Los Mossos d'Esquadra investigan el motivo que llevó a una conductora a apretar el acelerador y arrollar a un grupo de aficionados del Espanyol que se dirigían al estadio a ver el partido contra el FC Barcelona. La principal hipótesis es que la mujer se sintió agobiada y quiso huir del lugar. Así lo aseguró el comisario de los Mossos d'Esquadra de la Región Metropolitana Sud en una rueda de prensa de urgencia convocada al finalizar el partido para dar información sobre lo sucedido. La conductora dio negativo en las pruebas de alcoholemia y de drogas y fue detenida por los Mossos d'Esquadra como responsable de un presunto delito de lesiones y de conducción temeraria. La arrestada está a la espera de pasar a disposición judicial y de momento se encuentra bajo custodia policial en los calabozos de la comisaría de Cornellà de Llobregat después de haber sido atendido en un centro hospitalario. El último parte médico eleva el número de heridos a 17, uno de los cuales se encuentra en estado crítico. Se trata de un hombre de 41 años, según ha indicado el Departament de Salut de la Generalitat. Además, hay 4 personas que continúan hospitalizadas.
Los hechos ocurrieron a las 21:02 h a la altura del número 100 de la Avenida del Llobregat cuando faltaba media hora para que se iniciara el partido. Es habitual que en la zona se reúnan miles de aficionados del Espanyol antes de un encuentro, si bien, la calle no estaba cortada. Ayer, había centenares de aficionados. Una conductora que se dirigía al vecindario accedió a la zona e intentó pasar entre medio de la multitud. “La mujer se sintió acosada por la situación en la que estaba. Se vio envuelta por los aficionados y por alguno motivo ha mirado de acelerar y abandonar el lugar”, explicó Sallent.

Detenida la conductora del vehículo del atropello mortal en el exterior del RCDE Stadium
“Se vio envuelta por los aficionados y por alguno motivo ha mirado de acelerar y abandonar el lugar”, dijo el comisario de los Mossos
Algunos aficionados grabaron las imágenes. En ellas aparece el vehículo rodeado por la multitud con el cristal trasero roto. Los aficionados increpan a la conductora que al parecer ya había intentado acelerar en una ocasión anterior cuando de repente aprieta el acelerador y se lleva por delante a un numeroso grupo de aficionados. “Tenemos que determinar por qué ha hecho esta maniobra”, indicó el comisario de los Mossos. “El vehículo ha sido detenido, ha intentado salir y en un momento determinado en esta maniobra de salida ha atropellado a las personas que estaban delante”, añadió.
Una de las preguntas que suscita el incidente es por qué la conductora pudo acceder con el vehículo entre la muchedumbre sin que los Mossos la interceptaran. El comisario asegura que “la vía estaba abierta”, que la conductora se dirigía “al vecindario” y que no la detuvieron a pesar de que en las imágenes se aprecia como los Mossos en el momento que acelera la estaban rodeando e intentando abrirle paso entre los aficionados. A los pocos minutos del incidente, los Mossos mandaron un mensaje que fue difundido por la megafonía del estadio del Espanyol en el que aseguraban que se trataba de un hecho “accidental”. “Es un hecho fortuito en el marco de la huida de una conductora en una zona abarrotada de personas”, indicó el comisario.
Aunque estos hechos hicieron temer por la disputar del derbi, nada modificó los protocolos previos al encuentro. Según confirmó el comisario de los Mossos al conocer que los heridos no presentaban heridas de gravedad y que el incidente “no suponía un problema de seguridad para la disputa del partido”, el coordinador día vía libre para que el encuentro se celebrase.
La peña La Curva reclamó la suspensión del partido y algunos abandonaron el estadio en señal de protesta
Poco después del inicio, el encuentro se detuvo unos instantes sobre el minuto 9 de juego porque aficionados situados en la zona de la peña La Curva pidió al portero del Espanyol, Joan García, que no sacara y que se detuviera el choque por el atropello. A través de la megafonía, en el minuto 7 del encuentro el club calificó lo ocurrido de accidente, y el árbitro riojano César Soto Grado, tras hablar con un representante de los Mossos y con los delegados y miembros de ambos equipos, indicó poco después que se reanudara el partido.
Un segundo anuncio por megafonía no sirvió para calmar la preocupación de una parte de los presentes en el estadio. De hecho, los aficionados situados detrás de la portería de Joan García siguieron reclamando que el partido no se jugase y se acercaron a los vomitorios haciendo visible un vació en la grada como forma de protesta. Varios aficionados del grupo de animación Grada Canito, ubicados en uno de los goles de Cornellà-El Prat, abandonaron el recinto en señal de protesta.