El subtítulo de este álbum es también una de las mejores maneras de presentarlo: “historias de gente que pasa”. Un epígrafe que anuncia bien el tono de la obra: coral, pausado y profundamente humano. Este es un libro de personas y de lugares, donde todo está retratado con discreción, sensibilidad y una deliciosa capa de melancolía que lo tiñe todo.
Meteoros. Historias de gente que pasa (Salamandra Graphic con traducción de Regina López Muñoz) es una novela gráfica de más de 300 páginas escrita por Jean-Christophe Deveney y dibujada por Tommy Redolfi. La obra fue galardonada con el Premio del Jurado en el festival del cómic de Angulema de este 2025.
Una página de ‘Meteoros. Historias de gente que pasa’
El punto de partida de la historia es llamativo. Un meteoro se dirige hacia la Tierra y su impacto podría resultar devastador. Con una trama así, es inevitable pensar en las imágenes apocalípticas de una gran superproducción de Hollywood. Pero no es el caso. Deveney y Redolfi optan por un enfoque opuesto: un relato donde lo que predomina es la austeridad y la ternura, en el que el encanto está en los personajes, los diálogos y las sensaciones que transmiten.
La portada anticipa bien este tono. Una imagen de tintes azulados y grises —colores fríos— que dibuja un paisaje nevado donde las luces de las casas anuncian la calidez del interior, unos coches que parecen avanzar lentamente, y un personaje cabizbajo que lucha, resignado, contra el frío.
Las silenciosas viñetas de ‘Meteoros’, de Deveney y Redolfi
Es un libro con formato horizontal, probablemente, porque su aspecto alargado fomenta una lectura más reflexiva, que es la más indicada para detenerse en las viñetas de este cómic y mirar los contrastes entre imágenes. Los autores parten de una estructura de página en seis viñetas cuadradas sobre la cual aplican muy pocas (pero significativas) variaciones.
Amenaza
No hay grandilocuencia en este apocalipsis, pero sí mucha humanidad
Meteoros retrata de manera nostálgica y conmovedora la vida de esa gente que pasa. Dos adolescentes que se aburren y miran a los coches desde un puente, una joven que cuida a personas mayores, un hombre con lagunas de memoria, unos empleados de una famosa tienda de muebles descontentos con la empresa.
Nos asomamos a estas vidas en marcha, conocemos detalles, fragmentos que vamos ensamblando poco a poco. Silencios, pausas, miradas. Empatizamos con esos personajes que, ante la inminencia del final, revelan sus fortalezas y sus debilidades. Su vacío y su angustia no proceden de la amenaza del meteorito. No hay grandilocuencia en este apocalipsis. Pero hay mucha humanidad y mucho empeño en seguir adelante.
Portada de la novela gráfica de Deveney y Redolfi, premiada en Angulema
El dibujo de este álbum es bello y frío como su paisaje. Hay ecos de Manu Larcenet, Frédéric Bézian o Adrian Tomine. Meteoros es una magnífica novela gráfica donde los pequeños detalles que conforman la vida contrastan con la gran amenaza que representa el meteorito. Deveney y Redolfi reúnen mucha hondura y belleza en este trabajo sutil, inteligente y original. Meteoros nos demuestra que el fin del mundo también puede ser contemplativo e hipnótico.


