Desde que el 27 de diciembre del 2016 se subió a un avión rumbo a Sydney, para jugar en la Liga australiana de waterpolo y “vivir una experiencia para crecer a nivel personal y deportivo”, Anni Espar Llaquet (Barcelona, 1993) ha sido una frequent traveller premium de las compañías aéreas. Nueve años después, Anni es una pasajera habitual del triángulo Barcelona-Brisbane-Sydney. Con escala ahora en Singapur, en el Mundial 2025, en el que se ha estrenado como capitana de la selección española tras 16 años de compromiso.
No le costó demasiado a Anni aceptar el brazalete, heredado de su amiga Pili Peña. Después de ganar el oro olímpico en París se tomó su descanso. Aunque no paró. Portugal, Zimbabue, Escocia, Bali, Los Ángeles, la Costa Brava, Nueva York... y de nuevo Brisbane –donde vive con su pareja y su familia aussie– y Sydney –donde juega con el Lions–. Entre medio, conversaciones con Jordi Valls, el relevo de Miki Oca en la selección. La quería de nueva jefa .
“Veía que podía seguir aportando, dando ejemplo; es lo que me hace más ilusión de este nuevo ciclo”
“Sin ser capitana Anni ya llevaba muchos años siendo una jugadora respetada en el vestuario y por el staff; no le hemos pedido nada que no hiciese antes”, explica el seleccionador a este diario. “Hemos hablado todo el año. La decisión de seguir ha sido suya, en ningún caso la he presionado”.
Y Anni aceptó el envite de seguir, a sus 32 años, en la selección, y de asumir la capitanía. “Más que una responsabilidad es una ilusión; después de tantos años [desde el Europeo de Zagreb 2010, con 17 años], veía que podía seguir aportando a este equipo, dando ejemplo, como habían hecho mis compañeras mayores. Es lo que me hace más ilusión en este nuevo ciclo”, explica Anni a La Vanguardia . Admite, eso sí, “un poco de pena” por la ausencia de Laura Ester, Pili Peña, y, por maternidad, de Maica García y Judith Forca.
Cuatro bajas que han dejado a Anni como la última mohicana de la vieja guardia de la era dorada de Miki Oca. Ahora, con 32, le toca ser la referencia, tanto de sus lugartenientes –Bea Ortiz, Paula Leiton, Martina Terré o Elena Ruiz– como de la nueva hornada.
La selección femenina de waterpolo se juega mañana el pase a semifinales ante Países Bajos (14: 45h)
Confiesa Anni que, así como no se tuvo que pensar demasiado seguir, su compromiso, ininterrumpido durante los últimos 16 años, ahora lo renovará temporada a temporada. “Cuando eres joven te planificas llegar a unos Juegos y te ves con más recorrido; cuando llegas a esta edad y tienes otros planteamientos te gusta pensar en el presente, en el día a día. Vamos a ver este Mundial, si lo disfruto como siempre, y después ya se verá”, desliza Espar, que ni se plantea los Juegos de Los Ángeles 2028 como final de trayecto, ni tan siquiera qué hará la temporada que viene. Jugar en la Liga española –su último equipo fue el Mediterrani–, seguro que no. Como mucho, Anni aceptará alguna oferta para jugar la Champions y optar a su quinta corona europea. El CN Sabadell y el CN Mataró le han propuesto sumarse a sus proyectos, pero aún no se ha decidido.
Paso a paso, dice. Antes está la selección y subir al podio en el Mundial en el inicio de la era Jordi Valls, con el que se siente muy cómoda. “Una cosa buena de Jordi es que nos conoce a todas, nos ha tenido en el CAR durante muchos años, y tiene una muy buena comunicación, una proximidad que con Miki nos faltaba un poco. Pese a ser el segundo, en el día a día llevaba los entrenamientos y tiraba del carro. El mérito de Miki era en gran parte de Jordi”, expone Anni, convencida de que esta nueva selección “tendrá opciones” de hacer algo grande. “Estamos preparadas, tenemos muy buen grupo y hemos trabajado muy bien”.