Dirigentes del Real Madrid y del Comité Técnico de Árbitros (CTA) se reunieron ayer en la sede de la Federación Española de Fútbol por espacio de algo más de una hora y media, encuentro que sirvió para que el Madrid pudiera escuchar sin editar los audios del partido ante el Espanyol del 2 de febrero. El club blanco había amenazado con requerirlos judicialmente si no se atendía su demanda. Las explicaciones de los árbitros no convencieron al Madrid, que mantiene su tesis conspiratoria, pero espera que la cita haya servido para algo, de lo que duda.
Por parte del CTA estuvieron presentes, entre otros árbitros, su presidente, Luis Medina Cantalejo, y Carlos Clos Gómez, el director del proyecto VAR. Por el Madrid, los elegidos fueron dos pesos pesados del club: José Ángel Sánchez, director general y mano derecha de Florentino Pérez, y José Luis del Valle, tesorero de la junta directiva, un abogado muy de la confianza de Florentino, (ya lo tenía en ACS), el hombre además que redactó la misiva con la que el Madrid denunció la, a su juicio, campaña de persecución arbitral contra el club.
Al término de la reunión, los dirigentes del Madrid se marcharon sin querer atender a los medios de comunicación ni dar explicaciones. La postura oficial del club fue no comentar lo que se había hablado, como una forma más de demostrar su hastío y desgana. Luis Medina Cantalejo sí quiso hacer unas breves declaraciones: “Si hubiéramos discutido, la reunión hubiera durado cinco minutos. Todo ha sido dentro de un clima de entendimiento y cordialidad y, sobre todo, de respeto”, aseguró el jefe de los árbitros. El exárbitro malagueño tampoco quiso dar muchos detalles de lo que se había hablado: “El procedimiento ha sido el mismo que con otros equipos. Se habla de una jugada determinada (en este caso sobre todo de la jugada en la que el Madrid reclama la tarjeta roja para Carlos Romero por su entrada a Mbappé) y de otras circunstancias que suceden, pero es algo de orden interno, no porque sea secreto, sino porque es algo que debe quedar entre nosotros. Si la reunión ha durado tanto es porque hemos hablado con absoluta transparencia”, comentó.
“Si hubiéramos discutido, la reunión hubiera durado cinco minutos”, dice el presidente del CTA
Fuentes del Madrid prefirieron no calificar el encuentro de “cordial”, sino de “educado y en un clima muy, muy serio”. Las mismas fuentes aseguraron que el objetivo de la reunión era sobre todo el de mostrar malestar por lo que entienden son “unos continuos arbitrajes de sesgo negativo hacia nuestro equipo“.
Para el club blanco, más allá de una jugada concreta, lo que es necesario es implementar un cambio completo de un sistema arbitral que ven viciado desde hace años. Los árbitros negaron la existencia de ningún tipo de arbitraje tendencioso ni hacia el Madrid ni hacia ningún club. El CTA asegura estar dispuesto a hablar de mejoras en consonancia con la nueva Federación de Rafael Louzán.
En el audio pedido por el Madrid se oye a Muñiz Ruiz, el árbitro del Espanyol-Madrid, preguntar por al autor de la entrada a Mbappé (Carlos Romero). Su asistente, Sánchez Rojo, pide la expulsión del lateral, pero desde la sala VOR Iglesias Villanueva discrepa de que la entrada sea de roja y el árbitro principal atiende el requerimiento y no lo expulsa.