y Marc Cerrudo van despejando La pila en su nuevo programa semanal de libros en iCat, y en el espacio Llegir Uriol Gilibets y Eduard Gener aportan irreverencia desde Solsona. La Setmana también promovió el año pasado su propio videopodcast, Trames, que vuelve este año con ocho capítulos, cada uno dirigido por un presentador distinto: Xavier Grasset, Pep Antoni Roig, Carlota Gurt, Andrea Gumes, Bernat Reher, Eugènia Güell, Sara Loscos y Mònica Terribas. Lo bueno es que los ocho programas, con ejes temáticos tan jugosos como las “nuevas masculinidades” (de eso se encargarán Albert Pijuan, Ernic Pardo y Arià Paco, frente a una Gurt que se intuye guerrera) que dan para eso que la gente del podcast llama “contenidos evergreen”. Es decir quedarán ahí grabados, en la plataforma 3Cat y en Spotify, y se podrán seguir escuchando cuando pase la Setmana, porque no pierden vigencia.