El apagón televisivo

el entorno

Desde los remotos tiempos de Cruyff como entrenador, cuando vetó la presencia de las cámaras de TV3 en el campo del Spartak de Rotterdam, que cerraba su primer stage como técnico en el verano de 1988, siempre se transmitieron en directo todos los encuentros de las pretemporadas del Barça. El veto televisivo se produjo porque el flaco no quería que nadie viera al equipo hasta el Gamper por las muchas novedades que había en la plantilla tras el “motín del Hesperia”. Aquella prohibición fue puntual, pero pone de relieve la trascendencia que tuvo ayer el apagón televisivo que afectó a miles de barcelonistas que se quedaron con la ganas de presenciar el estreno del conjunto de Hansi Flick ante el Vissel Kobe. La exclusividad que se había reservado para la app Barça One para los tres partidos de la gira asiática era una declaración de intenciones para potenciar los medios de comunicación del club, pero fue incapaz de hacer frente a un masivo ataque de piratería digital, para apoderarse de las imágenes del choque de una manera absolutamente ilegal.

La reciente pérdida irreparable de Toni Cruz como máximo responsable de los contenidos televisivos del club ha provocado un vacío de liderazgo difícil de llenar en un proyecto tan estratégico como Barça One, cuya responsabilidad ha recaído en Paloma Mikadze, hija de la omnipresente jefa de gabinete de presidencia, Manana Giorgadze. Persona de máxima confianza de Laporta, con el que colabora estrechamente desde hace más de treinta años. Así se entiende el meteórico ascenso en el organigrama ejecutivo de Paloma, que amplía sus funciones en la recién creada área “Barça infinity”. Algo que se interpreta como una prueba más del agradecimiento a los servicios prestados que se impone en el reparto de responsabilidades del club.

Ante la imposibilidad de contener la avalancha de hackers que amenazan con boicotear nuevamente el resto de la gira, falta saber a través de qué ventana se ofrecerán. Hoy a las 20 h se podrá ver en diferido por BTV el partido de ayer ante el exequipo de Iniesta o si se acepta la propuesta de adelantar al mismo día el diferido de los dos encuentros que restan de Corea del Sur.

Lo que sí está garantizado es, como le gustaba al padre del dream team , que la afición pueda ver el segundo proyecto de Flick en el Gamper por TV3, enfrentado al Como italiano de Cesc Fàbregas. Y que la cosa no quede reducida a los siete mil privilegiados espectadores que tiene de capacidad el estadio Johan Cruyff. Otra cosa será saber dónde se jugará el resto de la temporada. La pregunta del millón de ­euros del barcelonismo: ¿en Montjuïc o en un Spotify Camp Nou de aforo limitado?

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