Decía Sergio Scariolo en los prolegómeno del partido-trampa ante Bosnia que su joven selección había pagado su “componente de ternura” en el debut desastroso en el Eurobasket ante Georgia (83-69). Que de manera natural “poco a poco iría creciendo en madurez y experiencia”. El poco a poco fue de golpe. Porque España, la campeona de Europa, se sacudió los complejos de inmadurez con carácter y un festival de triples (15 de 38, un 39%) para salvar el primer match-ball.
La selección mejoró notablemente sus sensaciones y sus prestaciones en todo (actitud, rebote, tiros libres, y sobre todo en los triples) y este domingo puede rematar la clasificación para octavos de final si gana a la modesta Chipre. El +21 a los bosnios (88-67) también ayuda en caso de empates al final de los partidos de la fase de grupos.
Primer cuarto
Aldama mantuvo a flote a España en un inicio a trompicones y los triples de Brizuela (2) y Saint-Supéry lanzaron a la selección al +8
La derrota inicial contra Georgia y la pobre actuación de la selección española llevó a Sergio Scariolo a cambiar en su quinteto inicial al capitán Willy Hernangómez por Jaime Pradilla en la posición de cinco. El ala-pívot del Valencia abrió la cuenta de la selección, que tardó 3 minutos en anotar en un arranque pésimo, sin orden ni concierto.
Fue Santi Aldama, con 8 puntos consecutivos, quien enderezó el rumbo con el 10-9. Scariolo quiso rematar el despegue con la entrada de los hermanos Hernangómez, para que diesen más consistencia. Willy aportó el 13-11, Juancho, el 15-13, y Brizuela puso la primera ventaja lustrosa, el +5 con un triple para el 18-13.
La selección se desmelenó en los últimos dos minutos. Entre el joven base Saint-Supéry, recién entrado, que regaló un triple (21-15) y la Mamba vasca, con otro triplazo sobre la bocina, dispararon a España a un soberbio +8 al término del primer cuarto (24-16).
Segundo cuarto
El festival de triples (8 de 19, 42%) disparó a España en el marcador con un +15 y en confianza para afrontar el segundo tiempo sin agobios
El acierto brutal de España desde la larga distancia, con cinco triples consecutivos (López-Arostegui y el tercero de Brizuela en el arranque del segundo cuarto), impulsó a los jóvenes de Scariolo en el marcador y en confianza con el espectacular 30-18 que ilustraba el luminoso en menos de dos minutos.
Bosnia tenía que pedir tiempo para atajar la hemorragia que le causaban los inspirados lanzadores españoles. La renta creció al +15 (35-20) con la segunda canasta de Willy Hernangómez y el segundo triple de Aldama, el 7.º de 15 intentos de España. El técnico Aziz Bekir tenía que volver a parar el crono.
El festival de triples continuó en el tramo final del segundo cuarto de la mano de Santi Aldama, que anotaba el tercero propio y el 8.º de España en 18 intentos, llevando el marcador a un apabullante +16 (40-24). Una renta suculenta que el canario amplió al +18 del 42-24 con un mate.
Los de Scariolo respiraban tranquilos, se gustaban, disfrutaban y reforzaban su autoestima y confianza antes de llegar al descanso (44-30).
Tercer cuarto
España se divirtió como en un concurso de triples: 13 de 29 intentos (45%) llevaba antes de la última manga
En la reanudación, España siguió enganchada al acierto desde la distancia con tres triples más seguidos, de Aldama y dos de Joel Parra, que estiraban la ventaja a un sustancioso +20 (53-33). El festival desde el perímetro daba aire a los jóvenes de Scariolo y obligaba a Bekir a pedir tiempo para revertir la tendencia demoledora que tomaba el partido. La respuesta española fue, cómo no, otro triple, el cuarto seguido, de Darío Brizuela, el 12.º de 24, que ponía un +22 (56-34). El duelo estaba sentenciado.
Gustándose y sin perder el pulso ni la concentración, la selección cerró el tercer cuarto con otro triple, el 13.º (de 29), de Juancho Hernangómez, que ponía una máxima renta de 28 puntos (72-44), reducida antes de la bocina al 72-47; una ventaja comodísima de 25 puntos para afrontar los últimos 10 minutos.
Último cuarto
España se paseó en la última manga y estiró la renta a 21 puntos, que le irán bien en caso de empates
En la última manga, con la victoria ya resuelta y los bosnios rendidos, España jugó sin ninguna presión, sin complejos, y siguió abonada al acierto en el lanzamiento. Darío Brizuela se salía con 5 de 9 triples para poner el 80-55, el 14.º triple de 30.
De modo que la renta final ascendió a 21 puntos (88-67), que no le irán nada mal en caso de empate para dirimir la posición de clasificación para octavos de final.