El Barça actuó con Ferran Torres en punta. Y el comportamiento del delantero no fue, para nada, estático, sino de una movilidad absoluta. Igual que Dani Olmo ante el Betis o incluso Lewandowski contra el Madrid. Algo que confirma que este Barça ya ha experimentado la primera mutación: la de pasar de un nueve posicional a un nueve volátil. Algo que da más velocidad al juego y que tiene todo el sentido táctico del mundo porque el equipo cuenta con la segunda línea con mayor capacidad de ir al espacio de Europa y con el mejor asistente del mundo: Lamine Yamal.
Mostrar comentarios