Oliver Laxe, poéticamente, contra el spoiler

ANTIVIRALES

La actualidad cultural deja detalles que nunca se contagiarán en las redes, compartirlos mejora la conversación

Oliver

Oliver Laxe durante el rodaje de 'Sirat' 

Archivo

Desde el momento en que se estrenó en Cannes, los críticos de cine supieron que con Sirat tenían un hueso duro de roer: no es un filme del que se pueda hablar mucho sin caer en el spoiler. Hace unas semanas, cuando la película se estrenó en algunos cines de Nueva York y Los Ángeles –un requisito para las películas que compiten por el Oscar a la Mejor película en lengua no inglesa–, el director, Oliver Laxe distribuyó un mensaje a los espectadores de esas proyecciones a través de algunos medios cinematográficos rogándoles contención. “Esta película estuvo hecha con el espíritu de la paciencia, y la creencia de que lo oculto habla tan alto como lo que se muestra. Llevamos la historia hasta las montañas, la dejamos respirar al aire libre, dejando que hablaran los silencios. Mi esperanza es que tú también puedas encontrarla en ese silencio”, empieza el mensaje, al más puro estilo Oliver Laxe. Después la cosa ya se vuelve más concreta: “Si decides escribir o hablar sobre la película, te pido que preserves el misterio para los demás (…) Resistirse no es ocultar, es dar al siguiente viajero la posibilidad de verlo con los ojos limpios”.

El escritor David Szalay

El escritor David Szalay

AFP

¿VUELVE EL HOMBRE A LA LITERATURA?

Cuando David Szalay recogió el premio Booker hace unas semanas por su novela Flesh hizo varias referencias en su discurso a los “riesgos” que había corrido al escribirla, sin concretar qué riesgos. Más tarde, aclaró en las entrevistas a qué se refería: “Uno de los riesgos que tomaba era escribir sobre sexo desde una perspectiva específicamente masculina, y hacerlo de una manera tan honesta como fuera posible”. Bien sea porque la masculinidad sin filtrar es uno de los temas de la novela –el protagonista, István, es un joven húngaro que ha pasado por un centro de detención juvenil y trabaja como guardia de seguridad en Londres– o porque Szalay es, en efecto, un hombre, el premio más importante de la letras anglosajonas se ha querido leer como un retorno del Hombre. Esa era la conclusión de un desconcertante editorial en The Guardian que celebraba “volver a poner la masculinidad en el centro” tras una década de “novelas de la interioridad” escritas, según el artículo, por “novelistas como Sally Rooney y Ottessa Moshfegh”. Como señalaron varias lectoras atónitas, siete de los ganadores del Booker de la última década eran también hombres y, en general, no parece que falten historias de la masculinidad, escritas por personas de cualquier denominación.

La 'listening party' de Rosalía en la sala oval del MNAC

La 'listening party' de Rosalía en la sala oval del MNAC

Cedida a l'ACN per Sony / ACN

CUALQUIERA SALE DE LA CAMA

¿Qué está pasando con las camas? Rosalía está basando gran parte del imaginario de LUX alrededor de la cama. Concedió la primera entrevista de promoción en una cama, la de la periodista Mar Vallverdú, del podcast Radio Noia, y allí dijo que le gusta componer y escribir letras en horizontal, que no sabe hacerlo de otra manera. Después estuvo tumbada ante miles de invitados a su fiesta de escucha en el MNAC y cuando actuó en el programa de Jimmy Fallon recreó La princesa y el guisante, con su montaña de colchones. Tumbada en el último de todos, empezó a cantar La perla. El reciente festival Panoramic de Granollers acogió una exposición titulada (en inglés) La cama no hace preguntas, la cama no te juzga, la cama es cálida y suave, la cama siempre está ahí para ti, la cama es agradable que invitaba a los asistentes a tumbarse en una cama redonda como manera de resignIficar lo doméstico y lo blando. Comisariada por Estela Ortiz y Juan Evaristo Valls Boix, la instalación partía del proyecto La chambre de Chantal Akerman, el autorretrato que se hizo la cineasta belga en su lugar favorito, como manera de homenajear al lugar más cálido, allí donde es posible no ser productivo (aunque, en el caso de Rosalía, o de Edith Wharton, que escribía siempre en la cama, a veces se caiga la práctica creativa).

La Reial Acadèmia de Bones Lletres

La Reial Acadèmia de Bones Lletres

Miquel González / Shooting

CINCUENTA AÑOS DE CAMBIOS

Hablar de cultura española en democracia es hablar de todo lo que va de Buñuel a Rosalía y Tàpies a Angélica Liddell. El 50 aniversario de la muerte de Franco ha brindado una oportunidad que no se podía desaprovechar para hablar de lo que ha pasado en estas décadas, cuáles han sido las tendencias y estéticas dominantes y qué pasa a partir deL 2010, cuando el modelo que se había configurado entra en crisis. El próximo día 11, la Reial Acadèmia de Bones Lletres, un lugar poco conocido para muchos barceloneses que siempre conviene visitar al menos una vez, acogerá una mesa redonda sobre La cultura española en democracia, moderada por Sergio Vila-Sanjuán, que ha explorado el tema en un libro del mismo título publicado por Destino, y en la que participarán también el catedrático y crítico Domingo Ródenas de Moya, el periodista Jordi Nopca y el comisario de arte Àlex Mitrani.

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