Àlex Márquez retrasa con un triunfo soberbio la coronación de Marc, al menos hasta Japón

MotoGP | GP Catalunya

El pequeño de los hermanos de Cervera se desquita de la caída de la Sprint en Montmeló con una gran victoria sobre el 93

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Marc (izquierda) y Àlex Márquez celebran su segundo puesto y la victoria en casa, en el GP de Catalunya, en el podio 

Ana Jiménez / Propias

Àlex Márquez al fin vivió su gran día de gloria en casa, fue profeta en su tierra catalana, con un triunfo soberbio, nada menos que contra el futuro campeón, su hermano Marc. 

El pequeño de los hermanos de Cervera dominó de principio a fin el GP de Catalunya, impuso su mejor ritmo, no se equivocó esta vez, y con su victoria retrasó el día de la coronación de Marc, al menos hasta el GP de Japón el 27-28 de septiembre. Tendrá que esperar el 93, se le rompió la racha de siete victorias dominicales seguidas. En Misano todavía no podrá ser campeón. Como muy pronto, en Motegi.

Salida con duelo fratricida

El arranque deparó el primer duelo entre los dos hermanos de Cervera, con Marc atacando y pasando a Àlex... por solo tres vueltas

El arranque fue muy caliente entre los dos hermanos. Àlex se puso primero en aceleración, pero Marc lo pasó en la frenada de la curva 1, Àlex le recuperó pero el 93 volvió a pasar delante a la salida de la 2 para empezar a liderar. Acosta escalaba desde el quinto puesto al tercero y se ponía a la espalda de los de Cervera.

Por detrás, se iban al suelo Bezzecchi, el rival más incisivo de Marc en las últimas tres carreras, que se tocó con Di Giannantonio, también caído. Mientras que Bagnaia saltaba de 21.º a 9.º en una progresión espectacular.

En la cuarta vuelta, Àlex pasó al ataque superando a Marc con autoridad en la frenada de la curva 1, a final de recta, de pasando de 342 a 97 km/h. El pequeño, atrevido y valiente, culminaba el adelantamiento en la curva 2 y empezaba a abrir una pequeña distancia de seguridad. Pero el 93 no se alejaba, con Acosta pegado detrás.

Àlex asumía el rol de abrir la pista tirando con fuerza, asumiendo el ritmo de carrera. Marc lo seguía de cerca, dejándole hacer. Y Acosta, a la estela de las dos Ducati, con Bastianini también pegado a su colín. Los cuatro formaban un grupo más o menos compacto de cabeza de carrera, con Quartararo, quinto, muy descolgado (a 1,3s).

Mano a mano entre hermanos

A partir de media carrera, los dos Márquez galoparon en solitario para jugarse la victoria

Fue a partir de la octava vuelta (de las 24) cuando Marc empezó a apretar e incrementar su ritmo de carrera, porque veía que Àlex se le podía escapar (se ponía a 0,4s). Acosta se descolgaba poco a poco, a 0,8s (v. 9/24). 

Pero Àlex también tenía sus cartas escondidas: disponía de un par de décimas en el bolsillo para estirar la distancia a medio segundo sobre su hermano (v. 10). A su vez, Bastianini superaba a Acosta en la tercera posición en la frenada de final de recta (v. 11).

Al frente de la carrera, superado ya el ecuador, los hermanos Márquez, sin perseguidor (ya descolgado Bastianini a más de 3s), mantenían su pulso intercambiándose las vueltas rápidas, como si hiciesen la goma. Como si jugasen a una carrera de resistencia, a ver quién podía más. Aunque, por experiencia, Marc sabía que tenía las de ganar en los últimos giros con la goma más gastada.

Tirón a por la victoria

Àlex retorció el gas a falta de cuatro vueltas para distanciarse definitivamente de Marc

El tirón de Àlex en busca de la victoria llegó en la vuelta 20. El pequeño rodó medio segundo más rápido y se distanció a 8 décimas de Marc, la renta más holgada para el 73. Quedaban cuatro giros por delante. 

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Marc Márquez persiguiendo a Àlex en Montmeló 

Enric Fontcuberta / EFE

El segundo golpe fue en el siguiente giro, 3 décimas más de distancia: Àlex se iba al segundo de margen. Y en la 23, tres décimas más, hasta 1,3s. Ya intuía la victoria. Le quedaban 4,675 km para la meta. Marc ya había tirado la toalla. Àlex podía celebrar su segundo triunfo en MotoGP, el segundo del año después del de Jerez. Y Marc tendría que pensar en Japón, como mínimo, para coronarse campeón.

Las declaraciones

“En las últimas seis vueltas era el momento de comprobar si tenía algo más. Pegué el tirón y fui capaz de crear una distancia”, explica Àlex Márquez

Marc Márquez comentaba tras la carrera: “Di mi máximo. He hecho la carrera perfecta, he liderado las primeras vueltas, no he destruido el neumático, y en la cuarta vuelta podía adelantarle, pero cerré gas y o mejor era destacarse de los demás. En las últimas vueltas iba un poco al límite, en la curva 7 me he ido largo. Lo he probado en la curva 7, en la 10, y luego ya he perdido el rebufo y lo he dejado. En un circuito difícil finalizo segundo”.

Por su parte, Àlex Márquez señalaba: “Me siento superbien, todavía tengo en la cabeza la carrera de ayer, como una espinita, me dije ‘me la tengo que dejar en casa y tirar toda la carrera’. Gestioné los neumáticos y en las últimas seis vueltas era el momento de comprobar si tenía algo más. Pegué el tirón y fui capaz de crear una distancia. Se lo dedico al equipo, estamos de vuelta donde el equipo merece estar.

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