Dan Brown y la inmortalidad de la conciencia

MUERTE LÚCIDA Y NOVELA POPULAR

El escritor estadounidense dedica su novela 'El último secreto', ya número uno en las listas de venta mundiales,  al debatido tema de la supervivencia después de fallecer

Prague (Czech Republic), 18/09/2025.- US writer Dan Brown examines a copy of the Devil#{emoji}146;s Bible (Codex Gigas) after a press conference about his new book The Secret of Secrets, in Prague, Czech Republic, 18 September 2025. The novel, featuring Robert Langdon, is set in Prague. (República Checa, Praga) EFE/EPA/MARTIN DIVISEK

Brown examina en el Clementinum de Praga la ‘Biblia del Diablo’ (‘Codex Gigas’), mencionada en su novela 

MARTIN DIVISEK / EFE

La novela que nada más aparecer se ha colocado en el número 1 de las listas de venta internacionales es una combinación de thriller de aventuras y libro de divulgación. Una fórmula habitual en Dan Brown (Exeter, EE.UU., 1964), que en El último secreto la lleva al nivel más alto de virtuosismo que ha conseguido hasta el momento. Recordemos que en obras anteriores había puesto a su héroe, el simbólogo de la universidad de Harvard Robert Langdon, a bregar con los enigmas del Vaticano, el supuesto linaje de Cristo, la masonería, las pandemias o el origen de la humanidad.

Ahora se trata de un tema que no puede ser más actual: el de la vida después de la muerte o, por ponerlo en otros términos, la supervivencia de la conciencia (o del alma) respecto al cuerpo físico de los humanos. Una cuestión que se planteaba ya en el antiguo Egipto, que abordan diversas religiones –muy especialmente el cristianismo– y que, con el triunfo del racionalismo y su premisa de que lo que no se puede explicar científicamente no existe, quedó durante bastante tiempo limitada a los círculos estrictamente religiosos o culturalmente alternativos.

⁄ Se enuncian todo tipo de fenómenos paranormales, que el protagonista y sus amigos van afrontando

Dan Brown, como el Thomas Kuhn de La estructura de las revoluciones científicas, considera que cada cierto tiempo el cambio de atmósfera intelectual, la insuficiencia y el agotamiento de explicaciones para determinados fenómenos fuerzan a un cambio de paradigma en el conocimiento humano.

Y en ello trabaja Katherine Solomon, vieja amiga de Landgon y ahora, inopinadamente, también su pareja sentimental. Se trata de una neurocientífica con un libro a punto de aparecer en un gran grupo editorial estadounidense, donde analiza teórica y prácticamente, y prueba, esa capacidad de prolongación de la conciencia (o el alma) más allá de su soporte corporal. 

“Cada vez más, descubrimientos en numerosos campos científicos como la física de plasmas, las matemáticas no lineales o la antropología de la conciencia, respaldan la idea de la conciencia no local. Nuevos conceptos como la superposición y el entrelazamiento desvelan un universo en el que todas las cosas existen en todas partes”, argumenta Solomon. Y su nuevo modelo “proporciona explicaciones lógicas de todas las ‘anomalías paranormales’ que han asolado el modelo tradicional durante tanto tiempo”.

Puesto que distintas instancias que no desvelaremos están avanzando en el mismo estudio, con la ciudad de Praga como laboratorio central, y llevando a cabo experimentos inquietantes, Langdon y Solomon tendrán que hacer frente a una catarata de acciones encaminadas a la desaparición del libro inédito de la neurocientífica. Y luego a esquivar las amenazas contra su propia vida. Con la aparición estelar en la trama de la figura por excelencia del universo literario fantástico de Praga: el golem.

En los años 50 y 60 del siglo pasado hicieron furor los libros de T. Lobsang Rampa. En el más famoso de ellos, El tercer ojo, se hablaba de cómo en determinadas circunstancias la conciencia humana puede abandonar el cuerpo e irse a dar una vuelta por el mundo, en plan El diablo cojuelo. Es una posibilidad que, siendo yo adolescente, me parecía fascinante. A su debido tiempo se supo que Lobsang no era el lama tibetano que decía ser sino un imaginativo ciudadano británico, hijo de un honesto fontanero. Lástima.

⁄ La neurocientífica Katherine Solomon, ahora pareja de Landgon, se ve en peligro por sus estudios pioneros

Dan Brown junto al alcalde de Praga, que le ha hecho entrega de la llave de la ciudad

Dan Brown junto al alcalde de Praga, Bohuslav Svoboda, que le hizo entrega de la llave de la ciudad 

EFE

Lobsang Rampa aparece citado de pasada en una página de Brown, al igual que Raymond Moody, pionero en los best sellers de divulgación sobre la vida después de la vida, y otros autores comentados por David Barba en el reportaje que abre esta semana el suplemento Cultura/s. En El último secreto surgen de forma regular conceptos como la doble personalidad, la psicotrónica, los sueños lúcidos, los psiconautas, la interfaz humano-máquina, la retrocausalidad… Y se enuncian todo tipo de fenómenos paranormales, que Robert Langdon y sus amigos van sorteando a la vez que las amenazas de los malos.

Carezco de competencia para señalar hasta qué punto las especulaciones de Brown resultan debatibles. Tras leer este entretenidísima novela sí diré que se trata de asuntos que hacen pensar, y que en cualquier caso brindan un muy adecuado marco conceptual para la acción desarrollada en una ciudad tan señera de lo fantástico como es Praga.

Dan Brown

El último secret/

El darrer secret

Trad. al castellano de Aleix Montoto Llagostera, Conde Fis; al catalán de Marc Barrobés, Esther Roig Giménez

Planeta/Columna

832 pags 24, 90 euros

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