Simone Inzaghi no pudo sentarse el pasado sábado en el banquillo del Inter en la victoria (1-0) ante el Verona. La razón no es estrictamente deportiva: el técnico estaba sancionado por la Federación Italiana como consecuencia del caso Doppia Curva, por el que ayer se practicaron siete nuevas detenciones entre los ultras del Inter.
El caso Doppia Curva mezcla a jugadores y directivos del club milanés y de su rival, el AC Milan, a algunos de sus grupos ultra y a la 'Ndrangheta, la mafia calabresa. Y ha dejado algún cadáver por el camino. Los siete arrestados este lunes pertenecían a las facciones extremas de ambas aficiones y se les imputan cargos de usura (con tasas de hasta el 400%), falsificación de facturas y extorsión. En suma, la aplicación del pizzo, la suerte de impuesto revolucionario que exigen las mafias. Este hecho podría considerarse agravante en alguno de los detenidos, ya que en Italia la colaboración con la mafia tiene esa categoría judicial.
El caso se destapó el pasado mes de septiembre, en un operativo que practicó 18 detenciones tras más de un año de investigaciones, y que concluyó mostrando el vínculo entre los ultras del Inter y del Milan con la 'Ndrangheta, considerada la mafia más peligrosa del mundo. Por estos vínculos, conocidos por algunos jugadores y directivos del club, permitían al grupo delictivo controlar lo que sucedía en el estadio de San Siro.
Al margen pese a las pruebas
El detonante del caso fue el asesinato a navajazos, el 4 de septiembre de 2024, de Antonio Bellocco, destacado miembro de la 'Ndrangheta, a manos del líder de la Curva Nord interista, Andrea Beretta, que continúa detenido. El asesinato despertó todas las alarmas, puesto que, con la muerte de Bellocco, Beretta confiaba en hacerse con el control del negocio ilegal en torno a San Siro.
A priori, el Inter quedó al margen de la investigación policial, a pesar de que en el seguimiento de uno de los 18 arrestados se comprobó que habló con el técnico interista, Simone Inzgahi, para obtener entradas para la final de la Champions. También en 2023 los ultras citaron en un bar al entonces jugador interista Milan Skriniar para que aclarase con ellos su futuro: tenía intención de firmar con el PSG y, en opinión de la policía, los ultras pretendían intimidarle.
Las detenciones practicadas esta semana afectan al directivo interista Javier Zanetti. El auto del juez de instrucción menciona documentos que vinculan a Bellocco con el argentino, al que invitó a “estar presente” en un evento que involucraba las actividades empresariales de Davide Scarfone, uno de los detenidos por el caso, y que fue socio de Bellocco. El ex líder ultra interista, Andrea Beretta, estaría colaborando con la justicia y exponiendo la cercanía entre club y clan mafioso a través de sus ultras, informa la agencia italiana ANSA.
Sanciones deportivas
La semana pasada, el día posterior al empate del Inter en Barcelona, el club milanés alcanzó un acuerdo con la fiscalía de la Federación para cerrar la parte deportiva del caso con multas y sanciones. Hakan Calhanoglu y Simone Inzaghi fueron suspendidos con un encuentro, ya cumplido, mientras que el club fue multado con 70.000 euros, por 30.000 para el Milan. Hubo multas individuales para Calhanoglu (30.000 euros), Inzaghi (15.000 euros) y el exjugador y ahora directivo Javier Zanetti (14.500 euros), además de para el jefe de seguridad interista y al responsable de relaciones con los aficionados.
El presidente del Inter, Giuseppe Marotta, salió indemne porque logró demostrar que las reuniones que mantuvo con los líderes de los grupos ultras del equipo fue con conocimiento de la fiscalía y la policía de Milán, y dolo respondía a motivos de orden público.



