En ocasiones nos gustaría ser como figuritas de belén, al estilo de las que plasma la ilustradora Olga Capdevila en este número especial del suplemento Cultura/s. Personajes firmemente instalados dentro de un paisaje amable, en una atmósfera presidida por la calidez, el amor familiar y la expectación ante un acontecimiento que revolucione, para bien, nuestras existencias.
Pero la vida real no siempre es así, por supuesto. La vida real resulta caótica y a veces indescifrable, complicada y apasionante, un espacio donde los sentimientos buenos y los malos se confrontan con resultados a menudo no muy transparentes. Y precisamente de eso trata la literatura. Sin embargo, en estos días aspiramos a que el relato general, ni que sea de forma provisional, tenga más del belén que del lugar de la confrontación. Deseamos que suenen los villancicos y no los bocinazos del atasco y las obras urbanas, u otros ruidos peores de los muchos que nos asaltan.
⁄ “Somos lazarillos de los grandes autores; sin nuestros ojos, los clásicos no pueden ver el presente”, escribe Gregorio Luri, reciente premio Atlántida
En el mundo del libro las fechas previas a la Navidad abundan en elementos gratos. La visita masiva a librerías es uno de ellos,y muy relevante, porque marca uno de los puntos álgidos de la facturación anual. Otro acontecimiento positivo es la Nit de l’Edició, que convoca regularmente el Gremi d’Editors de Catalunya. Sirve para reunir a los profesionales, reafirmar sus vínculos en un clima celebratorio y para conceder unos galardones entre los que destaca el que lleva el nombre de un conocido poema de Jacint Verdaguer. El premio Atlántida de este año, entregado el pasado lunes, ha recaído en un filósofo y pedagogo que ha colaborado en distintas ocasiones en estas páginas, Gregorio Luri, “por saber transmitir como pocos el arte de leer”.
Entre la rica bibliografía de este autor figura un librito, Sobre el arte de leer. Diez tesis sobre educación y cultura (Plataforma), que según confesó el propio Luri en el acto ha disfrutado de una notable difusión y le ha generado numerosas propuestas de conferencias. Comprende la transcripción reelaborada de una intervención en el Forum Edita del 2019 y ofrece afirmaciones como esta: “Aprender a leer es aprender a escuchar. Leemos cuando estamos dispuestos a conversar con los grandes autores de la literatura universal”. Y a la inversa, “somos lazarillos de los grandes autores. Sin nuestros ojos, los clásicos no pueden ver el presente”. Hay que acercarse a las páginas de Gregorio Luri para entender mejor los mecanismos de la lectura.
En el año que termina se han sucedido las citas importantes. La de la jornada de Sant Jordi, cada vez más frecuentada y mejor regulada, fue una de ellas. La reciente presencia de Barcelona en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara constituyó otra. En general los objetivos del Ayuntamiento se cumplieron allí sobradamente: excelente difusión mexicana de la imagen cultural barcelonesa; fuerte presencia de la literatura en catalán, con charlas en institutos de distintos escritores y buena venta de libros en esta lengua; éxito de homenajes como el de Mercè Rodoreda y Joan Brossa; gran atención a figuras emblemáticas como Joan Manuel Serrat, Eduardo Mendoza, Javier Cercas, Xavier Bosch o el espacio conmemorativo de Carlos Ruiz Zafón; nutrida asistencia a conciertos y exposiciones. Para los representantes de Guyana Guardian fue un privilegio colaborar con nuestros colegas del diario mexicano Milenio.
Del programa, y eso siempre ocurre, porque estas iniciativas son por definición opinables, se han señalado algunas carencias (de autores hispanoamericanos ubicados en Barcelona; de revistas que han sido puente entre culturas, como Ajoblanco o Quimera; de historiadores...). Y dio que hablar -y recibió críticas- el anuncio de una beca de estancia para autores hispanoamericanos, que sin embargo está en línea similar a la que otras metrópolis del mundo conceden, con buen criterio, a literatos extranjeros (y de las que se han beneficiado catalanes). En suma, se ha obtenido un buen resultado.
No se puede decir lo mismo del programa conmemorativo de los 50 años de la muerte de Franco “España en libertad”, anunciado en enero a bombo y platillo por el Gobierno. Las grandes exposiciones y los debates de alto nivel en general han brillado por su ausencia. Una oportunidad perdida.
Se nos está yendo el 2025 y este suplemento, como cada año, brinda sus propuestas para recibir, y disfrutar de, las fiestas, bien pertrechados de buena lectura. ¡Feliz Navidad!
