Las estrellas alucinan con Alcaraz

Open de Estados Unidos

El murciano encandila con su juego y su carisma a una pléyade de celebridades del mundo de la música, el cine y el deporte

NEW YORK, NEW YORK - SEPTEMBER 07: Carlos Alcaraz of Spain reacts as he walks to his team box after defeating Jannik Sinner of Italy during their Men's Singles Final match on Day Fifteen of the 2025 US Open at USTA Billie Jean King National Tennis Center on September 07, 2025 in New York City. Al Bello/Getty Images/AFP (Photo by AL BELLO / GETTY IMAGES NORTH AMERICA / Getty Images via AFP)

Un exultante Carlos Alcaraz acaparó todos los focos al final del encuentro

AL BELLO / AFP

Dentro de un tiempo, la pista más de tenis más grande del mundo, la Arthur Ashe, tendrá 2.000 butacas más. En el Alcaraz-Sinner las habrían llenado de sobra. Solo con la lista de invitados de lujo casi completaban una tribuna. De Spike Lee a Ben Stiller. De Sting a Bruce Springsteen pasando por Rosalía. De Stephen Curry a Sergio García. De Jimmy Connors o Stefan Edberg a la gran Martina Navratilova. Hasta Pep Guardiola. Claro, y el presidente Donald Trump, cuya presencia obligó a retrasar el inicio de la final más de media hora porque el público debía pasar medidas de seguridad extra. Un tiempo más en capilla para el murciano y el italiano pero nada descentró al español, estrella entre las estrellas, duende entre tanto personaje del celuloide, la música, el deporte o la política.

Trump, invitado por una marca de relojes, fue abucheado durante la interpretación del himno estadounidense

“Va a ser un combate de boxeo en el que se van a castigar continuamente el hígado”, había vaticinado el entrenador de Alcaraz, Juan Carlos Ferrero. A eso se puso su pupilo. Controlando las emociones, pero también mostrando una sonrisa de pillo cuando de su raqueta salía una magia inverosímil. En Nueva York se llevó su primer grande en 2022. Entonces le entregó el trofeo John McEnroe; ahora fue el turno de Ivan Lendl. Big Mac e Iván el Terrible. Ahí es nada. Con la copa en la mano Alcaraz estaba eufórico. “Este torneo es muy especial para mí, ha sido una victoria increíble. Le doy las gracias a mi equipo. Me hacen mejor como jugador y como persona”, señaló el de El Palmar, que bromeó con Sinner: “Te veo más que a mi familia. Es un privilegio”. “Carlos ha preparado muy bien el partido y ha estado mejor que yo”, concedió el italiano.

“Ha sido una victoria increíble, este torneo es muy especial. Mi equipo me hace mejor jugador y mejor persona”

Toda la pista se rindió a los pies de Alcaraz, que empatiza con una ciudad que es puro espectáculo y que generó unanimidad en los elogios. No como Donal Trump. En los prolegómenos las pantallas de la pista oscurecieron la imagen del presidente cuando salió al palco para escuchar el himno, interpretado por la sargento Carla Loy, de West Point. Como si no estuviera en el recinto. Una vez arrancó el canto de las banderas y las estrellas, con el presidente haciendo el saludo militar, tampoco apareció en las pantallas. Solo una vez avanzado el himno lo enfocaron y los espectadores lo abuchearon de forma sonora. Después se reprodujeron las protestas cuando lo mostraron por pantalla durante el partido.

El presidente Trump estaba invitado por la firma Rolex y había mucho temor a que las protestas fueran masivas. Por esa razón, la organización del US Open solicitó a las cadenas de televisión con derecho de retransmisión que se abstuvieran de “exhibir alteraciones o reacciones en respuesta a la asistencia del presidente”. Pese a su protagonismo no fue la final de Trump. Fue la final de un inabordable Alcaraz.

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