El diez del Barça no completó ningún regate bueno en toda la primera parte porque es evidente que no está bien en lo físico y se atreve menos, pero también hay una explicación posicional. Y es que Koundé se pegó demasiado al extremo en los ataques posicionales y eso restó espacios y llevó a Vinícius a las ayudas con lo que Lamine no tuvo ninguna opción de cara a cara puro con Carreras. Un posicionamiento que mejoró en la segunda mitad. Esa es la explicación por la que Lamine acumulara 50 intervenciones (22 más que en la primera) y cuatro regates superados de los siete que intentó. Una mejora evidente en el césped pero no en el marcador.
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