A la intemperie. El principal testigo en el caso de corrupción que se instruye contra la Federació Catalana de Futbol (FCF) ha denunciado ante la justicia que la Oficina Antifrau de Catalunya (OAC) le ha dejado sin protección legal y ha pedido protección judicial.
En teoría, Oriol Camacho, que era el secretario general de la FCF, debería haberse reincorporado este septiembre a su lugar de trabajo al haber agotado los 18 meses de baja temporal, aquejado de un trastorno ansioso-depresivo desde que estalló el caso, pero ha denunciado las amenazas que en el último año y medio ha recibido desde la presidencia de la FCF y su entorno, y que le han llevado a tomar ciertas medidas de protección. Ha recibido amenazas de muerte, asegura.
Camacho fue citado por los Mossos d’Esquadra en octubre de 2023 por una denuncia de tres clubs de Lleida según la cual las elecciones de aquel año a la presidencia habían sido amañadas por Joan Soteras, actual presidente.
El presidente de la Federació Catalana de Fútbol, Joan Soteras
Camacho dio a los Mossos todo tipo de detalles sobre la manipulación que hizo Soteras y su equipo de los comicios, de la falsificación de las actas, de la elección de un notario de Sabadell afín que se plegara a sus intenciones, y cuya minuta fue sufragada de forma indirecta por fondos de la Federación, y reveló que los artífices del supuesto fraude fueron premiados con un incremento salarial.
La justicia destacó de Camacho la “importancia y credibilidad” de su testimonio “habida cuenta de las altas responsabilidades que ostentaba” en la FCF.
Tras la intervención de los Mossos, nueve miembros de la cúpula de la FCF quedaron imputados.
El caso sigue bajo investigación en el juzgado de instrucción 2 de Sabadell.
El jurista expuso ante los Mossos la maquinaria que creó el presidente para ganar las elecciones
Camacho pidió inmediatamente que la Oficina Antifrau de Catalunya (OAC) le diera la condición de alertador de corrupción, que es un mecanismo que impide al denunciado (en este caso, la FCF) tomar ningún tipo de medida contra el denunciante.
Pero tras varias reuniones entre Antifrau y la FCF, Camacho perdió la condición. Recurrió y la recuperó, hasta que a finales de julio la perdió definitivamente.
En teoría, Camacho debía volver al trabajo en septiembre, pero acaba de lograr la baja permanente.
“Da la sensación de que Antifrau retuerce la ley a ver cómo te la pueden quitar, justamente un organismo así debería ser proclive a protegerte”, opina Camacho. Por ello, ahora ha pedido el amparo del juzgado. Antifrau dijo que tiene prohibido informar de casos individuales.
Da la sensación de que Antifrau retuerce la ley a ver cómo te pueden quitar la protección, justamente un organismo así debería ser proclive a protegerte”
Soteras dijo en una entrevista que Camacho “está de baja, deseo que se ponga bien y que vuelva, que lo echamos en falta”, en un tono que el secretario general interpreta como irónico y amenazante.
Fuentes de la FCF dijeron ayer en todo caso que esperan “la reincorporación de Camacho”, cuyo despacho “ha quedado sin ocupar en todos estos meses”. Sin embargo el Instituto Nacional de la Seguridad Social le acaba de dar la baja permanente.
La situación en la FCF ha generado un goteo de dimisiones en los últimos meses. Ayer cesó Miquel Sellarès, vicepresidente económico, por discrepancias en la gestión de José Miguel Calle, director general, por su “pobre grado de formación y competencia”.
Justamente Calle es una de las piezas clave del engranaje investigado por los Mossos. Camacho les explicó que asistió a varias reuniones en las que se urdió un plan para favorecer electoralmente a Soteras. Reveló que para elegir a los miembros de la Junta Electoral no se hizo un sorteo puro y se designó a miembros afines al presidente del FCF.
Lo mismo ocurrió al constituir las mesas electorales que tradicionalmente habían sido formadas por miembros del comité de competición y personal con conocimientos jurídicos y que fueron sustituidos por personal de confianza de Calle.
También reconoció que éste fue el ideólogo de presentar ante el notario los certificados sobre la composición de las juntas directivas de los clubs con la firma falsificada. Aprovecharon la documentación de las bases de datos de la federación para rellenar los certificados.
La entidad deportiva está viviendo un goteo de dimisiones: este miércoles cesó el vicepresidente económico, Miquel Sellarès
Además, el día antes de las elecciones Calle convocó a todos los miembros de las mesas electorales y dio órdenes específicas sobre cómo actuar para tener el control de las votaciones.
Los miembros debían rellenar un Excel a tiempo real para informarle quién había votado y quién no. De tal manera que se pudiera llamar a los clubs afines y recordarles que todavía no habían votado por la candidatura de Soteras.
Esta información se envió a varios correos electrónicos creados para la ocasiones que tras las elecciones fueron eliminados.
