¿Por qué a Robert Redford no le convenció ‘Tal como éramos’

LATIDOS

El fallecido actor consideraba que el papel de Hubbell Gardiner no tenía suficiente peso frente al de Katie Morosky a pesar de sucesivas reescrituras, según cuenta el libro de Robert Hofler 'The way they were'

American actor Robert Redford and actress and singer Barbra Streisand on the set of The Way We Were directed by Sydney Pollack. (Photo by Sunset Boulevard/Corbis via Getty Images)

Redford y Streisand en un momento de la película

Sunset Boulevard / Getty

Tal cómo éramos (The way we were) no figuró entre las películas más apreciadas por Robert Redford, de las muy numerosas en que intervino. Pero constituyó una cinta de mucho éxito, regularmente citada entre las cumbres del cine romántico junto con Casablanca y Lo que el viento se llevó

Sí está, en cambio, entre las más queridas por la coprotagonista Barbra Streisand y cuenta con numerosos fans, como uno mismo.

En las semanas posteriores al fallecimiento de Redford ha resultado patente su grandeza como actor, director, productor, impulsor del cine independiente y todo un icono del mejor activismo cívico estadounidense. Tal como éramos, junto a su vertiente romántica, incluye otra vertiente política que entronca directamente con esos valores ciudadanos. ¿Por qué al actor la película nunca le acabó de convencer?

⁄ Esta historia de amor entre opuestos fue pionera en invertir el esquema clásico ‘chico busca chica’

Citadel Press (EE.UU.) publica en bolsillo el libro de Robert Hofler The way they were, que documenta excelentemente el rodaje. El relato arranca con Barbra Streisand en un punto álgido de su carrera como actriz y cantante, tras el éxito del musical Funny girl  y con la comedia ¿Qué me pasa, doctor? en perspectiva. Pero quería hacer algo más serio. 

Su viejo amigo Arthur Laurents, una leyenda de Broadway, libretista de West side story, le pasó el borrador de una historia. Laurents, judío, homosexual y de izquierdas, idealizaba allí su propia historia de amor con un joven wasp, rubio, atractivo y deportista, en la línea de otras que había vivido, pero cambiando el sexo del protagonista. El autor brindaba en el texto sus vivencias a Katie Morosky, la joven comprometida y radical que interpretaría Streisand.

Corría 1970. La actriz convenció al productor Ray Stark para que asumiera el proyecto en Columbia Pictures. Stark reclutó al director Sidney Pollack, muy en boga tras ¿Acaso no matan a los caballos? Con un reto: Stark y sobre todo Streisand querían a Robert Redford en el papel de Hubbell Gardiner, el atractivo y apolítico gentil –es decir, no judío– a quien “todo le ha sido fácil en la vida”, y cuya larga relación de amor y rupturas con la combativa Katie, quien siempre lleva la iniciativa, alimenta la trama.

Cubierta del libro de Robert Hofler sobre la gestación y rodaje de 'Tal como éramos'

Cubierta del libro de Robert Hofler sobre la gestación y rodaje de 'Tal como éramos'

Redford se resistía: aquel papel “de príncipe azul” le parecía inconsistente, de hombre-objeto. Pero Pollack, amigo personal del intérprete, se empleó a fondo durante un año hasta  convencerle.

Rodaron entre septiembre y noviembre de 1972. Redford, aún reticente, insistía para que se añadiera más peso a su personaje. Ensayó lo mínimo con Streisand y estipuló que no quería que cantara en la película (solo lo hizo en los créditos). Ella tenía fama de establecer relaciones sentimentales con sus coprotagonistas y Redford, por entonces felizmente casado,  marcó distancias de forma preventiva; en las escenas de sexo, por ejemplo, vistió doble calzón de deporte. Pollack hizo de gran diplomático entre ambos, no hubo discusiones y las dos estrellas se respetaron sin llegar a ser amigos. 

A su vez, los productores desconfiaban de toda la parte relativa a la caza de brujas de Hollywood en los años 50, que no había sido tratada en cine -al menos no en el cine mainstream-  y de la que quedaban supervivientes en puestos influyentes. Contrataron a varios guionistas para suavizar el tono de Laurents, que se indignó ante la intervención y lo que consideró con cierta razón una censura

Pollack se mantuvo en el presupuesto pero no en la extensión: filmó dos horas y media que finalmente redujo a dos, después de que algunos pases previos no funcionaran y el propio Ford Coppola, que asistió a uno de ellos, recomendase meter tijera.

La película se estrenó el 16 de octubre de 1973, con una gran fiesta en el hotel Plaza. Pero Redford no se presentó

La película se estrenó el 16 de octubre de 1973, con una gran fiesta en el hotel Plaza a la que acudió la plana mayor del mundo social neoyorquino. Barbra Streisand compareció deslumbrante. Pero Redford no se presentó, argumentando después que cuando se acercó al cine de Times Square, la multitud y la prensa le habían agobiado (!). 

La crítica, en semanas posteriores, elogió la actuación de la actriz-cantante en el papel de su vida y generalmente ignoró la de su compañero. Y es verdad que, incluso en la versión final, Hubbell Gardiner tiene bastante menos relevancia y gancho que Katie Morosky. 

Hoy algunos críticos consideran que esta historia de amor entre opuestos fue pionera en invertir el esquema clásico ‘chico busca chica’ entonces vigente. Pero este detalle es algo que Robert Redford, por lo que parece, no llegó a apreciar.

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