Partido en el que la figura del nuevo portero del Barça demostró por qué era una oportunidad de mercado irrenunciable. Y es que sus mejores virtudes (la velocidad de reacción y la elasticidad bajo palos) son perfectas para el alto riesgo que toma el Barça de Flick. Algo que demostró en el minuto 15 sacando un remate del Rayo dentro del área pequeña con una mano espectacular, o en el 72, en otra acción de uno contra uno clarísima. Además, demostró una adaptación plena a jugar con la defensa muy lejos de él, estando atento y activo en los desplazamientos en largo del rival para desbaratar su estrategia. Portero perfecto para este Barça.
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