La compañía Col·lectiu Desasosiego tomó impulso en FiraTàrrega 2022 con el montaje Un segundo bajo la arena, una continuación de las Bodas de sangre de Lorca, en el que el público se convertía en los invitados que volvían al banquete de bodas después de la espantada general. El éxito los llevó a hacer unas cuantas representaciones, con temporada en El Maldà.
Ahora vuelven a este mismo teatro con otro montaje, Breu visita a la Gola del Llop, con una nueva propuesta donde el público también tiene que tomar parte activa, en este caso como jugadores de bingo. Porque, de hecho, La Gola del Llop es el bingo y para este propósito, en lugar de gradas, en El Maldà habrá dos mesas largas donde se sentarán los espectadores-jugadores, atendidos por los cuatro trabajadores del establecimiento, los actores Alex Solsona, Carla Coll, Àrid Soldevila y Gaspar Corts, responsable del espacio sonoro.
“El bingo es un espacio lleno de gente sola, como sus trabajadores”, declara Àrid Soldevila
“La acción pasa en un salón de bingo, que es un lugar oscuro y cada uno tiene su garganta del lobo. Pero si nos ceñimos al título, los cuatro empleados trabajan en el bingo y ya está”, declara Carla Coll. Firma el texto con Alex Solsona, quien añade: “La idea era hacer un espectáculo sobre el miedo. Si hay un bingo es porque un día fuimos a probar suerte y descubrimos un mundo que es como un agujero donde la gente está atrapada y hay mucha soledad”. Es la soledad en medio de la multitud.
“Hicimos un taller con niños y un miedo muy presente es el de la soledad, y por eso enfocamos este espectáculo hacia este miedo –continúa Coll–. Fueron apareciendo otros miedos, como el capitalismo. Es algo que nos incomoda mucho del mundo donde vivimos. No lo teníamos previsto, pero también ha surgido este tema. Es uno de nuestros miedos”.
El Col·lectiu Desasosiego
Camille Latron, que es la responsable del espacio y de la dirección técnica, cuenta que “la presencia del público es muy necesaria para que pasen las cosas; que el público sea partícipe del montaje ya es una manera de hacer del Col·lectiu, y aquí jugará al bingo”. Y Coll manifiesta: “Creemos que será divertido que el público venga a jugar con nosotros, y así el espectáculo será cada día distinto, con un punto de azar, como pasa en el bingo”.
La actriz Àrid Soldevila reflexiona sobre el miedo a la soledad: “El bingo es un espacio lleno de gente, pero de gente sola, como los trabajadores, que también están solos”. Y también de la muerte, que aparece en un poema de Edgar Allan Poe, que se repite en la pieza: “El miedo de la muerte es un miedo atravesado por el tabú, por la falta de herramientas para gestionar algo como la muerte, un miedo existencial, que es innegable”.
“La presencia del público es muy necesaria para que pasen las cosas", dice Camille Latron
Gaspar Corts, que era el músico del primer montaje, revela que en este segundo no estará solo, pero no quiere dar más detalles. “Habrá música en directo, y no seré el único instrumentista. En Un segundo bajo la arena musicábamos poesía, y aquí es una música mucho más corporativa, de empresa, del bingo, que tiene que ser repetitiva para que enganche”. Sin embargo, las fotos de la compañía presentan a Alex Solsona con un saxo. Ahora hay que ver este espectáculo inmersivo, con un sello que empieza a componer la personalidad del Col·lectiu Desasosiego.
