En colaboración con CaixaBank

Sergio Garrote:
“Los rivales representan lo mejor de mí”
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Cada día, antes de subirse a su hand bike y enfrentarse a largas horas de entrenamiento en carretera, Sergio Garrote, doble campeón paralímpico en Tokio y París, repite un pequeño gesto: envía a su esposa, Miriam, un mensaje con un “te quiero” y su ubicación en tiempo real. Porque para Sergio, un deporte tan solitario como el ciclismo no se vive en soledad, sino desde una red de apoyo en la que Miriam tiene un papel básico. “Ella es”, nos dice “el componente primordial, el alma de lo que soy”.
Cuando en Tokio 2020 sorprendió al mundo ganando la medalla de oro en la prueba de contrarreloj H2, confiesa que su primer pensamiento fue para ella. En aquel entonces, la pandemia de COVID-19 impidió que estuviera físicamente a su lado. “Lo hubieses cambiado todo para que hubiera vivido en ese momento”, confiesa. Pero su esfuerzo y su talento le dieron la oportunidad de repetir el éxito en 2024. Y ahí sí que estaba Miriam. En París pudieron cruzar sus miradas tras conocer el resultado y compartir la emoción y la felicidad. Porque el trabajo, la superación y el talento son fundamentales, pero el verdadero impulso nace del acompañamiento. De quienes, como Miriam, sostienen desde el amor el sueño del deportista.

“El verdadero éxito es el que llevas tú dentro, el que te permite sentirte bien contigo mismo”, confiesa Sergio Garrote
Lo cierto es que, en su trayectoria hacia lo más alto del podio, Sergio no ha estado solo. Lo han acompañado su familia, sus preparadores, sus rivales y sus patrocinadores. Todos forman parte de esa red que permite que se supere cada día. Y este estímulo es recíproco, porque él también deja en quienes lo rodean lecciones que van mucho más allá del deporte. “Sergio me ha enseñado a no rendirme, a luchar por los sueños, por lo que uno quiere; a aprovechar todas las oportunidades que da la vida y no desistir”, confiesa Miriam.
Del mismo modo, su actitud ha dejado huella en quienes lo formaron desde sus inicios. Jesús Ruiz, su primer entrenador, recuerda bien su determinación. “Cuando lo conocimos ya tenía una predisposición al trabajo descomunal; a veces había incluso que frenarlo por su nivel de iniciativa”. Esa entrega se ha mantenido intacta. Bien lo sabe su seleccionadora, que define al campeón olímpico con tres palabras: “pasión, épica e intensidad”. Y para que esta pasión y talento se convierta en resultados hace falta una estructura que permita que Sergio se centre en entrenar y competir. Gracias al respaldo de médicos, fisios, psicólogos, técnicos y al compromiso de entidades como CaixaBank, Sergio puede dedicarse al 100 % a lo que ama: el ciclismo.
Compromiso con el deporte español
CaixaBank impulsa el desarrollo del deporte paralímpico apoyando a atletas que combinan esfuerzo, talento y valores. Sergio Garrote es una muestra de esa apuesta: un ejemplo de perseverancia que ha sabido convertir el respaldo de su entorno en motor de crecimiento personal y deportivo.
Valores que se contagian
Disciplina, pasión, constancia. Lo que define a Sergio dentro y fuera del circuito es también lo que inspira a quienes lo rodean. Desde entrenadores hasta rivales, todos coinciden en que su actitud eleva al equipo y da sentido a cada entrenamiento. Valores, todos ellos, que CaixaBank comparte y promueve.
La fuerza que da estar acompañados
El apoyo constante de entidades que creen en el poder transformador del deporte es básico para tener una trayectoria como la de Sergio. La implicación de CaixaBank permite que el ciclista se centre en lo esencial, compitiendo al más alto nivel con los recursos y la estabilidad necesarios.
Impulso real para una meta común
El respaldo de CaixaBank a Sergio y otros deportistas paralímpicos supone una apuesta por el deporte sin etiquetas, por referentes capaces de inspirar a dar lo mejor de uno mismo.
Este impulso colectivo que hace mejor a Sergio también se refleja en quienes compiten a su lado. Los rivales no son enemigos. Para Sergio Garrote, son el espejo donde se mide, el reto que lo hace crecer, el impulso necesario para dar su mejor versión. Y entre todos, hay un nombre que ha marcado su camino: Luca Mazzone. “Fue mi referente desde el primer día”, recuerda Sergio. Lo estudió, lo analizó, perdió contra él, se esforzó en aprender de él y finalmente, lo superó cuando más importaba: en la final de Tokio 2020. “Los rivales representan lo mejor de mí. Me encanta competir con ellos porque sacan lo mejor de mí”.
Ese respeto por el adversario se convierte en motor de mejora. Porque sin ellos, el resultado pierde valor. “El rival es tan necesario como mi handbike”, dice Sergio. Y así, cada carrera supone una experiencia de superación compartida. Esta filosofía es parte del ADN del deporte, competir con intensidad, pero también con respeto y admiración mutua.

“Sergio me ha enseñado a no rendirme, a luchar por los sueños, a aprovechar todas las oportunidades que da la vida y no desistir”, asegura Miriam, su esposa
Hablar con Sergio Garrote es descubrir una forma de entender la vida en la que el sacrificio, la constancia y la resiliencia no son eslóganes vacíos, sino actos cotidianos. Él mismo lo expresa con naturalidad: “Los valores que me han hecho llegar a donde he llegado parten de muchísimo trabajo. Soy un gran trabajador que tiene talento. Me voy a la cama muy pronto, me despierto muy pronto para hacer los sueños realidad a base de trabajo”. Esa rutina es el reflejo de una convicción profunda: cuando se unen talento y esfuerzo, el éxito nunca es una casualidad. Para Miriam, no hay duda: “admiro su fuerza de voluntad, su disciplina y capacidad de trabajo. Él asume cada día que hay que seguir luchando”.
Una actitud que también reconocen quienes han contribuido a su formación deportiva, Jesús Ruiz tiene claro que “su principal superpoder es su capacidad de trabajo”. ¿Una palabra que resuma su carácter?, le preguntamos. No duda ni un segundo: “excelencia”. Ese carácter, forjado a base de compromiso y entrega, ha encontrado un respaldo firme en CaixaBank, que acompaña a los deportistas paralímpicos en su compromiso con la visibilidad del deporte, poniendo el foco en cada historia y contribuyendo a que el esfuerzo de atletas como Sergio Garrote brille donde merece, ante los ojos de toda la sociedad.

"A Sergio lo define una palabra: épica. Es capaz de convertir cualquier hecho cotidiano en una historia que recordar", comenta Begoña Luis
Llegar a lo más alto es difícil, pero mantenerse lo es aún más. Sergio lo sabe. “Puedes ganar una medalla por suerte, pero solo la constancia te permite seguir ahí”. No hay fórmulas mágicas, detrás de cada triunfo hay una preparación meticulosa, un esfuerzo incansable. En Tokio 2020 sorprendió al mundo, en París 2024 confirmó su lugar entre los grandes. Cuatro medallas que resumen años de dedicación, pero también momentos de duda, de dolor y de superación. Y él mismo sabe que el éxito es fugaz, que “dura poquísimo”. Entonces, ¿cuál es el propósito de todo su esfuerzo?. “El verdadero éxito es el que llevas tú dentro”, observa, “el que te permite sentirte bien contigo mismo”.
Y en ese sentido, su relación con su bicicleta adaptada va más allá del deporte, “es algo místico, espiritual, una extensión de mí mismo”, confiesa. Con ella se siente libre y cada entrenamiento es un acto de reafirmación de quién es. Quienes lo conocen bien son conscientes de ello. “A Sergio lo define una palabra: épica”, nos dice Begoña Luis. “Es capaz de convertir cualquier hecho cotidiano en una historia que recordar”.




Sergio Garrote no se considera una inspiración. Pero su manera de afrontar cada reto, sí lo es. Y es ahí donde entidades como CaixaBank encuentran el sentido de su compromiso. No se trata solo de respaldar a los mejores, sino de contribuir a que el deporte paralímpico español ocupe el lugar que merece. De generar referentes que inspiren, sin condescendencia, que empoderen desde la admiración, que enseñen los verdaderos valores del deporte: humildad, entrega, compañerismo y trabajo, mucho trabajo.
Cada una de sus medallas es también el reflejo del entorno comprometido que lo impulsa: familia, técnicos, rivales y el apoyo de entidades como CaixaBank. Todos suman para que un deportista de élite como él alcance sus metas. Y es así como el deporte logra también construir oportunidades y fomentar valores. ¿Y qué comentar de la discapacidad? Eso, dice Sergio, “es otra historia”.
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