“Todos estos años me trajeron de regreso al principio, al Maluma que siempre debí ser”. Con esta declaración, el ídolo colombiano marcó su regreso, en su versión más Pretty y más Dirty, este sábado en el Palau Sant Jordi de Barcelona con entradas agotadas. Diez bailarinas, seis músicos, una puesta en escena cargada de humo, pirotecnia y una interminable lista de éxitos dieron inicio a la gira internacional con la que recorrerá varios países de Europa y América.
El artista ha vuelto a sus orígenes en homenaje a su álbum Pretty Boy, Dirty Boy (2015), donde combina su faceta más atrevida con su lado más sentimental. Este disco fue el trampolín que lo catapultó a la fama internacional con éxitos como Borró Cassette y El Perdedor. Con estas dos canciones abrió el show, enfundado en un traje a rayas gris estilo gánster, un abrigo de piel y una venda en su mejilla izquierda –un símbolo que solo sus seguidores más fieles comprenden– que refleja la dualidad entre Maluma, el tipo rudo, y Juan Luis Londoño Arias, el romántico. El espectáculo continuó con Miss Independent, de su primer álbum Magia (2012).

CONCIERTO DE MALUMA EN EL PALAU SANT JORDI
El Maluma romántico emergió en el quinto tema, ya despojado de su ropa más pesada y con un collar de diamantes que mostraba una foto de sus seres queridos. No es casualidad, pues el nombre “Maluma” es un homenaje a su familia, formado por las primeras letras de los nombres de su madre, Marlli; su padre, Luis; y su hermana, Manuela. Conmovió al público al interpretar la balada Marinero. Sin embargo, la calma fue breve, ya que pronto encendió la euforia con Vente Pa' Ca, su colaboración con Ricky Martin, y Chantaje, canción que comparte con Shakira.
El constante vaivén entre la melancolía y la euforia definió el ritmo de todo el show. El momento cumbre llegó con Cuatro Babys, cuando las llamas encendieron literalmente el escenario del Sant Jordi. Siguieron los temas 11 PM, HP y Felices los 4.
Un piano anunció una nueva pausa en la fiesta. “No les habla Maluma, les habla Juan Luis”, dijo el artista entre lágrimas, tomándose un momento para agradecer a su público y dedicar unas palabras a su novia, Susana Gómez, quien estaba presente. La pareja celebró recientemente el primer año de vida de su hija Paris, justo una semana antes del concierto. A tono con la emoción del momento, Maluma interpretó ADMV, mientras en la pantalla gigante se proyectaban fotos familiares. “Cuando nos falle la memoria y solo queden las fotografías, que se me olvide todo, menos que tú eres mía”, cantó emocionado. La fiesta resurgió con Parce, Madrid y Hawái.

CONCIERTO DE MALUMA EN EL PALAU SANT JORDI
Para entender el cambio de Maluma, es necesario retroceder al pasado mes de noviembre, cuando el cantante anunció que su carrera tomaría un giro hacia sus orígenes. Lo hizo al afeitarse la melena y regresar a su primer look, un cambio que fue un sueño hecho realidad para sus fanáticos, quienes llevaban tiempo recogiendo firmas para que el artista recuperara su imagen inicial. Este cambio se produjo durante el lanzamiento de su nuevo sencillo, Cosas pendientes. Para interpretar esta canción, Maluma pasó del escenario principal a una plataforma ubicada en el otro extremo del recinto. Una marea humana lo siguió hasta allí, donde interpretó X, +57 y el remix de Ohnana.
La primera despedida de la noche fue claramente un amague, ya que todos sabían que aún faltaba que Juan Luis demostrara una vez más quién es. Regresó al escenario principal para interpretar una versión acústica de Sobrio, con un ramo de rosas en la mano que luego lanzó a su público. El artista finalmente cerró su actuación con Según quién y Coco Loco.

CONCIERTO DE MALUMA EN EL PALAU SANT JORDI
Después de este primer concierto, Maluma continuará su gira por Europa, visitando ciudades como Londres, París y Múnich, para culminar con tres noches en el Movistar Arena de Madrid en abril, con dos fechas ya agotadas. Como él mismo dice, aún quedan Cosas pendientes.