Jordi Valls: “¿Si el oro de París acomoda? Veo el mismo compromiso y hambre”

Entrevista | Waterpolo

El entrenador egarense asume el reto de dirigir a la selección femenina en el Mundial de Singapur

27 - 06 - 2025 / Sant Cugat / Jordi Valls - Entrenador seleccion Waterpolo femenino / Foto: Llibert Teixidó

Jordi Valls posa para 'La Vanguardia' días antes de viajar a Singapur a disputar el Mundial 

Llibert Teixidó

Jordi Valls Nart (Terrassa, 1977) asumió las riendas de la selección femenina campeona olímpica de waterpolo así que Miki Oca dio un paso al lado en diciembre del 2024. No sorprendió: el egarense era el relevo natural, quien mejor conoce a las waterpolistas de este país después de 15 años y 13 medallas al lado de Oca, y de toda una vida entrenando a los equipos de base de la Federació Catalana. A los seis meses en el cargo, Valls se estrena mañana en el Mundial de Singapur ante Sudáfrica (3 h, hora española).

Con su pasado, ¿pasar de la etapa de Miki Oca a Jordi Valls ha sido una transición tranquila?

Ha sido muy motivador, por la nueva responsabilidad y por tener que tomar decisiones. Y, por otra parte, al conocer bien el vestuario y a las nuevas jugadoras que venían ha sido más fácil. Conozco el entorno, el material con el que tengo que trabajar, los colaboradores y los retos. Ha sido una entrada tranquila.

¿Ha tenido que cambiar muchas cosas de la etapa anterior?

En la dinámica de los entrenamientos hay aspectos que sí. Así como el estilo de juego te lo dan las jugadoras que tienes, cambiar al equipo técnico por completo hace que el entrenamiento cambie. Tenemos nuevo entrenador de porteros
( Antonio Aparicio), nuevo preparador físico ( Jordi Stavrou), nuevo segundo entrenador ( Mario García) y nueva scouting y análisis de vídeo ( Carla Fargas). Ahora el trabajo es más colegiado, se reparten responsabilidades.

Un nuevo equipo

“Ahora tenemos un equipo más rápido, con un gran 1 contra 1, boyas y una portería de nivel”

¿Le faltaba algo a la anterior selección que deba adoptar?

Era una selección que viene de ganar el oro olímpico y que casi siempre había disputado medallas. Lo más importante ahora, con los cambios que ha habido, es estructurar bien el equipo y equilibrarlo con las jugadoras que tenemos y las nuevas. El objetivo es construir un equipo sólido, competitivo, que alcance los retos.

De las 14 jugadoras, 8 siguen del bloque de París, vuelven 2 que ya habían estado y entran 4 jóvenes. La vieja guardia ya no está.

No están Maica Garcia, Pili Peña, Laura Ester y Judith Forca, pero Anni Espar, como capitana y veterana, no se ha quedado sola; está Bea Ortiz con un papel importante, Paula Leitón y Martina Terré. Las cuatro engloban la experiencia y el peso en el juego, son piezas clave también en el vestuario. Y en el segundo peldaño, el resto tiene que dar un paso adelante para hacer un equipo sólido.

¿Con estas jugadoras qué perfil de selección tiene?

Hay aspectos individuales que no encontraremos de manera inmediata –como Maica o Judith, que tomaban decisiones acertadas y eran determinantes–, y las nuevas deben hacerse en la alta competición. Pero ahora tenemos un equipo más rápido, las nuevas nos dan velocidad en la transición, en ataque y en defensa; tenemos un gran uno contra uno; la posición de 2 metros está muy bien cubierta con dos boyas de nivel altísimo (con Leiton y Camus), y la portería sigue siendo un baluarte. Tenemos que explotar esta velocidad con el nuevo reglamento [se acorta el tiempo de posesión 2 segundos] haciendo transiciones más rápidas y jugar los ataques posicionales con más tiempo. Eso nos exige más rotaciones para mantener la intensidad, que es innegociable.

¿Tener 8 oros olímpicos puede hacer un equipo acomodado?

Al revés. Veo al equipo con el mismo compromiso y la misma hambre que el año pasado. Las jugadoras están con un nivel de compromiso altísimo, conscientes de que el equipo del 2024 era un grupo hecho, en un año con mucha competición ( Europeo, Mundiales y Juegos), y ahora debemos construir. Por eso son conscientes de que se tiene que estar mordiendo.

¿También tiene que morder el seleccionador? ¿Qué exige Valls a la selección en este Mundial?

Confío muchísimo en el trabajo, el compromiso diario, que muestren cada día la ambición de querer
crecer, y eso lo están haciendo. No hay que morder a las jugadoras, basta con mostrar que el compromiso es innegociable, e intentar ser ejemplo.

Comenzando ciclo olímpico y con todas las selecciones renovándose, ¿sería un fracaso estar fuera del podio?

No pierdo nada de tiempo especulando. Estamos construyendo para intentar aspirar al máximo y ser competitivas en este Mundial, y después veremos dónde estamos. Tengo jugadoras competitivas,
hicimos oro, plata y bronce en las tres competiciones del 2024, pero también hay rivales muy competitivas que nos pueden ganar. En el 2022 nos quedamos fuera de las medallas...

¿Pero con 8 campeonas olímpicas se debería confiar en seguir ganando medallas en el Mundial?

¡Claro! Trabajamos para eso, para ir a ganar. A un equipo de élite no le dices “vamos a ganar la medalla”. Ni se motivará más porque lo digas, ni nos acerca más al oro.

Su estilo

“No hay que morder a las jugadoras, basta que vean que el compromiso es innegociable”

¿Cómo ha quedado su relación con Miki Oca?

Muy buena. Cada uno tiene derecho a decidir qué hace con su vida. En parte me sorprendió que se fuera a China, más que nada por el momento. Todos reflexionamos si continúas o buscas otros retos, y este año que fue tan redondo lo vi muy tranquilo al acabar los Juegos. No me lo imaginaba. Cuando hablé con él y me expuso su porqué lo entendí perfectamente.

¿En 15 años con Miki, qué ha aprendido más de él?

Muchas cosas. De waterpolo, mucho: el juego individual, el control, cómo el juego individual se pone al servicio del equipo, cómo afrontar las competiciones, tener el foco en el trabajo más que en las palabras... Y mucho de gestión del grupo, pero también lo aprendí de otros técnicos y de mi experiencia en la FCN con la base. La gestión de grupo es fundamental, que haya un compromiso elevado, unas líneas rojas, respeto y la atención personal para tener proximidad.

¿Si Oca era un gurú, un líder, qué será Valls?

Se lo tendrás que preguntar a ellas; puedo intuir cómo me ven.

¿Cómo lo ven?

Como una persona analítica, muy exigente con los detalles y los entrenamientos, y que pido un compromiso muy alto.

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