Primer objetivo cumplido. Carlos Alcaraz se aseguró terminar el año como número 1 del mundo después de someter en las ATP Finals de Turín al italiano Lorenzo Musetti. El murciano se trabajó el triunfo, supo esperar sus momentos, siempre estuvo concentrado y al final hilvanó su tercera victoria en tres partidos en la competición al vencer por 6-4, 6-1 en 1 hora y 23 minutos. Ahora va a por el torneo en el que se ha clasificado para las semifinales de mañana como primero de su grupo. Alcaraz conocerá hoy a su rival por una plaza en la final en función de cómo termine el otro grupo. El que gane del Zverev-Auger Aliassime será su adversario.
Pero él espera con los deberes hechos. El de El Palmar estuvo fresco, sólido. Le pegó duro siempre que pudo y resistió cuando tuvo que hacerlo porque Musetti, siempre cerca de hacer algo grande, siempre luchador, siempre quedándose con la miel en los labios, tuvo momentos de incandescencia, apoyado por el público italiano. Colado de rondón en el torneo tras la renuncia de Djokovic no quería tener un papel testimonial. Se ha quedado fuera pero ha vendido caras sus derrotas.
El español se mostró firme en todo momento y evita a Sinner hasta una hipotética final
Pero no pudo aguantar el alto ritmo de bola de Alcaraz. Lo logró en algunos pasajes pero se le veía más al límite. Un ejemplo de esto es el juego con el que concluyó la manga inicial. Ambos tenistas se habían mostrado muy seguros con su servicio, sin concesiones.
Hasta que llegó el 5-4 para Alcaraz. Allá apretó el murciano, multiplicó su presión y subió un punto su agresividad. A la segunda bola de set desconcertó a su rival con un inteligente globo y el italiano falló a continuación su derecha. En el segundo set el español no dio tregua, rompió el saque de su rival en el cuarto juego y a continuación salvó dos bolas de break con un tenis mayúsculo.
Por más que lo intentaba Musetti la pelota casi siempre le volvía y con más fuerza. Hubo alguna dejada marca de la casa del murciano pero sobre todo un festival de potencia y precisión en los golpes ganadores.
El día ya empezó favorable para el español porque Alcaraz salió a jugar con la tranquilidad de estar ya clasificado para semifinales. La victoria en el primer partido de la jornada del australiano Alex de Miñaur frente al estadounidense Taylor Fritz (7-6 (3), 6-3) provocó el pase automático del español.
Lo que sí se jugaba Alcaraz frente a Musetti era recuperar el número 1 del ranking mundial y terminar primero del grupo Jimmy Connors, con lo que evitaría en la penúltima ronda a Jannik Sinner. Su principal rival, que hoy se mide a un Ben Shelton que ya no tiene opciones, acabará como líder del grupo Björn Borg. El de El Palmar contaba sus partidos por triunfos ya que el domingo batió a De Miñaur y el martes a Fritz. Si vencía también a Musetti volvía a ocupar la primera plaza del circuito. Si perdía necesitaba alcanzar la final para recobrarla y arrebatársela a un Sinner que se encaramó a ella hace diez días al imponerse en el Masters 1.000 de París. Por su parte, Musetti se jugaba la clasificación.
En este mano a mano que dibujan durante todo el año Alcaraz y Sinner el murciano se había puesto al frente del ranking tras coronarse en Flushing Meadows en septiembre. Allá, en lo más alto, estuvo hasta el referido torneo parisino.
Ahora se trata de otra batalla, la del torneo de los ocho maestros, competición en la que Sinner juega en casa y es el campeón vigente y campeonato que nunca ha llevado a sus vitrinas Alcaraz, cuya victoria clasificó como segundo a De Miñaur. Favor por favor.
El murciano quiere convertirse en el tercer español en coronarse en el Masters tras Manolo Orantes y Àlex Corretja. Rafa Nadal nunca lo consiguió.
